Epílogo

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Clarke

Ha pasado un año desde que Madi y yo no estamos solas, y nuestra vida no podría ser más diferente a como era entonces.

Seguimos viviendo en el campamento, que ahora llamamos Nuevo Edén.

Madi incluso va a la escuela​ con los otros niños. Aunque muchas veces es ella la que ejerce de profesora en materia de supervivencia en la Tierra.

Yo ayudo a mi madre y a Jackson en la enfermería pero, desde que todos los clanes conviven en paz, el trabajo allí es muy tranquilo.

Aunque Bellamy se dedica sobretodo a la caza, ninguno de los dos hemos dejado del todo nuestro rol de líderes. Ambos formamos parte del consejo de Nuevo Edén junto con Kane, Abby y Jaha. Además de eso, tenemos reuniones con los líderes de los otros clanes, pero en tiempos de paz como los que vivimos, las celebramos más por diplomacia que por necesidad.

En cuanto a mis amigos, ese vínculo especial que creamos cuando fuimos enviados a la Tierra sigue ahí, inalterable a pesar de los años.

Monty y Harper siguen juntos y felices, igual que Jackson y Miller.

John y Raven parecen haber encontrado consuelo el uno en el otro. Cada día están más unidos y su relación ya no es tan hostil como al principio. No se si algún día llegarán a ser más que amigos, pero me alegra que hayan encontrado en el otro ese apoyo que todos necesitamos.

Poco después de la muerte de Echo, Will y Octavia comenzaron algo. Algo que aun dura hoy en día, y que es probable que lo haga para siempre. No se lo que son, pero si se que no veía a O tan bien desde que estaba con Lincoln. Ah, y por supuesto, Bell sigue odiando a Will con toda su alma. O eso dice. Aunque todos sabemos que, muy en el fondo, le está agradecido por hacer a su hermana feliz.

Y en cuanto a mí, creo que no podría estar mejor. Madi crece sana y despreocupada, y hace poco que ha empezado a llamarme mamá. Junto con Bellamy formamos mi pequeña familia, que no está basada en la sangre sino en la elección, pero nuestra unión es fuerte e inquebrantable como la que más.

Bell me hace feliz cada día. Más feliz de lo que nunca imaginé ser. La vida a su lado ha resultado ser incluso mejor de lo que algún día me pude imaginar. Por el día cumplimos con nuestras ocupaciones y responsabilidades. Pero por la noche, cuando Madi duerme profundamente, a veces nos escabullimos a ver las estrellas, o a bañarnos desnudos en la laguna. Tenemos citas que duran hasta el amanecer. Y otras veces, simplemente hacemos el amor y nos acurrucamos en nuestra cama, disfrutando cada segundo de la compañía del otro, como si fuera un regalo, como si se fuera a acabar.

Por él me siento amada, respetada e incluso admirada. A veces, echando la vista atrás recuerdo todo lo que pasamos juntos, todos esos años de soledad...y me doy cuenta de que todo ese dolor mereció la pena porque me trajo a donde estoy ahora, y ese lugar es nuestro hogar.

Image credit: Pinterest

6 años y 7 días después (Bellarke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora