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Tengo a mi hermano al otro lado del teléfono haciéndome un interrogatorio por haberle llamado Marquito. Mi familia aún no sabe nada de lo mío con el futbolista y la acabo de liar.

- ¡Pablo que no es nadie, déjalo ya! - intento convencerle - Bueno, ¿qué querías?

- ¡Sorpresa! He venido a verte y estoy en Madrid.

- ¿Cómo? - no me lo puedo creer - ¿Pero dónde estas? - corro por la habitación - Dame media hora,  me visto y voy a por ti a atocha.

En cuanto puedo estoy en la estación de tren junto a mi hermano.

- ¡Estás loco! - le abrazo fuertemente - Tendrías que haberme avisado.

- ¡Te he echado de menos enana! Aunque no lo creas, estar en casa no es lo mismo sin ti. - nos abrazamos más fuerte.

- Venga, te invito a algo para celebrar que estas aquí.  - le propongo y vamos a tomar algo.

- ¿Me vas a contar ya quién es Marquito? - insiste 

- ¡Pablo! Eres un pesado que no es nadie. ¿Cuánto tiempo vas a estar aquí?

- Unos cinco días. Pero no te preocupes, cundo estés ocupada iré a dar una vuelta por Madrid.

Al rato, vamos a mi casa y le presento a mis compañeras.  A ellas les aviso para que no le digan nada sobre Marco.

Mientras veo la tele, recibo un WhatsApp de Marco:

Voy a dormir ya, mañana madrugamos para entrenar. Te espero en el partido.

Marco sobre eso quería hablarte, ha venido por sorpresa mi hermano y... no sabe nada de lo nuestro, y no voy a dejarle solo.

Puede venir sin problemas, tranquila. En taquilla te dejo una entrada más, ¿vale? O te mando a mi representante mañana.. No te preocupes pequeña. Y mañana nos vemos, buenas noches 😙

Muchas gracias, feo. Hasta mañana,  descansa y dale duro. Mañana a ganar y marcar. 😙

El  fin de semana pasa rápido. El domingo por la tarde convencemos a Pablo para ir  al Bernabeu.

- Pablo, date prisa. - le ordeno mientras se ducha.

- Ya estoy, ya. - dice saliendo por mi habitación - ¿Por qué tanta prisa?

- Vamos Pablo, ¡qué te va a gustar! - le anima Sofía y el chaval nos mira raro.

Cuando llegamos al Bernabeu nos mira más extrañado.

- ¿Pero y esto? ¿Qué hacemos aquí? 

- De vez en cuando nos damos un capricho hermanito. - le informo - Ayer te compré una entrada a ti. Así que, venga, calla y vamos a entrar.

- ¡Muchas gracias!  - me abraza y me besa la cara. 

Vemos el partido.  El Real Madrid está jugando genial. Y mi cara se ilumina cuando veo que Marco entra al campo.

Paula me va a decir algo sobre mi chico pero, se acuerda de que mi hermano esta con nosotras y se calla.

Cuando acaba el partido, nos esperamos hasta el último momento para salir. Pablo no entiende el por qué.

- Ahora lo entenderás. - le cuenta Sofía.

- ¡Qué raras estáis!  - suspira - Anda, vamos.

Cuando salimos, miro el móvil y Marco me manda un whatsapp:

Pasaros por la puerta de atrás en una hora. Luego te veo, peque. 

Hacemos tiempo y nos acercamos:

- De verdad,  no tiendo nada. ¡Qué hacemos aquí! - mi hermano está descuadrado. Decido dejar de lado los secretos y contarle la verdad.

- Mira Pablo, - le explico - estamos aquí porque Marco... - no puedo acabar. Alguien me abraza por detrás.

- ¡Hola! -escucho a Marco, mientras me besa la mejilla - ¿Qué tal? - le tiende la mano a Pablo y este me mira incrédulo. - Tú eres Pablo, ¿no? 

- ¡No puede ser! Él es Marquito, ¿verdad? - me río y afirmo. - ¡Qué fuerte! Papá y mamá van a flipar. - le miro mal - Tranquila, no les voy a decir nada. Encantado, Asensio. - abraza a Marco.

- ¿Cenas con nosotros? - le propone Paula al verme callada por los nervios.

- En una hora nos vemos en el bar de siempre, ¿vale? - Marco me da un beso y se va.

- ¿Cuándo pensabas contármelo? - me pregunta mi hermano.

- Pues chico, no sé. Pero mira, ya lo debes. No digas nada, eh. Se enterarán cuando sea momento y, punto.

- Qué no pesada... pero no me creo aun que, Asensio sea mi cuñado.

Durante la cena mi hermano intenta comprender cómo ha surgido lo nuestro.

- ¿Cómo os conocisteis? - pregunta curioso.

- Carol, que es muy buena periodista. Asistió a una rueda de prensa, coincidimos y, mira, con sus preguntas me conquistó.  - Nos reímos.

- Di que no. Solo fui a hacer mi trabajo. Y él se empeño en que yo le hiciese un reportaje y al final, pues surgió. - explico.

- El caso, fue por casualidades de la vida. - acaba diciendo Marco. - ¿Verdad? - se acerca a mí y me susurra: - Mi pequeña casualidad.

Le doy un beso sin importar que estén mis amigas y mi hermano. Este chico cada día se supera.

Cenamos tranquilamente y todos aportamos información a la animada conversación. Parece ser que Pablo y Marco se están haciendo amigos.

- Acordaos que mañana Isco y yo venimos a cenar.  - nos recuerda Marco mientras nos deja en la puerta de casa.

- Sí, feo. - le contesto mientras los demás bajan del coche y nos dejan unos minutos solos - Mañana os haremos la cena.

- A ver qué tal cocinas - me bromea.

- Pues mejor que tú, listo. - le saco la lengua y le doy un beso. - Mañana lo comprobarás. Y descansa,  que mañana tienes que entrenar para estar al cien por cien,  ya sabes.

- Yo siempre estoy en forma. - afirma y me río - Un día de estos, te voy a hacer yo la cena. - me propone.

- Cuando tú quieras,  chef. - le doy un beso en la boca y otro en la mejilla - Hasta mañana, Marquito.

- Hasta mañana, Carol. - me guiña el ojo- Duerme bien.

El lunes por la mañana me voy a clase y dejo a mi hermano con Sofía en casa. Paula está trabajando. Allí presto atención a los profesores y cuando acabo, me paso por el supermercado para comprar las cosas de la cena de esta noche.

Llego a casa y Sofía y mi hermano están en el sofá jugando a la play. Buena cosa le ha dado a mi hermano. Les saludo y me pongo a organizar las cosas y mi habitación.

- ¡Ayudarme a preparar las cosas! - les pido a mi hermano y a Sofía para que dejen la play.

- ¡Pesadaaaaa!- me dice Pablo y le doy una golpe en el brazo- ¡Sofía defiendeme!  - le pide a mi compañera.

Preparamos la mesa y la cena entre Paula, Sofía, Pablo y yo. Nos cambiamos y sobre las 9:15 suena la puerta.

- ¡Hola! - saluda Isco entrando en casa. Le saludamos y se dirige a mí. Pues, solo está él y Marco no está - Carolina,  Marco dice que bajes, quiere hablar contigo.

¿Qué? ¿Pero por qué no sube? Sin despedirme, sin móvil y sin nada bajo a buscarle y saber qué pasa.

Mi pequeña casualidad - Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora