Viviendo una mentira

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"Quiero creer que solo somos tú y yo"

De nuevo estoy aquí, torturándome.

Me siento tan patética siguiendo a mi novio a la casa de su amante...

Los veo como se abrazan, como la mira, como le toma la mano para que caminen hacia dentro de la casa de ella.
Clarissa Stevens la chica más carismática que puede existir, divertida, amable, con una sonrisa de chica buena, pelo rubio natural que ilumina todo a su paso, largas piernas y un cuerpo divino, ella es perfecta...

¿cómo una persona tan corriente como yo podría competir contra ese ángel?.

No sé por qué el sigue conmigo, por qué no solo se va con ella y me deja, aunque cuando lo pienso no quiero que eso suceda jamás, ya que no podría vivir sin él.

Alan es el tipo de hombre que te deja sin habla, guapo, alto, cabello negro, ojos grises, es él tipo de persona que cae bien con todo el mundo, divertido, romántico, siempre tiene un tema de conversación, por esa razón él esta con Clarissa, son iguales, son seres perfectos....

Decidí volver a mi departamento y fingir como si nada sucediera, tal cual lo llevaba haciendo hace siete meses.
Pasaron unas horas y sentí como abrían la puerta

— Hola preciosa — dice Alan mientras entra a la habitación sacándose la chaqueta — ¿como estuvo tu día?

— Hola cariño, muy bien ¿y el tuyo?

— Agotador, mi jefe me dejo unos artículos que debía firmar y estudiar, por eso llegue tan tarde — responde y luego se me acerca y me da un beso en los labios y puedo jurar que llegue a sentir el lápiz labial de Clarissa lo cual  me produce una sensación de repulsión pero Alan no lo nota.

— ¿estas muy cansado? — pregunto estupidamente

— demasiado — dice mientras se saca los zapatos — mañana quiero que vayamos a una fiesta, dicen que va a estar muy entretenida

— Claro, seria estupendo hace mucho no salimos ¿donde es?

— En un club cerca de aquí, Cameron dice que es la fiesta del siglo — me responde mientras se acuesta de su lado de la cama

— Entonces hay que ir — digo sonriéndole, la verdad no tengo ganas de ir pero me gusta darle en el gusto, siento que de esa manera no lo pierdo. ¿Clarissa le hará el gusto en todo? tal vez Alan la invito a ella primero pero como ella le dijo que no, me invito a mi.

A la mañana siguiente me despierto por la luz que entra por la ventana y me siento en la cama y noto que Alan no estaba a mi lado, me giro a mi velador y veo que mi teléfono tiene el buzón, decido revisarlo después así que me levanto y me dirijo a la cocina para encontrar a mi novio

— Buenos días amor — me dice Alan con una tremenda sonrisa en la cara mientras yo entro a la cocina y él sirve en la mesa el desayuno que él mismo cocinó, eran unos huevos revueltos con tostadas y jugo de naranja

— ¿hiciste el desayuno? — pregunte mirandolo sorprendida

— Claro ¿acaso un hombre no le puede hacer el desayuno a su novia? — me respondió mientras me acercaba la silla para sentarme, estas cosas son las que me enamoran de Alan, es tan espontáneo, romántico y tierno... pero a la vez tan infiel y mentiroso, pero es lo que hay.

— eres muy dulce — le digo mientras le doy un corto beso en los labios

desayunamos mientras charlábamos, yo me reía de los chistes de Alan y todo era perfecto en mi pequeña burbuja hasta que de repente el fantasma de Clarissa se me aparecía y pensaba que ella se divertía de la misma manera que yo con él.
Alan se levanto para irse a trabajar y antes de irse me dijo:

Su otra mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora