Capítulo XXX

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Esmeralda.

-¡¿Chicos, la cena está lista?!-llamo la pelirroja desde la cocina. Se escucharon los pasos lentos de un perro acercarse mientras unas pequeñas pisas rápidas le hacía conjunto a estas, mostrando en el umbral de la cocina a ún hermosa Pastor Belga junto a ella a un pequeño gatito negro de ahora 5 meses con un preciso listón azul como sus ojos y un cascabel.

Ambas mascotas caminaron a sus respectivos platos para comer hasta que se escucho los pasos de otra mascota acercándose y entrado a la estancia, poniendo nervioso al pequeño gatito que dejó su plato de comida (sin aún tocar) para correr y esconderse debajo de Cass en búsqueda de protección. Se trataba de un gato de unos tes años de edad, ya era un adulto en su totalidad para los parámetros de los demás felinos, su pelaje era negro y corto con ello tenía unos penetrantes ojos verdes camino hasta su plato mientras el pequeño James se quedaba en su lugar seguro.

Estaba en esa casa desde hacía un mes y logró saber con ayuda de la enorme Pastora Belga, de nombre Cassandra aunque su dueña (la chica pelirroja) le decía Cass. La pelirroja que le salvó aquella noche y lo acogió era Carrie Kelly, una estudiante que asistía a clases de teatro ella vivía con sus padres que no casi no le importaba que hacía porque pasaban poco tiempo en casa y si estaban no le hablaban solo la ignoraban, mientras que el otro felino que estaba a uno o dos metros de distancia de James, era Kyle. Fue un gato callejero que llegó a manos de Carrie cuando tenía un año, al encontrarlo cerca de su casa herido por una pelea con unos perros del vecino a cinco casas de donde vivía la chica.

James, les debió por completo su vida a ellas (Cass y Carrie), por ello se quedó aún por más miedo que le tuviera al otro gato por estar invadiendo territorio ajeno. Por muchos momentos su mente divagaba y le hacía recordar y extrañaba a su familia, pero seguía convencido que ellos estaban felices con o sin él en sus vidas, y lo mejor que podía hacer era seguir en esa casa hasta que tuviera otro plan o por lo menos hasta que fuera un poco más grande.

El paso del día se quedó junto a Cass jugando y divirtiéndose con la Pastor Belga que no tenía ningún problema en estar con un pequeño cachorro, James siempre rehuía de Kyle por miedo, miedo que le quedo de aquella noche con esos gatos dejándole en claro que no podía estar cerca de ninguno de sus congéneres a menos que quisiera recibir un par de zarpazos o mordidas.

Cuando la noche cayó, Cass como era su costumbre se quedó a dormir en la sala para estar al pendiente de algún ladrón o intruso que quisiera colarse y no que fuera paranoica; sino que está ya había enfrentado a varios intentos de robo a la propiedad con ayuda de Kyle, y logrando sacar a esos idiotas con un buen par de mordidas y desgarres. Mientras tanto, en el cuarto de la chica estaban los dos felinos, James dormía arriba de la cama de Carrie mientras el adulto estaba en durmiendo encima de una repisa cerca del escritorio de la habitación.

Kyle se despertó al escuchar ruido, reviso todo el lugar de manera minuciosa hasta que supo que el que estaba dando pequeños maullidos era el cachorro, que se quejaba dormido por una pesadilla nada agradable para lo que podía notar. El de ojos esmeralda, bajo de un enorme salto y de forma silenciosa se trepó a la cama para acurrucarse junto al pequeño gatito que dejó al poco rato de quejarse y maullar.

Por la mañana, los pequeños ojos azulinos se abrieron con pereza mientras se acomodaba con tranquilidad hasta que de un salto se alejó del otro gato, que le miro expectante y serio por despertarlo de esa manera pero su mirada se suavizó al ver como el pequeño minino del temor comenzó a temblar y esconder su cola entre sus patas del puro miedo.

-Hey tranquilo Jimmy, no te voy a lastimar-le dijo con voz calmada. Mientras se levantaba tratando la manera d eso hacer movimientos bruscos o algún gesto que el otro confundiría con un ataque o amenaza, porque lo menos que quería era ver al cachorro huirle como siempre lo había hecho desde que llegó a la casa.

-¿P-porqué...?-formuló sin terminar el cachorro con nervios y tartamudeo. Mientras retrocedía un par de pasos lejos del otro moreno con miedo de el.

-Estabas teniendo una pesadilla, solo hice lo que creía correcto-le respondió con total sinceridad. Vio como el pequeño se relajaba un poco y aquellos ojos cielo se dirigieron a las sabanas de la cama, como si no quisiera ver al mayor o quizás ocultar lo que sus iris reflejaban.

Kyle le iba a volver a hablar cuando escucho unos pequeños sollozos del menor, fue eso que lo obligó a avanzar y buscarle consuelo al pequeño que se dejó de lado su miedo y se escondió en el pelaje del mayor, se quedaron juntos por un buen tiempo aún después que James dejara de llorar se quedaron así, acurrucado con el moreno menor escondido en su cuello respirando de forma acompasada y tranquila con el mismo ritmo que el otro moreno tenía.



-Aquí es, según las indicaciones de esa rata-murmuro aquel gato que miraba aquella casa frente a él. Olfateo un poco buscando algún olor mini de que le de una pista que era verdad, y la encontró haciendo que sonriera-. En definitiva, aquí es-

El gato se subió con facilidad por la fachada de la casa, siguiendo el olor de quién venía a buscar llegando a una ventana que para su sorpresa estaba abierta, se asomó por esta y encontró con lo que buscaba peor había un problema había alguien más con ella, y miro que estaban muy bien ellos dos. Negó con la cabeza rápidamente desechando sus ideas, se adentró por la ventana dispuesto a llevárselo como a dialogar y pedir una disculpa por todo lo que hizo.

Es problema de gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora