Perdón por preguntar

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"El pasado ni se borra,
ni se cambia, ni se edita,
Solo se acepta y se supera"

Me observo en el espejo y me noto cansada pero daba igual pues era obvio ya que apenas desperté salí a correr y hacer ejercicio por casi toda la mañana después llegué a tomar un baño caliente y vaya que todo eso ayudó a mis nervios. Me siento llena de energía, aunque mi cara no lo demuestre.

Luego de cenar con Sav anoche, le deseé suerte para su cita de hoy con Alexander y nos despedimos para así cada una tomar su camino. Mientras conducía a mi casa analizaba que el haber estado con mi amiga me hace bastante bien, su apoyo es imprescindible en mi vida pero además me di cuenta que no solo me ha ayudado ella sino que Elliot ha sido de bastante ayuda igual, así que debía agradecerle su preocupación.

Por eso mismo es que anoche le mande un mensaje y le dije que lo invitaba a cenar a mi departamento su respuesta no se dio a esperar y me confirmó su asistencia, así que hoy me dedicaría toda la tarde a cocinar para la cena, haría una lasagna, un tiramisu y todo acompañado de un buen vino.

Mientras preparo la salsa de la lasagnia escucho mi teléfono, así que lo contesto en alta voz para seguir lo que estaba haciendo.

— ¿Charlotte? — apenas escucho esa voz femenina cierro los ojos arrepentida de haber contestado

— Bianca... — digo no muy animada

Lo único que necesitaba para que me arruinaran un día que había comenzado perfecto... era una llamada de Bianca Ross, la hermana mayor de Alan.

— Supongo que te esperabas está llamada ¿no es así? — habla con su voz roñosa y pronunciación elegante en cada palabra. Porque si había algo que la familia de Alan no podía esconder aunque quisieran era su obvia procedencia, su forma de hablar tan elocuente y una retórica intachable que no te es difícil imaginar que han vivido en los barrios altos de la ciudad toda su vida. Por lo mismo es que jamás tuve una muy buena relación con sus hermanas y con su madre pues el simple hecho que su pequeño Alan salieran con una pueblerina como yo simpre les afectó.

— La verdad es que se me hace difícil creer que me estés llamando tú — sincera respondo sin dejar de cocinar

— Alan me contó lo que ha ocurrido, debo admitir que esto siempre lo vi venir porque era bastante lógico que mi hermano se aburriera de ti alguna vez — me dice sin una pizca de amabilidad — pero él está pasándolo muy mal y no hay nada que no haría por ver a mi hermanito feliz....

— No veo qué puedas hacer tú en esto ya que todo quedó resuelto, yo terminé con él y ahora puede volver a los brazos de la rubia con la que se acostaba — le digo molesta

— ¡¡No hables vulgaridades Charlotte por Dios!! — se queja la que alguna vez fue mi cuñada — Alan cometió un error, nadie es perfecto y eso tienes que saberlo de sobra, lamentablemente él no sintió apoyo de tu parte, se debió de haber visto solo y la única persona a la que puedo acudir fue a esa muchacha, pero eso a cualquiera le puede pasar

— Bianca deja de hablar estupideces, tú estás casada y con mayor razón no deberías de pedirme que justifique una cosa así, sé perfectamente que tú no perdonarías a tu esposo si te fuera infiel así que no opines en esto — le increpo mientras le coloco unos condimentos a la salsa

— Es diferente porque estamos hablando de un matrimonio, no de un simple noviazgo — me refuta — deberías de perdonar a Alan, no se merece que lo trates como lo haces

Su otra mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora