Camino por la calle del parque, escuché a un hombre decir: bobo de aquél que no quiere amar por miedo al que dirán.Porque en vez de gastar ese tiempo amando, se la pasa preocupado.
Desde ese día me pregunto ¿cuándo encontraré el amor?, aunque se que el mío no está tan lejos pero es imposible. Está noche mi deseo es que tus besos rompan el silencio.
Un día muy lejano, estaré a punto de tocar la gloria, cuando crucé el puente de San Antonio a jugar a las escondidas sabiendo que nadie me va encontrar.
Destinos cruzados, los formamos o ya a la suerte están echados como juego de monopolio para los Dioses en el Olimpo. Todos apostando al mejor en esto de tantas tragedias griegas.
Llevas la delantera como el rompe corazones dos lugares más abajo de ti la chica que finge que no se enamoró, esa soy yo.
Pero está noche sin rencores o remordimientos, vamos tan alto a tocar el cielo aunque nadie nos quiera liberar de está tierra que es el mismo infierno.
Debería estar consciente De que nadie se puede salvar de esta vida que aún todavía empieza a caminar.
Adolescente en éxtasis es lo que eres con un cuerpo que no puedes dominar, yo tan inocente te sigo los pasos a ver hasta donde llega este plan.
Me ofreces lujuria no lo evitaría más, eres esa sensación que está mal sentir pero que no la acabamos, aunque mañana sea la misma confesión al padre de antaño que parece morirá dentro de la Iglesia.
Ya no vale supuestamente ignorarte dices no amarme pero actuas como si de ti yo fuera parte importante. En ocasiones me usas y lo sé todo depende con que ojos se ve.
Soy tu secreto mejor guardado la caja y envoltura de todos tus pecados, ahí en ese lugar a la hora de la muerte nos vamos a encontrar. Si Dios nuestro señor perdona de verdad será la única salvación.
Por más despacio que se camine en algún momento hay que terminar de llegar. Deja que las hojas secas nos guíen a dónde todo va a cambiar.
Por más invisible que sea para los demás, los latidos De tu corazón no mienten cuando me acerco. Aunque la busques a ella y digas que es bella, quien habita en tu corazón soy yo.
En algún momento todos hemos querido empezar de cero, pero como bajar la velocidad de algo que ha superado la velocidad de la luz.
Ahí seguimos, con ganas de tener un destino libre de todo mal clandestino que intente provocar la desilusión de un pobre corazón, sí tan sólo tuviéramos el valor de ser más sinceros mirarnos a la cara y decir cuanto amor hay entre los dos.
Pero tu prefieres quedar bien con tus amigos y por más que te deseo no voy a dejar mi vida en olvido. Me será imposible no recordarte cuando el sueño y la memoria me hagan malas jugadas, en el invierno entre gris y azul. Pero no lo sabrás.