Érase una vez que se era un universo mágico, lleno de seres increíbles con asombrosos poderes y alocados aspectos. Un mundo donde, de golpe, todas las razas empezaron a odiarse nadie sabe por qué. Érase una vez que se era, un mundo aburrido, lleno de gente normal, con sus trabajos, vidas y muertes normales. Lleno de gente muy ambiciosa, lleno de gente amante de la ciencia, lleno de gente con ansias de poder. Ellos descubrieron la existencia de otro mundo, un mundo devastado por una guerra entre todas las razas y decidieron intervenir. Y así nosotros, los humanos, paramos la guerra en aquel mundo, e imitando a una famosa saga de libros creamos un sistema de lucha para que resolvieran sus problemas. Pero todo eso es una leyenda, no existe ningún otro mundo ni nosotros somos tan aburridos, o eso creía yo.
Todo empezó una lluviosa mañana de Junio de 2025, hacía un año ya que me había graduado de la doble titulación en Ingeniería Informática y Diseño y producción de Videojuegos en una prestigiosa universidad de mi país. Me encontraba acabando de retocar mi última creación, un artefacto capaz de analizar tu estructura atómica, guardarla, desintegrarte y ser capaz de volverte a montar a partir de átomos de oxígeno, hidrógeno y carbono. Y te estarás preguntando "¿Qué hace un Informático montando hardware en general?" ese fue mi error número uno, nunca dejes a un informático al cargo del hardware. La cuestión es que tal ingenioso invento que podía ser utilizado en cantidad de situaciones de vida o muerte para salvar vidas, iba a ser utilizado para conseguir una mejor experiencia in-game. Sí, iba a jugar al Counter Strike yo mismo... y no me arrepiento de nada... Excepto de una cosa, y ahí es donde entra el error garrafal número dos: Si vas a crear algo que, para mantenerte con vida, requiere de electricidad... Ponle unas baterías de reserva. Obviamente yo no fui tan inteligente.
Encendí el aparato, lo conecté al ordenador y esperé a que el controlador que llevaba semanas programando funcionase. VentanaOS reconoció el dispositivo como un dispositivo de juego. Genial. Solo faltaba una cosa: iniciar la aplicación que se encargaría de conservar mi integridad molecular. Hice doble clic sobre su icono, cargó lentamente mientras numerosas ventanas de comando aparecían y empezaban a mostrar caracteres en verde oscuro. El programa estaba funcionando. Y aquí nos encontramos con el error garrafal número 3: NUNCA dejes tu ordenador a un amigo el día antes de realizar la mayor prueba de un experimento que puede acabar con tu vida, porque podría cambiarte la configuración del programa y en vez de lanzar el Counter Strike, lanzar algo mucho peor.
Inicié la cuenta atrás y me metí en el aparato, que ya empezaba a emitir un metálico ruido. Me relajé y... ¡zzzzzup! La máquina empezó a hacer un ruido insoportable, sentía como mi consciencia se iba desvaneciendo hasta que, de golpe, una luz blanca me cegó y aparecí en una sala blanca. Todo iba bien. El programa ahora debía estar configurando y aceptando la partida, pero algo inesperado ocurrió. De golpe la sala blanca se volvió oscura, negra, y muy fría. La luz se había ido, y el programa minimizaba los gastos para mantenerme a salvo, aproximadamente tenía 3 minutos de vida hasta que el ordenador se apagara. El manipulador de materia no corrió la misma suerte, ya que se apagó en el mismo instante en que la electricidad falló. Ante la imposibilidad de conectarse con el manipulador de materia, la aplicación decidió que la mejor forma de mantenerme con vida era enviándome al servidor, y así lo hizo. El único problema fue que no acabé en el servidor de pruebas del Counter Strike, sino en una caída libre a un extraño mundo bastante colorido. Ante la impresión por semejante caída, perdí la consciencia otra vez.Me desperté en un bosque, estaba tumbado sobre el césped, bocabajo, podía oír el viento pasar entre todas y cada una de las hojas, silbando. Todo parecía tan lleno de vida y tan fantástico... pero de golpe, esa falsa ilusión se rompió al intentar levantarme y percatarme de que estaba atado.
- ¿Ya te has despertado? Qué suerte, yo creí que no te recuperarías de tal caída... Ahora podré matarte yo misma~ -dijo una voz femenina cerca de mí oído.- Y dime ¿Cómo quieres morir? ¿Absorbo toda tu energía vital, te hago una herida y dejo que te desangres o, simplemente te dejo aquí y espero a que los demás vengan?
- ¿Los demás? Espera... ¿Por qué vas a matarme? Si yo no he
- Cállate, eres un monstruo, como todos los tuyos. Vinisteis en tiempos de paz y, por vuestra culpa, empezó la mayor guerra civil de Runeterra. Además de que, cuando todos estábamos débiles, decidisteis crear una estúpida institución para hacer de nosotros una atracción turística.
- ¿Perdona? ¿Runeterra? ¿Dónde narices estoy?- Ahora se nos hace el sorprendido ¡Qué original! Si que debes estar asustado~ -dijo la voz alejándose un poco- Ya he decidido que haré contigo~ ¡Juguemos a un juego! Si te pillo te mato, sino también~
Y así fue como me salvé, la mujer que me tenía atado bocabajo me desató y corrí hasta que la perdí de vista, y nunca me encontró. Bueno, quizá la cosa no fue exactamente así... Es más, no descarteis que haya muerto y esto sea un purgatorio o algo así, es igual, al grano...
- Así que me vas a desatar... ¿y ya? ¿Simplemente escapo? -contesté mientras notaba como las cuerdas que envolvían mis muñecas y mis tobillos se iban aflojando.
- Algo así, aunque eres un chico joven... quizá deba hacer algo para que una chica refinada, como yo, tenga un poco de igualdad de condiciones~ - la mujer pasó la mano, mientras hablaba, por mi pierna y de pronto llegó un inconmensurable dolor en tal zona. Me había clavado un objeto punzante que, por suerte, no había llegado al hueso. Solté un pequeño quejido mientras ella reía sádicamente.- Creo que ya estás listo para correr~
Al sentir, por fin, mis extremidades libres intenté alejarme, arrastrándome por el suelo, de la chica lo más que mi pierna me lo permitía. Ella me seguía con un paso lento y constante.
- Oh, vamos ¿No vas a correr ni un poco?
Mi porcentaje de supervivencia iba disminuyendo con cada metro que me desplazaba, delante de mí se extendía un inmenso bosque amenazante, y detrás estaba ella. Así que decidí hacer lo más inteligente, ver el rostro de mi asesino antes de morir y poner cara de pena. Pero al girarme me encontré con una visión que nunca me esperaría.- ¿¡Qué!? No puede ser... NO PUEDE SER. Le dije que no me instalara el puto LoL. SE LO DIJE. ¿Y qué me encuentro? A Ahri amenazándome... ¡Dejé este maldito juego por algo! Encima Ahri... ¡Ella era mi favorita!
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- ¿Tu nombre? ¡Me sé todos tus stats de memoria! Me cago en San Blas... -intenté levantarme- Ahri... ¡Increíble! Sabiendo esto solo tengo que cerrar sesión. ¡¡¡HOLA CORTANA!!! -Ahri retrocedió- ¡Abre Administrador de Tareas! ¡HOLA CORTANA! ¡Cierra LeagueOfLegends.exe! Y ya estaría, artemaníacos. -cerré los ojos- Cinco, cuatro
- ¿Qué estás diciendo?
- Tres, dos
- No sé qué estás haciendo, pero no te va a salvar de nada.
- Uno y... ¡Ah, hogar dulce hogar! - Y se hizo el silencio, todo parecía estar en calma- Sigo aquí ¿verdad?
- Sí.
- Tenía que intentarlo. Bueno, un placer haberte conocido, quizá vuelva a jugar contigo algún día. ¡Venga, hasta luego!
Empecé a cojear hacia el camino, cruzándome con una estupefacta chica-zorro que me miraba sin entender un comino de lo que veía. Yo recé porque el shock le durará lo suficiente para haber huido. Pero no fue así.- ¿Dónde crees que vas? -dijo cogiéndome del brazo. Yo me giré y besé su mano mientras me arrodillaba lentamente.
- Mi Lady, siento tener que irme tan rápido, pero el deber me llama. -me di la vuelta y proseguí mis cojeos.De golpe, volví a sentir el mismo horroroso dolor en la otra pierna. Caí al suelo, inmovilizado de las dos piernas. Me palpé la pierna y noté que donde debían encontrarse mis musculosos gemelos, yacía ahora un cuchillo, el cuchillo.
- ¿Creías que esa estúpida palabrería te iba a librar de mí, humano? No. Tú morirás lenta y dolorosamente, te mataré con mis propias manos. Sufrirás todo lo que nuestro mundo ha sufrido.
En ese momento lo vi todo claro: ella se encontraba desarmada y quería que yo muriera lentamente. Mi mente trazó un elaborado plan en cuestión de picosegundos y procedí a ejecutarlo.
- ¡Nunca me cogerás con vida! -y simulando a un oficial Alemán durante la Segunda Guerra Mundial, me tomé una pastilla de 600mg de Ibuprofeno. Ahri, quien me miraba sorprendida y empezaba a tornar su expresión a una de horror y enfado se lanzó sobre mí, tratando de sacarme la pastilla a la fuerza.
- ¡Cobarde! ¡Escupe la puta pastilla o te juro que te abro en canal para sacártela! ¡Que la escupas, he dicho!
Lo que ella no sabía, es que su intento de alargar mi vida y sufrimiento no era más que una trampa parte de un genial plan. Mientras me zarandeaba y trataba de que abriera la boca, me desclavé la bayoneta de la pierna y, gracias a la Adrenalina del momento, logré colocarme encima de Ahri y ponerle el arma blanca en el cuello, haciendo una ligera presión, pero no lo suficiente para abrirme paso entre su blanca y muy suave dermis.
- Me rindo.-dije, empezando a notar los escasos niveles de sangre en mi cuerpo.
- ¿Te rindes? Pero si...
- Simplemente, me rindo. Y te perdono... Y lo siento...- mi consciencia volvió a desvanecerse por segunda vez ese día.
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Perdido en Runeterra
FanfictionUn adicto al Counter-Strike, una cantidad ingente de tecnología, y muchas horas de programación fueron los ingredientes elegidos para una inmersión completa... pero el estudiante de Informática añadió por descuido un ingrediente más a su intento...