—¿Sólo te echó de su departamento? —Volvió a preguntar Ray por enésima vez.
—Sí. —Respondió Frank tranquilo. —No sé que hice para que reaccionara así.
—Dices que sólo estaban hablando del bebé de Mike, ¿no es así? —Ray quería asegurarse de que había escuchado bien y que su mente estaba concentrada al cien porciento en el relato de Frank.
—Sí, y empezamos a hablar de la edad de un amigo y de la mía... —El ojiavellana soltó un suspiro. —Después me dijo que me fuera.
Ray enarcó una ceja. Trataba de pensar algo que no cuadrara en lo que decía Frank para encontrar un buen argumento para respaldar el comportamiento de Gerard, pero no tenía absolutamente nada en su mente y al parecer, tampoco había pasado algo para que actuara así.
—Tal vez no está de humor. —Murmuró Frank como si pudiese leer los pensamientos de Ray. —O eso creo. —Se encogió de hombros cuando Ray lo observó directamente a los ojos.
—Supongo que tienes razón. —El del agro sólo soltó un suspiro. —Es que Gerard... Bueno, él no es así.
Frank sólo lo observó durante unos segundos y se levantó de aquel sofá individual para estirarse.
—Creo que es hora de irme. —Comentó después de realizar unos pequeños estiramientos de brazos. —Tengo algunas cosas que hacer.
Ray lo observó de nueva cuenta tratando de mantener su mente tranquila pero la realidad, era todo lo contrario. No dejaba de pensar en el comportamiento de su amigo, a pesar de conocerlo desde hace un montón de años jamás había visto un comportamiento tan anormal en él y tenía que aceptar que eso lo preocupaba muchísimo, no quería que Gerard fuera un hombre problemático.
—Iré a hablar con Gerard después. —Dijo inconscientemente el latino ganándose una mirada confundida del ojiavllena.
—No es necesario. —Sonrió. —Como te dije, tal vez hoy no fue su día.
Ray volvió a suspirar. Quería creerle a Frank, pero algo en él le decía que las cosas no estaban tan tranquilas como las hacía ver Frank.
—Me voy. —Frank volvió a sonreír y caminó con tranquilidad hacia la puerta saliendo de la casa de Ray sin problema alguno.
El del afro seguía sentado tratando de calmar un poco sus pensamientos pero todo era en vano. No sabía nada y ni tenía la más mínima de qué hacer.
Pero de algo estaba seguro, tenía que ver a Gerard.
(...)Sus manos aún sudaban frío y su cabeza daba vueltas. De un momento a otro sentía su cuerpo cansado como si hubiese corrido un maratón de cientos de kilómetros y tenía una sensación en el pecho irreconocible.
Cerró sus ojos esperando a que esa horrible sensación se fuese pero no, aún seguía esa presión en su pecho y sus ojos ya amezaban un llanto largo con pequeñas lágrimas que empezaban a salir.Sin ni siquiera moverse empezó a llorar. Y se acomodó en el sofá abrazando sus piernas, quería tranquilizarce pero algo en su pecho no dejaba de hacerlo sentir miserable.
“Ventiuno”
La voz de Frank hacía estruendo en su mente como si de un disco dañado se tratara. Sus lágrimas seguían cayendo de manera desesperaba cada vez que su mente recordaba esa maldita palabra.
Mordió su labio inferior cuando sus manos empezaron a temblar. Tenía un pánico horrible y él ni siquiera sabía porqué.
Sin pensarlo dos veces y con la poca fuerza que su cuerpo poseía se levantó del sofá caminando torpemente por su departamento hasta llegar al baño. Abrió la puerta y caminó rápidamente hasta el lavamanos para recuperar el equilibrio, ya que su cuerpo le daba toda la sensación de desvanecerse en cualquier momento.
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Gerascofobia || Frerard
FanfictionGerard Way es un famoso artista reconocido por sus cómics y sus galerías en la ciudad de New York. Todo en su vida es excelente menos el amor. IPP. //Inspirada en la canción Young & Beautiful de Lana del Rey//