Rápido,brusco y violento

Viaje inesperado parte 1

Venga corran, es por aqui-madre mia que tarde es- corriamos como locos por el aeropuerto, intentando encontrar la puerta de embarque donde nos esperaba elettra- de verdad que vaya dia para llegar tarde, empesamos bien. - no te preocupes rubita aun hay tiempo, uy uy cualquiera que te viera asi de nerviosita pensaria que no es precisamente por llegar tarde si no por ver a cierta gatita italiana esperandote-dijo aless con una sonrisita y su mirada complice...como me conocia-
-no digas tonterias aless y vamos.

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Llegamos a la puerta de embarque casi tropezandome con la maleta y cuando pude levantar la vista vi como el corazon empezo a irme a mil por hora y solo una persona era capaz de hacerme sentir esa sensación.
Elettra estaba preciosa, mas aun si podia ser,con un traje azul muy ceñido largo hasta sus tobillos, dejando un poco descubiertos sus hombros y unas rajas de infarto desde sus muslos, con unas botas largas color vino. Tenia una carita y una sonrisa que me daba ganas de acariciarla, besarla...que bien le quedaban las gafas, era todo un espectáculo. Me resultaba muy gracioso verla con unas orejas de gata y su pelo suelto, tenia mucha razon aless, era toda una gatita.
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Antes de que pudiera volver a la realidad y reaccionar, ya aless se me habia adelantado, presentandose formalmente y presentando a los demas

Hola gatita! Sentimos llegar tarde pero alex no se decidia en que ropita ponerse para estar guapita para ti- en ese momento mis ojos se abrieron como platos y queria meterme en algun agujero y desaparecer, gracias aless- me encanta mucho tus botas son super cool.
¿Si? Gracias! Me encanta tu chaqueta!-vaya, la verdad es que eran tal para cual los dos, lo bien que se habia compenetrato tan rapido hablando como si se conocieran de toda la vida, aless tenia ese efecto en las personas-
Hola princesita- respondi cuando llegue a escasos centímetros besando su mejilla y sintiendo como se sonrojaba- ya estamos listo, cuando quieras
Ok baby! Síganme parserosss!...

Toma alex, este es tu billete, viajamos en acientos conjuntos-mientras me los daba me volvia a mirar con esa sonrisa como si le hubiera tocado el premio gordo con la noticia, rosando nuestros dedos al cogerlo y sintiendo de nuevo esa sensacion de electricidad que nos dejo mirandonos por uno instante sin decir nada, hasta que marco nos interrumpio el momento magico para que nos dieramos prisa.
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Perdone señorita, usted y la señorita Lamborghini viajaran en primera clase por favor acompáñeme- decía la azafata muy amable sonriendo,viendo mi cara de sorprendida al enterarme en ese mismo instante de los cambios- pensé que viajaríamos todos juntos en clase turista-le dije a Eli viendo como me miraba con una media sonrisa-
- no amore, yo siempre viajo en primera clase, y no me apetecía pasarme todo el trayecto sola
Note como lo decía mirándome a los ojos como si no fuera solo esa la razón, pero aun así me encantaba la idea de viajar con ella.
- ok bonita, pues te sigo.

Cuando llegamos a primera clase no podía dejar de mirar todo, como si estuviera dentro de otra dimensión en el mismo avión. Se veía todo tipo de lujos y detalles, una barra para tomar algo, los asientos eran individuales, con una especie de mampara que los separaba para dar total intimidad, y dentro de ellos sus asientos de cuero muy cómodos, con una televisión.
Elettra me miraba con una sonrisa en los labios al ver mi cara de niña, como si fuera el día de reyes. Me agarro de la mano y nos llevo a nuestros asientos.
-¿que tal? ¿Te gusta?
- ¡es increíble! Ahora entiendo por que siempre vas en primera clase princesita
- yo solo busco lo mejor baby.

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Llevábamos media hora de vuelo sin casi pronunciar palabra ninguna las dos, cuando decidí romper el hielo.
-Bueno y a parte de conducir muy bien un Lamborghini, ¿que mas puedes decirme de ti?
- ¿que mas te gustaría saber? Pregunto apagando la televisión para prestar atención a la conversación
- no se, lo que quieras contarme, eres tu la chica misteriosa que apareciste anoche buscándome. - dije, intentando ser un poco juguetona e intentando intimidarla, pero para mi sorpresa, esta ves no fue esa su reacción-
- quizás te gustaría que realmente hubiera ido a buscarte en otra situación, pero ya sabes -en un momento se acerco mucho a mis labios muy provocativa y de repente alejándose con una sonrisa en los labios dejándome con cara de tonta- que no fui a buscarte por mi baby, sino para ofrecerte un negocio.

No puedo negar que me había dejado bastante acalorada con ese acercamiento, era impresionante como era capaz de encenderme con solo escuchar su voz. Pero no me iba a rendir, algo me decía que yo no era la única que había sentido esa atracción, lo que me hizo atacar.
- quizás tu mente quiere engañarte y hacerte ver que solo son negocios, pero puedo sentir tu respiración cuando estamos cerca preciosa.
- ¿siempre eres así de creída?- dijo mirándome con cara de pillina
- digamos que soy así cuando siento que me miras como yo a ti princesita- por fin lo había conseguido, bajo la mirada y note como sus mejillas se enrojecían.

Cuando creía que había ganado esta guerra ocurrió algo inesperado, dejándome sin palabras, incluso podría llegar a decir que casi sin aliento, viendo como ella cerro la puerta de la mampara como si fuera una especie de cueva y se sentó encima de mi con sus piernas a cada lado, agarrándome por el cuello y acercándome a escasos centímetros de sus labios.
-dime Alexandra, ¿y que mirada según tu tengo ahora mismo?
Yo no pude gesticular palabra alguna, estaba tan impactada con lo que estaba pasando que por una vez, no sabia ni que decir.
- no respondes amore? Déjame decirte que esta Lamborghini no se muere por cualquiera baby, soy la matadora de Italia, si me pruebas te vas a enamorar y no quiero ir por ahí enamorando a todos.
- quizás la que termines enamorándote seas tu princesita-termine diciendo cuando conseguí soltar palabra.
- te voy. A romper el corazón-dijo Elettra con cara juguetona
- ¿ ah si?
-no- termino diciendo y por unos segundos nos quedamos mirándonos los labios apunto de hacer realidad lo que las dos estamos necesitando a gritos

TOC TOC!

-por favor señorita Lamborghini y señorita García, estamos llegando al aeropuerto de roma, vayan abrochándose los cinturones, gracias.-
Justo en el momento cuando nuestros labios se iban a tocar la azafata nos toco la puerta para avisarnos que estábamos a punto de aterrizar y Elettra salto hacia su asiento como una atleta, cortando ese momento mágico que había sucedido entre las dos, dejándome con la miel en los labios.

Definitivamente, estaba claro que esto iba a ser el comienzo de algo que cambiaría mi vida por completo, y no solo por el negocio inesperado que me esperaba, si no por lo loca que me terminaría volviendo esa seductora mujer de ojos verdes que despertaba en mi sensaciones que jamas nadie me habían hecho sentir.