¿Puede el final del camino ser un nuevo comienzo?
Alice:
Derrumbada por el peso del mundo caí. Perderle me lleno de miedos y creí que nunca encontraría el amor otra vez... y vi mi "felices por siempre" romperse. Creí que mi mundo terminaba con él...
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"Y entonces un día te das cuenta que todo comienza de nuevo... y la sonrisa vuelve a ser la dueña de tu vida."
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ANDREW
– ¡No va a suceder! – repetí molesto. Pasé dos dedos por mi frente mientras caminaba hacia el estacionamiento intentando aliviar el intenso dolor de cabeza que estaba sintiendo en ese momento. – No voy a seguir hablando de esto, Sarah. Sólo te pido que no insistas en algo que no tiene sentido.
Corté totalmente molesto por la situación.
La tarde había sido difícil y estaba agotado. Las clases del último semestre y sobretodo Sarah que no entendía que ya no podíamos revivir lo que estaba muerto y enterrado, me habían llevado más allá de mis límites.
Esta era su tercera llamada y no lo soportaba más, su insistencia y sus lágrimas me consumían los nervios. Sabía que algo pretendía, pero me preocupaba no conocer el "qué". Sarah no era de sentimientos nobles y si algo me había quedado claro luego de nuestro divorcio, era que por mucho que jurara amarme, no era verdad.
Ya había dejado de ser el idiota que fui una vez y parecía no querer entenderlo.
El campus estaba tranquilo. Eran pocos los que un día de semana y a esta hora andaban vagando por allí. Detuve el auto en un cruce transitado, más que nada por costumbre que necesidad... y la vi.
Un hombre que no reconocía la arrastraba hacia un auto aparcado a pocos metros del ingreso a la universidad. No me gustaba nada verla con "otro", pero no me hubiera detenido si no fuera que en su rostro se notaba la disconformidad.
Hoy la había intentado encontrar todo el día, sin suerte. Luego de dos días huyendo de ella, necesitaba aclarar lo que pasó. Estaba seguro y decidido a entablar una relación seria con ella, aun cuando Luca no lo aprobara.
Detuve mi vehículo a un lado de la acera, antes de que el hombre la convenciera de entrar al auto.
– Alice – grité llamando su atención – Tu hermano te está buscando. Te llamó un montón de veces y me pidió que te localizara – si al infierno se iba por mentir ya tenía una plaza.
