Frank había pasado hasta el estudio de arte del azabache. El mayor tenía que aceptar que estaba tan nervioso porque solamente Ray y Mikey habían entrado a su hogar temporal y dejar pasar a Frank que sólo era un conocido a su hogar no tan buena idea, le daba hasta un cierto grado de vergüenza, porque Frank le daba esa comodidad de confianza y se preocupaba más por lo que fuese pensar él sobre su departamento que si podía robar algo.
Cuando Frank entró al estudio pudo observar las últimas cuatro pinturas que Gerard había realizado en esos dos días de completa inspiración en su estudio improvisado.
El ojiesmeralda estaba atento a cada cada gesto que hacía Frank. Por alguna extraña razón le importaba muchísimo lo que pensara de su arte.
—¿Qué es lo que te inspira? —Cuestionó de repente Frank.
—Ahora, nada. —Respondió.
Frank asintió la cabeza.
Gerard no entendía porque el menor se quedaba observando detenidamente cada una de sus obras como si estuviese un análisis de cada una. Realmente se le hacía algo muy estúpido, porque era solamente arte abstracto dibujaba lo que se le venía a la mente y lo que resultaba eran un montón de figuras geométricas sin nada en común.
—¿Qué es lo que has estado pensando últimamente? —Cuestionó Frank.
—En mi abuela. —Confesó.
—La extrañas... —Respondió el ojiavellana más para sí mismo que para Gerard. —¿No es así? —Su mirada fue a chocar con la contraria.
Una extraña conexión se creó entre sus miradas haciendo que el corazón de Gerard empezara a latir más rápido de lo común.
—¿Cómo lo sabes? —Cuestionó Gerard evadiendo la pregunta de Frank.
—Tus pinturas lo dicen casi a gritos. —Se encogió de hombros. —Los artistas siempre plasmamos lo que pensamos y sentimos en nuestras obras.
Gerard enarcó una ceja sin entender lo que decía Frank.
—¿Te gustan? —Se atrevió a preguntar.
—Son lindas. —Habló Frank sonriendo. —Demasiado geniales.
Gerard volvió a sonrojarse. Para el azabache era genial que Frank pensara eso, era como si Frank fuese el juez de una competencia de arte muy importante y necesitara de su aprobación para sentirse bien consigo mismo, aunque la verdad, si necesitaba de su aprobación.
—Algún día tienes que invitarme a New York para ver tus galerías. —Habló Frank con entusiasmo.
—Cuando gustes, puedes ir conmigo. —Comentó Gerard. —Sería genial ver como descubres mis pensamientos en cada una de mis pinturas. —Bromeó.
El ojiavallena soltó una risita.
—Creo que es hora de irme, Bert me está esperando para ir a comer. —Habló Frank empezando a caminar hacia la puerta principal. —Tu departamento quedó muy bien con la nueva pintura. —Comentó deteniéndose unos segundos a observar las paredes.
—Yo no sabía que tu madre era dueña de estos departamentos. —Habló sin pensar.
—Ni yo sabía que rentabas aquí. —Respondió Frank. —Pero es genial, así podre verte algunos días.
Gerard se quedó paralizado ante las palabras del menor. Se sentía demasiado estúpido sintiéndose especial con cada palabra que decía Frank, pero es que lo decía con tanta naturalidad que le creía sumamente todo lo que podía llegar a decir.
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Gerascofobia || Frerard
FanfictionGerard Way es un famoso artista reconocido por sus cómics y sus galerías en la ciudad de New York. Todo en su vida es excelente menos el amor. IPP. //Inspirada en la canción Young & Beautiful de Lana del Rey//