Es problema de gatos

Capítulo V

Día tranquilo.

Cuando Richard Grayson y Wally West se despertaron la sorpresa les inundó y sobre todo al moreno al ver que su pequeño hermanito se encontraba compartiendo su canasta con otro gato que no fuera Terry, aún así tenían que ir a desayunar y donde un recién despierto Conner los siguió escaleras abajo para buscar su comida. En la canasta donde reposaban lo que para muchos sería una familia de gatos un poco extraña, el primero en levantarse y como era por la asombrosa manera de captar el ruido de cómo su plato de comida era rellenado. Terry despertó con rapidez pero dio un brinco asustado al encontrarse con que Jason había dormida en la canasta de su mamá y que era recelosa de compartí con alguien a menos que no fuera con el, el mayor movió en signo de molestia y que estaba despierto pero sin ganas de abrir los ojos pero dijo:

-No hagas escándalo es muy temprano para ello, déjanos dormir-con aquellas palabras Terry comprendió que ninguno de los dos gatos adultos se iban a levantar. Así que como pudo y sin molestar o golpear a alguien salió de su cama y fue a la cocina a toda velocidad, casi saltando las escaleras para llegar más rápido.

Al quedar al fin solos y con más espacio ni preocupaciones de lastimar al pequeño minino, los dos mayores se acomodaron y apegaron aún más guiados más por el sueño y pereza sin darse cuenta que cada uno se encontraba a recostado en el pecho del contrario, y no fue hasta que al pasar las horas y que el primero en dignarse a abrir los ojos de una ves fuera Jason; encontrándose cara a cara en la posición en la que se quedaron dormidos y sintiendo la cola de Tim por su cuello moviéndose debes en cuando, se iba a quitar de un solo importándole si fuera de una manera brusca y agresiva de su parte pero se contuvo al sentir el ronroneo gustoso del contrario mientras se acomodaba un poco más y restregaba su rostro contra su pelaje.

-Te gusta el peligro, ¿eh?-susurro divertido sin despegar su vista del azabache, escuchando atento sus ronroneos. Tim por su parte seguía ignorante de todo pero muy encantado de la suavidad en la que descansaba y que creía era parte de las sabanas que tenía su canasta-. Enano, levántate no soy tu almohada personal-comenzó a moverlo para que despertara.

-5 minutos más Terry, luego salimos-le pidió soñoliento Tim. Se acomodó aún más sobre Jason, y este en lugar de molestarse le divertía y parecía fascinante el como movía sus orejas y su nariz, como el olor a flores que tenía pegado encima de su pelaje.

-Bien, lo buscaste-dijo amenazante y divertido. Se acercó a la oreja del contrario y la mordió pero sin tanta fuerza como para lastimarla o hacerla sangrar.

Tim se despertó asustado y molesto, e iba a pelearse con Jason hasta que se dio cuenta en la posición en que se encontraban bajando sus orejas en completa vergüenza y salió de la canasta de manera rápida y abrupta posible. El mayor miro todo con diversión, mientras el azabache salía a paso apresurado de la habitación y a los pocos segundos le siguió Jason que al llegar a la cocina, fue llamo por el menor:

-Puedes comerte mi comida, no tengo hambre-le declaró con tranquilidad y se alejaba de la cocina para ir al patio. Para el azabache era mentira, se moría de hambre pero al notar que Alfred no había dejado otro palto de comida prefirió ceder el suyo y más tarde robar algo de comida.

Jason solo miro como el otro se iba y lo dejaba en la cocina, este se encogió de hombros y fue al plato del azabache a comer con tranquilidad y al terminar se giró y vio de forma curiosa como el pequeño Terry le observaba, casi como si fuera la quinta maravilla del mundo y no tardó mucho para que este se le acercara y pregunto: