Capítulo 6

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Elrond se encontró a Legolas después del concilio en uno de los lugares favoritos del príncipe, la biblioteca. Estaba sentado en una de las ventanas con un viejo tomo sobre el regazo, pero no lo leía. En lugar de eso miraba las montañas, ausente.

El señor de Rivendel sonrió al ver que Legolas no se percataba de su llegada. O lo ignoraba como hacían los gemelos con el príncipe, o estaba demasiado absorto en sus pensamientos.

"¿Legolas?"

El elfo se sobresaltó y lo miró al instante.

"Oh. Mi señor. Perdóname. No sabía que estabas aquí."

Se giró para mirarlo de frente e hizo el amago de ponerse en pie, pero Elrond negó con la cabeza.

"No, no te levantes. Me gustaría hablar contigo –entonces se sentó al lado del príncipe-. ¿Así que encuentras interesante la Teoría de Hindorin sobre Civilizaciones Radicales?"

Legolas lo miró, confundido.

"¿La teoría de quién sobre qué?"

Elrond se rio y señaló el libro que Legolas sostenía.

"Ese viejo libro. Nunca me lo he acabado. ¿Puedes decirme de qué habla?"

Legolas bajó la mirada y se sonrojó.

"Err... en realidad... no lo estaba leyendo. Estaba... bueno..."

Elrond se echó a reír.

"Estaba bromeando, Legolas. Para serte sincero me parece aburrido. ¡Siempre me duermo al leer dos páginas seguidas!"

Legolas sonrió.

"¡Yo solo he llegado a la mitad de la primera página!"

"Vamos a dejar ese libro por ahora, ¿de acuerdo? –Elrond cogió el tomo y lo dejó en una mesa cercana-. ¿En qué pensabas?"

El príncipe volvió a mirar por la ventana, observando la nieve en la cima del Paso de Caradhras, majestuoso bajo el sol de la tarde.

"Pensaba en el anillo y en que la Tierra Media perecerá si no lo destruimos. Todas las cosas hermosas dejarán de existir, tragadas por la oscuridad. Los elfos podemos escapar a las Tierras Imperecederas, pero ¿y los hombres, enanos, animales y los bosques? La Tierra Media no sobrevivirá si dejamos que el anillo regrese con su amo."

"No dejaremos que eso pase, Legolas. Confía en mí –dijo Elrond, poniendo una mano sobre su hombro-. El concilio ha tomado una decisión."

Legolas volvió a mirarlo.

"¿Decidieron destruirlo?"

"Eso es exactamente lo que tenemos que hacer. Es la única manera, pero no será fácil, pues tiene que ser destruido en el Monte del Destino, el lugar en el que fue creado."

"¿En el Monte del Destino? ¡Ay, Elbereth! Tienes razón, mi señor. No será una tarea fácil. ¡Podríamos tardar semanas, meses o incluso años!"

"Desafortunadamente no podemos tardar tanto. Debemos destruirlo lo antes posible o tomará el control del portador... e hipnotizará a los demás."

"¿El portador? ¿Te refieres a Frodo?"

Elrond asintió.

"Se ha ofrecido voluntario para llevar el anillo hasta el Monte del Destino."

Legolas sacudió la cabeza, temeroso.

"Pero es solo un hobbit. El viaje será demasiado duro para él."

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