El sonido de huesos crujir acompañados de un fuerte grito inundaron la habitación
-Patético de tu parte que quisieras vernos la cara de idiotas Katsuki – exclamó un muchacho rubio que sostenía un martillo de cocina en una de sus manos – hemos sido buenos contigo y nos pagas de esa manera – dijo encarando la hombre japonés frente a el – aunque bueno eso de pagarnos... - el chico hizo un gesto y un par de hombres dentro de la habitación se acercaron al hombre y sujetaron una de sus manos antes de que el menor dejara caer con fuerza el martillo contra esta – iremos por tu familia... he oído que tienes un bonito hijo omega – Yuri, como se llamaba el muchacho se acercó a la cara del hombre nuevamente – me vendría bien para mi burdel – dijo burlón sin esperar que el hombre le escupiera en la cara
-eres una mierda, mocoso – dijo gritó furioso el hombre – solo malnacidos como tu lastiman a los de tu especie – Yuri frunció el ceño antes de asestarle otro golpe con el martillo.
- ¿de qué especie hablas escoria? – cuestionó, Katsuki sonrió antes de responder.
-omega – dijo antes de caer en la inconciencia.
-mentiroso – susurró – Viktor, llévenselo y busquen a su familia... los quiero sanos y salvos – el hombre de cabellos grises asintió – y pobre de aquel que le toque un pelo a cualquiera de los Katsuki ¿entendido? – amenazó a todos sus hombres antes de que abandonaran la sala.
-yo personalmente me encargaré Yurio – respondió Viktor antes de que el menor le mirara de forma despectiva al escuchar aquel apodo.
-iré por unos tragos – anunció – dile a Chris que pase por mi cerca de las 3 – el mayor asintió antes de que ambos abandonaran la habitación para dirigirse al club nocturno que les servía de fachada, Yuri Plisetsky era una bomba mortal en ese momento, estaba vestido para matar, no literalmente... aunque el conjunto de pantalones de piel pegados al cuerpo y aquella camiseta que casi nada cubria bien podrían provocar varias paradas de corazón y de otras cosas también. Se acercó a la barra donde fue rápidamente atendido y bebió con premura el caballito de tequila frente a él.
- ¿no eres demasiado pequeño para beber? – le cuestionó una potente pero aterciopelada voz tras de él, su lobo vibró en el momento que la voz tocó sus oídos, sin embargo, enarcó una ceja y se giró para encarar al hombre atrás de él. El alfa frente a él era un deleite a la vista, espalda ancha, brazos fuertes, 1.78 como mínimo, el cabello negro y los ojos grises, además de que ese ceño fruncido lo hacía ver arrebatadoramente sensual, Yuri sonrió travieso y seductor al hombre que no pudo más que sorprenderse ante los repentinos cambios de humor del muchachito.
-de hecho, tengo la edad suficiente – respondió mientras hacia una señal para que le sirvieran otro trago, el barman le atendió rápidamente, pero antes de tomar el trago el alfa se lo arrebató y lo bebió de una
-Hablo en serio niño – le susurró sobre los labios y el rubio pudo sentir el aroma del tequila mezclado con la menta en la boca del contrario
-para tu información tengo veinticinco – respondió frustrado – ¿Quién te crees tú grandulón? ¿Policía de la decencia? Solo me falta que digas que por ser omega no puedo beber – su mordaz comentario se vio interrumpido por una fantástica canción – ahora si me disculpas... voy a bailar, antes de que también me lo impidas –
Otabek miraba al muchacho moverse al ritmo de la canción, levantando los brazos animado, dando pequeños brinquitos de vez en cuando y tocándose el cuerpo mientras su verde mirada se clavaba en él, se contoneaba al tiempo que veía mover sus labios cantando para él.
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Tiger Queen (Omegaverse)
Hayran KurguSe esperaban grandes cosas de él. Porque era el Opekun de la Bratva. Y el hecho de que fuera un Omega no iba a impedir que Yuri Plisetsky se ganara su lugar como líder de la mafia rusa. Ni aunque aquel policía de apellido Altin quisiera arruin...