¿Puede el final del camino ser un nuevo comienzo?
Alice:
Derrumbada por el peso del mundo caí. Perderle me lleno de miedos y creí que nunca encontraría el amor otra vez... y vi mi "felices por siempre" romperse. Creí que mi mundo terminaba con él...
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"Los grandes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida. No es el fin del mundo. Es el inicio de uno nuevo."
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ALICE
– ¡Uy! Mi cabeza – me quejé creyendo que Jason me había enterrado su machete en la frente ya que no tenía otra explicación para el intenso dolor.
Para empeorar las cosas, el grito de mi hermano llamándome con insistencia, agudizó mi pena y confirmó mi temor: estaba en una película de horror.
Evitando los movimientos rápidos me levanté y tomé el celular que estaba en la mesita junto a la cama para ver la hora. Entendí el grito de mi hermano cuando vi que era pasado el mediodía.
Por el sabor de mi boca era un hecho que había vomitado y aun cuando estaba con una remera gris de Mickey, el montón de ropa que estaba junto a la cama me lo confirmaba.
– ¿Qué pasó anoche?
No recordaba nada, como había llegado a la casa, por qué estaba usando una de mis remeras favoritas para dormir... Mierda qué fue lo que pasó.
Un borrón de imágenes inconexas jugaban en mi mente, Andrew, un morocho simpático, un beso, calor, frío, alcohol... todo se enredaba sin sentido. Tome mi cabeza cubriendo mis ojos para evitar sentir el martillo neumático que parecía haberse instalado allí.
Llegué como pude a la sala, incluso creo que repté por las paredes en cámara lenta. Cuando miré al amplio espacio me encontré con tres pares de ojos que me observaban. Mi hermano y Lauren estaban sentados en el sofá, mientras Andrew salía de la cocina.
– ¿Qué te pasó? – preguntó Lauren intentando no reír – ¿Te agarró un huracán?
La miré molesta. El intenso dolor no me permitía apreciar dónde estaba lo divertido de la situación. ¿Ella se quedó a dormir aquí? Tome mi frente y cerré los ojos una vez más, recordando el motivo por el cual evitaba beber hasta el olvido.
Creo que gruñí...
– Podrías ser un poco más simpática con tus amigas. – definitivamente mi hermano no estaba de buen humor, seguramente el recibirme alcoholizada no fue algo agradable de ver – Demostrar un poco de consideración por las personas que se preocupan por ti, es un síntoma de buena educación. Además... muy maduro lo tuyo ¿Desde cuándo tienes por costumbre tomar hasta la ebriedad y hacer cualquier cosa?
