Capítulo XXXII

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Familia.

Tim se despertó por los gruñidos de su pareja, este solo río al saber el porque gruñía. Habían pasado un par de meses desde lo sucedido, sus pequeños estaban sanos y salvos sin ninguna herida pero su pequeño James se rehusó que nadie le quitara o botara su lindo listón con cascabel mientras que durante ese tiempo Kyle les hacía un par de visitas, aún por más que dijera que lo hacía para ver a los tres hermanos la realidad era que le había tirado el ojo al más pequeño con el que pasaba más tiempo en sus visitas, hasta dormían juntos la siesta de la tarde.

-Amor, no te pongas así-le pidió con risas Tim a Jason, antes de darle una lamida debajo de la quijada. No era su culpa de que su pareja se volviera sobre protector de sus hijos después de casi perderlos pero le daba más gracia verlo celoso de la atención que James le daba a Kyle.

-Solo cuido a mi familia, ¡Y más le vale que deje de darle cariños a James!-eso ultimo lo grito enfurecido al ver como el gato de ojos esmeralda estaba muy cariñoso con el menor, que solo reía ya que muchas de las caricias le daban cosquillas. Tim solo río más audible, por lo notorio que eran sus celos de padre.

-Por favor, Jason ni que Kyle se fuera a arrimarse a nuestro pequeño. Aún es muy joven para ese tipo de relaciones-le dijo entre risas y con tranquilidad. James ahora tenía un año como sus demás hermanos, pero este había heredado la complexión delgada y pequeña de su papá por lo que hacía ver aún como un cachorro de 9 meses-. Además, no deberías de quejarte, tanto Kyle como tú, fueron callejeros que ahora gozan de estar en un hogar, ¿ O me dirás que me equivoco?-le miro de forma seria en espera de su respuesta.

Jason dejó su vista asesina del par de felinos que retozaban entre juegos para posarla en su pareja, suavizándola por completo y luego la devolvió al patio donde jugaban sus cachorros, la pregunta de Tim le daba vueltas en la cabeza haciéndole recordar todo lo que vivió en la calle junto a Kory y Roy; y como ahora todo que le fue arrebatado aquella noche junto a sus hermanos/amigos les fue devuelto. Dio una sonrisa miro a su pareja que aún seguía expectante a su respuesta, y le dio una pequeña lamida cariñosa que le fue seguida por más antes de separarse y decir:

-Para nada-murmuro con cariño, antes de seguir-. Nunca me arrepentiría de haberte conocido ni mucho menos, eres lo mejor que me a pasado Tim, y no sólo tú también nuestros enanos-dijo de forma genuinamente alegre con una sonrisa. El aludido le respondió el mismo gesto mientras restregaba su rostro y cabeza en el cuello de Jason con varios ronroneos, el mayor se los correspondió de la misma forma.

James dejó de jugar con Kyle, al ver a sus padres juntos sacándole una sonrisa inconsciente en el menor, el gato de ahora 4 años le siguió la mirada y luego la regreso al pequeño de pelaje moreno y de un movimiento rápido lo tomo del cuello, y se trepó por la fachada de la casa hasta llegar al techo aprovechando que los padres de James estaban ocupados y sus hermanos estaban durmiendo con su tío. El de orbes esmeralda se deleitó de la cara de asombro del otro al salir de su trance y darse cuenta donde estaban, y como buen miedoso que era se apego al moreno mayor mientras temblaba del miedo con los ojos fuertemente cerrados.

-Jimmy, tranquilo no te caerás del tejado-le fue a tranquilizar al momento de dejar de reír. Pero el gatito negó fervientemente con la cabeza y se apegó más al contrario como clavaba sus garras en la superficie del lugar.

Kyle se quedó pensando un rato el como hacer que este dejara de temer a las alturas, así que miro al horizonte y logró le dio un enorme idea, con voz serena y de forma astuta logró hacer que sus párpados dejaran libres aquellas hermosos ojos que con cuidado se dirigieron al lugar donde pidió el mayor, quedando sorprendido por completo y encantado olvidando por completo su miedo.

-Es hermoso-murmuro quedando aún encantado por lo que veía, con una enorme sonrisa. Tenía una vista perfecta del horizonte que estaba atardeciendo para ese momento, Kyle quedó aún más enganchado de lo precioso que se veían los ojos de James ante la luz del atardecer.

-Si, muy hermoso-le respondió con una sonrisa mientras se apega al menor. Que aceptó gustoso su compañía mientras seguía viendo aquel majestuoso atardecer, sin querer perderse ni un solo detalle de él.

Mientras tanto, cuando Jason se dio cuenta de la falta de su hijo estuvo a punto de ir a su búsqueda y sacar a patadas de su hogar a Kyle si se atrevía a ponerle un dedo encima a su pequeño hijo, pero Tim lo detuvo a base de cariños y mimos antes de que sus otros dos hijos se unieran a sus padres en su lugar, y Conner por su lado, al estar libre decidió fugarse a dos casas de su hogar para poder visitar a su novia, una Cocker Spaniel roja que respondía al nombre de Megan, ella era la mascota y casi como hija del señor John Jones, que era el profesor de literatura en la Academia de Gotham.

Cuando la noche cayó, Kyle bajo con un pequeño James dormido entre sus fauces logró evitar la pelea de Jason gracias a que tenía a los otros pequeños de la camada dormida a su lado junto a Tim, El oji verde dejó al cachorro con el gato pardo mayor y se alejó hasta otro extremo de la habitación donde pasaría la noche pero para su sorpresa el pequeño moreno se había levantado, soñoliento y bostezando cansado hasta su lugar donde se acostó con el ronroneado; no lo volvió alejar sino que lo apego a su lado y escucho más alegre sus ronroneos, que lo terminaron arrullando.

Por otro lado, Dick terminaba de arropar a sus hijos Mary y Thomas de 4 años cada uno, les dio un beso de buenas noches antes de salir de la habitación de los mellizos, pero no duró ni dos segundos fuera para que su marido lo atrapara entre sus brazos y lo cargaron hasta llegar a su habitación, cerrando la puerta con ayuda de su pie y luego lo dejo sobre la cama y para comenzar a atacar besos apegándose cada ves más.

-¡Mami!-gritó una chillante voz proveniente de otra habitación cerca a la pareja. Ambos adultos dieron un suspiro frustrado al saber que no tendrían un tiempo para ellos, Wally tenía apoyada su cabeza en el pecho de Dick y este en la cama, mientras escuchaban la insistencia de sus dos hijos ahora.

-Es tu turno Wally...-zarandeo al mayor que solo dio una queja ahogada. Sin embargo, Wally se abrazó a su esposo sin ganas de moverse por más que Dick le obligase u ordenase.

-Déjalos se dormirán y quizás así podremos disfrutar la noche...-le sugirió mientras se acercaba al rostro de su moreno para volver a besarse profundamente, y disfrutando que por fin los llamados habían cesado. Siguieron con lo suyo con total calma y cariño.

Sin embargo se escucharon los golpes a su puerta que los detuvieron y vieron en dirección a la puerta, si eso el moreno que se despegó y fue a abrir la puerta encontrándose con sus dos hijos soñolientos y bostezando y su pequeña Mary con un oso de felpa entre sus manos, Dick dio un suspiro derrotado pero se agachó para cargar a sus dos hijos y meterlos dentro del cuarto; Wally arreglo la cama para que el otro acostara a sus hijos en esta y después se unieran a ellos cada uno al lado de los menores, siendo el pelirrojo que apago la luz de la habitación para luego enredar su mano derecha con la izquierda de Dick.

Es problema de gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora