*Laura*
Me encontraba en el sofá de casa, sentada sin poderme mover apenas, mi tripa ya estaba enorme y hacía un rato que no sentía a Rubén, seguramente se había quedado dormido o había encontrado su postura y me dejaría descansar un rato.
Una sonrisa apareció en mi cara al recordar el día que conocí a los chicos gracias a mi pequeña Isa, era una chica tan abierta y sociable, tan diferente a mí que nos completábamos a la perfección. A pesar de que adoraba a Clara, Raquel y Ainhoa, Isa era mi otra mitad.
Suspiré porque me sentía mal por ella, yo era la que siempre se venía abajo por lo más mínimo y ella siempre ha sido mi pilar, ese soporte que no me ha dejado caer en los años que hacía que nos habíamos hecho amigas… Ahora ella no podía contar conmigo, pero le mandaba toda mi fuerza y ánimo desde el sofá de mi casa. Ojalá todo acabara pronto y los chicos pudieran salir pronto del hospital.
Me removí buscando una mejor postura para mi cintura observando a mi ahijada jugar con Alejandra a las muñecas y sonreí, pronto Sara podría volver a abrazar y exigirle a su papi que hiciera lo que ella desea.
-¿Necesitas algo?-Preguntó Alejandra desde el suelo.
-No, gracias-le sonreí-. Parece que mi futbolista ha decidido parar a descansar.
Ambas reímos y Sara llamó nuestra atención, no le gustaba que dejáramos de hacerle caso y, desde el accidente, la teníamos más mimada de lo acostumbrado. Solo esperaba que Isa no se molestara demasiado, nosotras no habíamos podido evitarlo.
Escuchamos la puerta y me giré como pude para ver a mi primo entrar. Me dio un beso en la cabeza y uno en los labios a su chica, después tuvo que coger a Sara en brazos por petición expresa de la pequeña.
-¿Cómo están?-preguntamos las dos a la vez.
-Han despertado-sonrió-. Están estables, solo que algo aturdidos y adoloridos, pero están bien.
-Qué alivio-Alejandra se llevó una mano al pecho.
-Y que lo digas-suspiré acariciándome la tripa.
-¿Se está moviendo?-Preguntó mi primo sentándose a mi lado.
-No, hoy está muy relajado-le sonreí y apoyé mi cabeza en su hombro-. Es una gran noticia el que hayan despertado, ya estaban haciéndose de rogar demasiado.
-Y que lo digas-dijo Jesús-. Tendrías que haber visto las caras de las chicas y los chicos, todos a punto de llorar, aunque alguno que otro sí que ha soltado una lagrimita, yo he resistido porque soy un macho.
-Un súper macho-se burló Alejandra y mi primo la fulminó con la mirada.
Escuchamos a los pequeños llorar, así que me levanté con ayuda de Alejandra y ambas fuimos a ver qué les pasaba a los bebés. Había que cambiarles el pañal, así que Alejandra se hizo cargo de su sobrino y yo lo hice de Javier que, al ser mayor, podía manejarlo mejor aunque era un poco inquieto y se movía cada vez que me descuidaba y después soltaba una risa.
-¿Crees que puedan salir pronto?-me preguntó terminando de abrocharle el pañal a Pablo.
-Depende de lo rápido que se repongan, pero tengo la corazonada de que sí-suspiré cogiendo a Javier en brazos-. Me mata el tener que estar aquí y no poder verlos.
-Sois muy apegados-me sonrió.
-La verdad es que sí, los conozco desde hace bastante ya y los cinco son mis chicos, aunque esté perdidamente enamorada solo de uno-reí y ella conmigo.
-Pobres niños, echan en falta a sus padres aunque no puedan decirlo-meció al pequeño hasta que volvió a dormirse.
-En eso tienes razón, son demasiado pequeños para vivir lo que les ha tocado-miré al rubio y rocé mi nariz con la suya, haciendo que volviera a reír y se agitara.
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Can't Break Up
FanfictionCan break up by mail, by message, Can break up even by letter... I can't find the words to say... -Tengo algo que decir... -¿Qué? -No encuentro las palabras no porque no sepa cómo decirtelo, sino porque no las hay. -No entiendo. -Te amo.