Mi nuevo vicio

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POV ELETTRA

Salí de esa habitación como si quemara, se me partía el corazón de solo pensar que Carla pudiera tenerla tan cerca, más de lo que desearía y no podía contener la rabia en mi interior, no podía permitirlo, no podía permitirme perderla también a ella, era lo más bonito que me había pasado en mucho tiempo, si la vida había cruzado nuestros caminos tenía que ser por alguna razón, nada ocurre por casualidad, y yo soy un stronza por no haberlo querido ver. Pero no lo iba a permitir, al menos, haría todo lo posible para que esa cita no terminara con el objetivo al menos de Carla de seducirla, si Daniela quería jugar, jugaríamos, estoy segura que no sentía nada por ella, solo quedaba para darme celos, para olvidarme y a ese juego podíamos jugar las dos. Al menos eso me daría un poco de tiempo para intentar llevar a cabo mi plan y terminar dejando a Marty cuando tuviera la oportunidad y viera que no había peligro.

se me ocurrió en ese momento una idea descabellada, no tanto si pienso que mataría dos pájaros de un tiro. Fui hasta mi habitación donde se encontraba Marty de espaldas mirando por la ventana mientras bebía una cerveza con la camisa desabrochada...supuse que estaba a punto de irse a duchar y luego a la cama como siempre hacia. En ese momento en contra de mi voluntad pero siguiendo con mi plan rodee su cintura por detrás con mis brazos cariñosamente, depositando mi cabeza en su espalda mientras sentía como el se sorprendida girándose hacia mi y rodeando mi cintura con una sonrisa en la cara, había conseguido parte de mi objetivo.

- Vaya, esta es la chica que me gusta, cariñosa- dijo clavándome una mirada sensual y yo intente no apartar mis ojos de el asqueada para seguir con lo planeado, dándole un fugaz beso en sus labios-

- Dai Marty, ¿ ya te vas a acostar? hace tiempo que no me llevas a un sitio bonito a bailar y tomar algo- acaricie dulcemente su mejilla, notando como él cerraba sus ojos dejándose llevar

- Nena, mañana tengo que madrugar y estoy muy cansado de todo el día trabajando- dijo, pero yo insistiría, no aceptaría un no por respuesta, necesitaba que mi plan saliera a la perfección, no solo Alexandra se iba a dar el gusto de restregarme que había salido con Carla, así que fui un paso mas allá, forzándome a mi misma, era mi última oportunidad, así que cogí su cara entre mis manos girando su cabeza para quedar mis labios cerca de su oreja.

- Dai Marty, solo un ratito y te prometo que cuando volvamos te lo recompensaré muy bien - dije susurrando y acto seguido pasando mi lengua por su oreja haciendo que se estremeciera.

- Vale nena, iremos unas horas y luego tu y yo cumpliremos este acuerdo al que acabamos de llegar, hace mucho tiempo que no te hago mía.- sonreí falsamente, si no había pasado es porque ya no soportaba que me tocara, pero haría un esfuerzo esta noche, todo sea por salirme con la mía.

me coloqué unos pantis con estampado espacial, con un top rosa con escote, muy ajustado, que dejaba mi ombligo y los piercing de las caderas al descubierto de forma provocativa, y me puse unas sandalias negras con tacón, sencilla pero a la vez provocativa, con mi melena negra, con mi pelo negro suelto y un poco de maquillaje.

Marty iría con su pelo rubio en un tupe bien colocado, un suéter claro y unos pantalones vaqueros ajustados.

- ¿ y has pensado donde te apetece ir nena?- dijo, dejándome en una gran duda, no había caído en que no sabía donde iban a ir, Alexandra no me había mencionado nada, pero en ese momento recordé, que Carla solía frecuenta un bar por Milán cuando yo aun vivía ahí y no me había ido a vivir con Marty, solía coincidir cuando salía con mis amigas, antes de perder toda relación con ellas, tenía que ser ese bar si no todo mi plan se habría ido a la merda.

- Pues a Milán- el miró extrañado levantando una ceja- hay un bar con buena música reguetton donde iba mucho con mis amigas, podemos ir ahí

- Lo que tú quieras nena- bien, por ahora todo iba sobre ruedas, esperaba no equivocarme de lugar, esta noche Daniela la iba a recordar todo su vida, claro que lo iba a hacer, no se juega con una Lamborghini, a la matadora de Italia nadie le gana en lo que es dar celos.

Rápido,brusco y violentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora