Capítulo XV

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Noticias.

Pasaron dos largos años, donde la pequeña familia tomó la rutina diaria en aquel cómodo departamento, teniendo visitas del demonio Al'Ghul, que se volvía más frecuentes cuando tenía alguna disputa familiar y quería llevar la contraria a su padre biológico.

Wally, de ahora 23 años, estaba preocupado del estado de su pareja, porque desde hacía un mes el chico de cabello azabache estaba enfermo y aún por más que el pelirrojo insistiera en llevarlo a un médico, este lo rechazaba aludiendo que debe ser algo pasable; pero cuando paso un mes y una semana en ese estado Dick fue obligado a ir al médico acompañado de Wally, que evitaría a toda costa que este huyera del centro médico por temor a los doctores.

-Wally, por favor vámonos...-suplico Richard, con los nervios de punta. La pareja estaba en un pequeño consultorio, el azabache estaba sentado encima de la camilla mientras movía sus manos de manera compulsiva, nunca le agradaba los hospitales desde que era niño.

-Dick, cariño tranquilo solo es una revisión-trato de tranquilizar a su novio, mientras entrelazaba sus manos con suavidad-. Que te parece si después de todo esto, vamos a cenar o ver una película como compensacion, ¿Qué dices Rob?-dándole una sonrisa cálida, que logró tranquilizar a Richard.

Cuando el médico entro a la pequeña sala, miro a la pareja con una sonrisa cosa que dejó más confundidos y con más dudas en sus mentes. El doctor se acercó a la pareja sin quitar esa sonrisa mientras cargaba en sus manos los resultados de la prueba de sangre, hecha en el menor, que aún a pesar de la sonrisa que tuviera el profesional en medicina le estaba provocando que volvieran sus nervios iniciales como inseguridades, y antes de que dijera algo el doctor Richard se le adelantó y dijo:

-¡Ya doctor, dígame cuantos días me quedan de vida!-Wally en ese momento sólo atinó a quedar más desconcertado, mientras que el doctor solo río divertido de la ocurrencia de Grayson.

-Pues déjeme decirle, joven Grayson que usted está perfectamente bien de salud-comenzó a decir el profesional, sin quitar su sonrisa. Un suspiro de alivio salió de Dick, mientras que Wally se aguantó las ganas de reír-. Pero, tengo aún mejores noticias que esa-levantando los papeles, que captaron la atención de la pareja-. Joven Grayson, felicidades usted está embarazo de un mes con dos semanas-

-¿embarazados? ¡¿Dick?!-con aquellas palabras dichas, West se desmayó cayendo de forma estrepitosa al piso. Dick por su parte estaba aún asimilando la noticia, y sorprendentemente no terminó como su novio, que era revisado por el doctor.

El acróbata tuvo que esperar unos minutos a que Wally despertara con un severo dolor de cabeza por el golpe seco que se dio contra el suelo, cuando los ojos verdes de Wally cruzaron con los ultramarino de Dick recordó las palabras del medico y ni dos segundos tardó para atrapar al menor en un abrazo cálido, que hizo sonrojar al joven policía de manera repentina comenzó a llorar de felicidad mientras correspondía el abrazo.

La noticia dejo a todos los de la familia completamente sorprendidos, y sin hacer discusión con su padre adoptivo Dick dejó su trabajo para no arriesgar su primer embarazo. Wally de lo emocionado comenzó a hacer el cuarto para el bebé, que aún no sabían si iba a ser niña o niño, pero su novio se le unió a arreglar el cuarto del bebé aunque el pelirrojo no dejaba bajo ninguna circunstancias que cargara algo que consideraba pesado para su juicio. En cuanto a Conner y Tim, que con la llegada del nuevo miembro la familia la emoción los embargaba, como también la sobre protección con el acróbata hasta al punto que gruñía o bufaban enfurecidos a cualquier persona (ya fuera conocida o no) que entrara al departamento; mientras seguían a todos lados al de cabellos morenos y durante las noches Tim dormía con la pareja y Conner se quedaba vigilando desde el pasillo que conducían a los dormitorios, atento a todo sonido.

Es problema de gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora