Capítulo Dos

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"Así como lloro también sonrió, así como caigo también me levanto y así como amo también olvido"

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"Así como lloro también sonrió, así como caigo también me levanto y así como amo también olvido"

"Así como lloro también sonrió, así como caigo también me levanto y así como amo también olvido"

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ALICE

El tiempo parecía haberse detenido mientras observaba por el cristal lo poco que se apreciaba de la pista. Moría del aburrimiento luego de haber superado la desesperación. Cuando mi teléfono sonó, lo tomé y sonreí ante el rostro enojado de mi hermano. Me encantaba la foto con la que lo tenía identificado, sobretodo porque él la odiaba y más de una vez me quiso obligar a sacarla. Qué se joda por los años de tortura psicológica a la que me sometió sin remordimientos.

– Lukita – estaba feliz de escucharlo. Él era mi reconexión con un "mundo de colores", mi hermanito, mi tortura preferida.

– ¿Hola?... – la interferencia era notoria, pero aun así pude identificar lo preocupado de su voz. – Alice... no... da...  – El sonido distorsionado y cortado de su voz hacía imposible que le entendiera lo que decía. 

Me moví por el espacio en que estaba, buscando una mejor recepción – ¿Hola? Luca, no entiendo qué dices. 

– Ali... ¿Cómo estás? ¿Qué sabes? ¿Cómo está el clima? – Sip, ese era mi hermano, te ametrallaba a preguntas  sin dejarte contestar.

– El clima es horrible y de seguir así ni Papá Noe... – Mierda, la estática que interfería la comunicación iba a provocar el estallido de mi tímpano.

– Alice, no estoy para brom... Pregunté hace unos minutos y me... informar que los vuelos desde Detr... están retrasados por causas climát... ¿Cuándo salen? Dame un estimati... no me voy a que... a esperar tod... la no... – suspiré fastidiada. Entre la estática de la tormenta y el berrinche de mi hermanito perdí todo el interés en la conversación. 

Amaba a mi hermano mayor, pero de buena gana le taladraría el cerebro para que liberara presión. No sé si era el trabajo o qué, pero desde que estaba a cargo de los restaurantes, el 90% del tiempo estaba de mal humor, lo que hacían de él una bomba de largo alcance.

Érase una vez... Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora