- Hey -

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Canción: We Can't Stop — Miley Cyrus.

Narra Edgar:

No podía dejar de pensar sobre lo que había escuchado de metiche fuera de ese cuarto de conserje, siempre pensé que Nicolás me había sido fiel y así. Yo me sentí mal cuando le robe unos cuantos besos al Naiko en nuestras casas pero Nicolás paso la línea definitivamente hablando.

Caminé hacia la sala donde había dejado al Naiko esperando por mí, estaba lleno de ira, de tristeza y a la vez estaba con el corazón roto y así. Al llegar a la sala solo abrace al pequeño de cabellos hasta los hombros el cual me miraba preocupado, de seguro había notado que algo malo me había o me estaba pasando.

— Eddie, ¿estás bien? —sus ojos se quedaron mirando los míos de forma en que su mirada podía ver todo lo que sucedía en mi interior— ¿Qué oíste?..

— Nada, Naiko. Hoy no creo poder irte a dejar a tu casa... Lo siento.. —sonó la campana de salida de clases y tomando mi mochila y echándola sobre mi hombro caminé fuera del salón buscando mis audífonos entre mis bolsillos mientras sacaba el celular para conectarlos.

La música sonaba a todo volumen una vez ya unidos los audífonos y el celular, la música era lo que más me ayudaría ahora. Subí al metro dirección Plaza de Maipú, cerré los ojos por un momento afirmado del pasamanos que había por sobre mi cabeza, y al tener mi vista nublada por el cansancio y así no pude evitar que mi imaginación me jugará una broma de mala pasada.

— Jaime.. te .. te amo.. este será nuestro secreto.. —mencionaba un Nicolás agitado y sudoroso sobre el cuerpo y el miembro de su mejor amigo.

— Nuestro secreto.. mi amor.. —y un beso era el que sellaba esa promesa.

Abrí los ojos de forma rápida sin querer pensar en aquel momento que tuvieron ellos, ¿el Naiko sabría esta verdad? Me iba a tener que arriesgar a hacerlo, decirle la verdad.

No me fui directo a mi casa una vez que salí del metro, pase a un bar, eran casi las 8 de la noche por lo que ya empezaba la hora donde se permitía dentro del recinto el consumo de alcohol, necesitaba un trago para poder despejar mi mente ¿sabes? Dicen que la cerveza es el remedio para los problemas y para olvidar todo lo que nos abruma de cierta forma.

— ¿Qué vas a querer Gaete? —había vuelto a tomar desde ese día que volví del campo dejando a Nicolás con el corazón roto, pero ahora el caso era distinto.

— Dame lo mismo de siempre solo que más cargado o fuerte de lo normal. —el Barman solo asintió y procedió a hacer el trago que le había pedido.

Miraba mi alrededor, hombres, mujeres, o un poco de ambos en uno transitaban ese bar desaliñado y descuidado, bueno, la fachada es lo menos que importa si es que tiene alcohol.

Bebí mis primeros sorbos, mierda, me estremecí al sentir el golpe que me dió el primer trago, que cosa más exquisita para mi gusto. No era de los tipos que tomaban más de la cuenta o tomaban cosas fuertes pero el caso lo ameritaba.

¿Cuántas llevaba? ¿Una? ¿Tres...? 9 vasos de alcohol ya llevaba, me sentía mareado, alegre, estúpido... Era perfecto todo si es que no me sintiera mareado y con ganas de vomitar.

— Edgar, son las 1 AM, llegaste aquí a las 8, ¿por qué no vas a casa muchacho? Es día de semana, mañana tienes clases —mencionaba Carlos, el Barman del lugar.

— A nadie le intereso.. ¿Qué tiene si una noche no llegó a casa, eh? ¿Será el fin del mundo a caso? —un gruñido salió de mi boca apoyando mi cabeza en mi brazo a lo que note que alguien había entrado al bar.

— ¡Edgar! —Era una voz conocida la que estaba oyendo, pero al estar mareado y ebrio no diferenciaba bien algunas cosas— ¿Cerca de que hora llegó aquí?

— 8 o 9 de la noche, entre esas horas más o menos. Está demasiado ebrio para qu... —no sentí ni una palabra más cuando mis oídos se taparon y mis ojos se cerraron.

Desperté con el sol dándome en la cara mientras notaba que estaba tapado con una que otra sábana de dormir. ¿Qué me había pasado?… ¿Dónde estoy?

— Edgar.. despertaste.. —una suave voz mencionaba al lado mío, la resaca hacia que hasta el sonido más pequeño sonara fuerte en mi cabeza— tus padres estaban preocupados por ti así que te traje a mi casa..

— ¿Quién eres? —mi vista seguía nublada como lo había estado la noche anterior.

— Soy el Jaime.. —susurró, mierda.

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Capítulo cortito pero capítulo, UwU ahora tengo más tiempo para escribir del celu que del compu UwU
Weón, el Nico me está siguiendo en Instagram 🌝🌝🌝🌞🌞🌞🌚🌚🌚🌚 estoy refeliz 💞 me sigue en la cuenta de los dibujos 💞💞

Bueno, eso creo xD 10-4 💝

Apostemos - Jainico / Ednaiko.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora