6 años y 7 días después (Bellarke)

2199 días

Clarke

Ya hacía 6 años y 7 días desde que el praimfaya había borrado la vida de la faz de la tierra.

Hacía 5 años y medio que compartía mis días con la  ya no tan pequeña Madi. En todo ese tiempo, le había enseñado todo lo que sabía sobre supervivencia en la Tierra, así como medicina básica, a hablar inglés y a conducir.

Pero mi rol no había sido sólo el de mentora, sino que también la abracé por las noches cuando lloraba por sus padres y la cuidé mientras no pudo valerse por si misma.

No se cómo será tener un hijo, pero se que nuestro vínculo ahora mismo es lo más importante para mi. Incluso puedo decir sin equivocarme que Madi me salvó la vida tanto como yo salvé la suya, ya que estoy segura de que, si hubiese tenido que pasar todos estos años sola, hace tiempo que me habría rendido.

He perdido todo vínculo con las personas de mi pasado: mi madre, mis amigos... Es como si ya no existieran. O como si sólo hubiesen sido producto de un sueño. Es lo que hace la soledad.

Todos menos uno. A pesar de que nunca obtuve contestación, a día de hoy sigo hablando con él. Con Bellamy. Y no, no me he vuelto loca. Más bien todo lo contrario. Hablo con él para mantenerme cuerda, para no olvidar quién soy. O más bien, quién fui. A él le hablo de las cosas que no puedo hablar con una niña de 12 años.

Y así es como, todos los días al amanecer desde hace 5 años y antes de que Madi despierte, cojo la radio, apuntó la antena al cielo y habló con él. Le cuento mi día, o mis miedos, o cuánto les echo de menos.

Ya hace tiempo que no espero que nadie me conteste, pero me resisto a perder esa costumbre, aunque ya haga más de un año que se supone que deberían haber vuelto. Quizá sí me haya vuelto un poco loca.

Esa mañana me despiertan unas frescas gotitas de lluvia. Madi duerme plácidamente en la parte trasera del rover, así que me dispongo a tener mi momento radio.

--Bellamy, si estás ahí, si aún sigues vivo, ya han pasado 2199 días desde el praimfaya. Hace más de un año que es seguro para que volváis, por qué no lo habéis hecho?-- esta última frase es más una súplica que una pregunta --he intentado contactar con el búnker pero tampoco responden... Por un tiempo intentamos sacarles pero es imposible, hay demasiados escombros... Dile a Raven que apunte al único punto verde que vea, el resto de la Tierra es básicamente un asco, por lo que puedo ver desde aquí-- de repente, oigo una explosión sorda que proviene del cielo, y segundos después veo como una nave entra en la atmósfera, justo delante mía, y el corazón me da un vuelco dentro del pecho --da igual, os veo-- digo, y a penas puedo contener la emoción ante lo que ven mis ojos.

Corro a despertar a Madi pero, cuando vemos la nave más de cerca, me doy cuenta de que no es el mismo cohete que abandonó la Tierra con mis amigos a bordo, sino una nave mucho más grande que se aproxima a nosotras directamente.

La apuntó con mi arma y uso la mira telescópica para observar mejor los detalles, en busca de algo que me pueda aclarar quién viaja a bordo de ella.

Lo primero que puedo leer en el fuselaje es Eligius Mine Company. La nave pertenece a una compañía minera? Sigo buscando más datos, hasta que veo que en otro lado pone transporte de prisioneros.

Esto dispara todas mis alarmas y, sin más tiempo para analizar lo que acabo de ver, le pido a Madi que esconda el rover y que saque todas las armas. Algo me dice que los visitantes pueden ser hostiles, así que prefiero prevenir y que no nos vean aun.

La extraña nave se dispone a aterrizar en el valle, a solo una hora de distancia de donde nos encontramos.

Emprendemos el camino en seguida. Cuanto antes lleguemos, más desprevenidos los pillaremos y más tiempo para reaccionar tendremos en caso de que no sean amigos.

A pesar de la posible amenaza que representan, no puedo evitar la excitación que me provoca el hecho de ver a más gente.

Cuando estamos llegando, doy un rodeo y le pido a Madi que espere en una cueva cercana, ya que prefiero evaluar la situación antes de poner su vida en peligro.

Me encamino hacia la zona de aterrizaje armada con un rifle automático e intento buscar una posición segura para observar.

Oculta entre los árboles observo por la mira telescópica y puedo ver que la nave ya tiene la escotilla abierta y que un par de personas ya han pisado tierra. Van vestidos con trajes protectores, por lo que no puedo verles las caras.

Lo más extraño es que parece que uno apunta al otro con una pistola y le obliga a caminar. Será que de verdad es una nave que transporta prisioneros y el otro es un guardia?

El que va armado le dice algo al otro que no alcanzo a entender mientras lo tiene encañonado. Acto seguido, el que aparenta ser el prisionero se empieza a quitar el casco protector.

Permanece de espaldas a mi, pero desde mi posición alcanzo a ver unos rizos negros asomar por debajo del casco. No puede ser. Es imposible.

De repente​, el que no tiene casco empieza a toser y a retorcerse. Cuando el otro baja el arma y se acerca a él, empiezan a forcejear por la pistola!

De repente, se oye un disparo, y el hombre sin casco se agarra el hombro. Yo no me lo pienso dos veces y pego un tiro al suelo al lado de donde ellos están.

Ambos se agachan para protegerse, pero el del pelo negro aprovecha la distracción creada por mi y sale corriendo hacia el bosque en el que me encuentro.

Como he desvelado mi posición al disparar, salgo corriendo detrás de él.
Le sigo por el bosque a una distancia prudencial para que no se percate de mi presencia. Va perdiendo bastante sangre por el camino por la herida de bala.

En un momento dado, dejo de oír sus pasos y me pregunto si se habrá escondido. Llevo mi rifle preparado por si acaso.

Al pasar al lado de uno de los árboles, una mano grande aparece y me arrebata el rifle, tirándome a mi con él.

Acabo en el suelo boca abajo y con el peso de su cuerpo encima mía, inmovilizándome.

De repente, me da la vuelta y quedamos cara a cara a pocos centímetros el uno del otro.

--Bellamy?!

--Clarke?