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Mi nueva vida empieza con el ruido del despertador. Y a pesar del sueño, es hora de levantarse y buscar las oportunidades.

Me levanto de la cama, me ducho, me visto y me dirijo al salón donde está mi compañera de piso Paula.

- Mucha suerte en tu primer día. - me dice animada, de buena mañana, Paula mientras desayunamos.

- Muchas gracias, cielo. -le sonrío- Estoy de los nervios, para qué te voy a mentir.

- Tú tranquila, ya verás como habrá mucha gente nueva. - se levanta del sofá y va hacia la cocina - Por cierto, hoy salgo de trabajar pronto. Puedo hacer la comida para las tres, ¿qué te parecen unos espaguetis?

- ¡Perfectos!  - voy a la cocina a dejar el plato y el vaso del desayuno - ¿Es muy pesado trabajar de camarera?

- Un poco pero, más duro es ir a clase por la tarde. - me confiesa mi compañera de piso - Así que, aprovecha tú que vas por las mañanas y tienes las tardes libres. 

- Quiero buscarme un trabajo, necesito tener algo más de dinero. - le cuento - Así que, quizá esta semana me busque algo.

- Pues si me entero de algo, te aviso.  ¿Vale? - me da un abrazo - Luego te veo, llego tarde.

- Adiós Paula, que vaya bien el día. - me despido de ella y voy a por mis cosas.

Llego a la universidad de los nervios y por los pelos. El metro nunca será lo mío. Cuando llego a mi clase hay unas 20 personas en el pasillo y todas me miran, y es que he llegado prácticamente corriendo. Saludo amablemente y espero a entrar en  clase.

Para ser el primer día, no ha estado nada mal. He conocido a varias personas, entre ellas Daniel, Sandra y Marta. Tanto ellos y yo, hemos decidido estudiar un máster de periodismo deportivo. Y la verdad, me ha sorprendido.  Nos abre las puertas a muchas oportunidades y estoy muy contenta.

Pero esto empieza ya, tanto es así que esta misma semana tenemos nuestra primera rueda de prensa. Por lo que esta misma tarde, por correo, nos avisarán a cuál debemos asistir como prensa con acreditación. Y obviamente, será un suceso deportivo. Así que, empiezo a estar de los nervios por saber qué me tocará.

Al llegar a casa Paula está junto a Sofía preparando la comida. Me uno a ellas y les ayudo a poner la mesa.

- ¿Qué tal ha ido? - me pregunta Sofía en nombre de las dos.

- Muy bien, pero esta misma semana empiezo con las prácticas.  Me toca cubrir un evento deportivo y esta tarde me dicen cuál será.

- ¡Ay, qué guay!  - chilla contenta Paula - De verdad,  no sé en qué pensaba cuando decidí estudiar sociología, porque viendo las cosas interesantes que hacéis vosotras.

- Tampoco te creas eh,  que yo no hago prácticas tan interesantes. - Sofía pone la comida en la mesa y nos sentamos a comer - Pero eso sí, tengo el lujo de trabajar en los mejores hoteles de Madrid.

- ¡Vaya dos! - exclamo - Anda, vamos a comer que esto se enfría.

Después de comer me quedo dormida en el sofá bastante tiempo. Pero Paula me despierta agitada:

- Carolina... -susurra bajito para no despertarme de golpe- Carol... te está sonando el móvil.

- ¿Pero qué hora es? - pregunto mientras abro los ojos y cojo el móvil. Son las 17:48. - ¡Ojú! Es el correo de las prácticas.

- ¡Mira a ver qué te ha tocado! - chilla Sofía desde la habitación y viene corriendo al salón.

- ¡Eso, eso! - afirma Paula - Ojalá te haya tocado entrevistar a un deportista guapo.

- ¡Parad ya! Me estáis poniendo nerviosa, eh. - tapo el móvil con la mano - Dejadme verlo a mí y os digo algo, por favor.

Se separan un poco de mí y yo miro atontada el móvil.  Estoy muy nerviosa y estoy temblando.  Cuando me decido por fin a leer el correo, mi cara es todo un poema.

"Buenas tardes, srta. Carolina Martínez.

Es un honor para nosotros comunicarle que sus prácticas comienzan muy pronto. Tanto es así, que esta misma noche está citada para  cubrir la rueda de prensa del Real Madrid.

Le esperamos a las 19:00h. en nuestras oficinas para que pueda recoger su acreditación; será un gusto llevarla hasta el Santiago Bernabeu para que pueda llevar a cabo su trabajo.

Un saludo."

- Carolina di algo, por favor. - me pide Sofía - ¿Qué pasa? ¿No te gusta?

- Me estoy asustando yo también, eh. Responde, por favor. - Paula se acerca a mí, pero no le dejo ver la pantalla del móvil.

Sin pesar y sin decir nada, me levanto del sofá. Guardo el móvil en los bolsillos de mi pantalón y salgo corriendo a ducharme.

Mis compañeras, sin entender nada, salen corriendo detrás de mí. Me persiguen allá donde voy. Y antes de entrar a la ducha les explico por encima:

- No puedo perder tiempo, me toca cubrir la rueda de prensa del Real Madrid esta misma noche. Y a las siete tengo que estar en las oficinas.

- ¿Qué? ¡No puede ser! - exclama Paula - ¡Te dije que te tocaría algun guapo!

- Date prisa si no quieres llegar tarde, ¡son las seis! - chilla Sofía.

Son las 18:56 y acabo de llegar a las oficinas donde recogeré las acreditaciones y me llevarán al estadio. Estoy muy nerviosa. Demasiado.

Una vez hechas las presentaciones y junto a Jesús, compañero que también realizará la rueda de prensa, ponemos rumbo al Bernabeu.

A las 20:00 empieza el partido. Y por primera vez en mi vida, y por fin, puedo ver un partido del Real Madrid en el Bernabeu. En más de una ocasión, cuando están a punto de marcar, le cojo la mano a Jesús.

- Tranquila, el partido es nuestro. Y la rueda de prensa va a ir genial, ya verás. 

- Gracias por tranquilizarme, porque sino me hubiese dado un ataque ya. - nos reímos. 

- ¿Quién te gustaría que pasara por la rueda de prensa? - me pregunta mientras me acaricia la mano.

- Sinceramente, me es indiferente. Cada jugador tiene sus propias cualidades y en conjunto forman el equipazo. Así que no tengo preferencias.

- ¡Qué raro! Me gusta tu contestación. - se ríe - ¿Y no le has echado el ojo a ninguno? - niego la cabeza - ¿Seguro? -insiste - Mira que algunos están muy bien, aunque a mí no me gusten los hombres. Pero lo admito.

- Hombre, alguno hay que si lo tuviese tan cerca como a ti, quizá no sería dueña de mis actos. - me río - Pero no te voy a decir quién es, es un secreto.

Una vez acabo el partido, nos dirigimos a la sala de prensa y esperamos al técnico y algún jugador. Y en cuestión de minutos, aparece Zidane con uno de los jugadores titulares. Mi cara es de asombro y tengo los ojos como platos.

- Creo que tu secreto, ha sido desvelado. - me dice Jesús - Porque tu cara lo dice todo, fijo que este es el que te vuelve loca.

Directamente, no le contesto. Pero ha acertado. Y sin más, dan paso a comenzar la ronda de preguntas.

Mi pequeña casualidad - Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora