*Álvaro*
Por fin me daban el alta, al fin conseguiría salir de ese dichoso hospital donde habíamos pasado más de un mes sin poder movernos. Ainhoa e Isa decían que éramos unos exagerados pero es que hasta algunas enfermeras se volvieron un tanto siesas con nosotros.
Dani fue el chófer encargado de llevarnos a casa y la verdad es que, a pesar de que el rubio conducía bastante bien y de forma tranquila, me sentí un poco ansioso hasta el momento en el que me pude bajar y noté que a Blas le ocurrió lo mismo, era más que probable que tardáramos en poder volver a subir a un coche sin recordar aquel fatídico accidente.
Al entrar a casa me encontré con Jesús y Alejandra sentados en el sofá, nos sonrieron al vernos entrar y se levantaron para saludarnos, después se despidieron y salieron dejándonos solos.
-Voy a entrar a la ducha-le di un beso.
-¿No quieres ver antes al pequeño?-me sonrió.
-Prefiero la ducha primero, porque en cuanto le tenga en brazos no pienso soltarlo-la abracé-. Os he echado mucho de menos.
-Y nosotros a ti, mi vida-me besó-. Ve a la ducha, yo voy a darle de comer a Pablo y a prepararlo para que pase toda la tarde con su papi.
-Eres la mejor-después de un beso más entré a la ducha.
Al terminar de secarme, me giré en el espejo y vi el gran moratón que aún permanecía cruzándome todo el costado derecho, suspiré y puse una mueca mientras intentaba erguirme por completo, los médicos habían dicho que las molestias me perseguirían durante un tiempo al tratar de enderezar la espalda por completo o al hacer movimientos bruscos, por eso debía tener cuidado y hacer estiramientos varias veces al día. Como esa mañana ya me había machacado bastante el fisio dejaría los ejercicios para el día siguiente, era momento de pasarlo con mi pequeño y mimarlo hasta que se cansara de mí.
Salí del baño con una sonrisa y fui en busca de Ainhoa, que se encontraba en la habitación con nuestro pequeño en brazos. Mi pecho se hinchó de orgullo, frente a mí se encontraba mi familia, mis dos amores.
-Hola papi-murmuró mi chica en voz queda.
-Sois mi vida entera-me acerqué a ellos y le acaricié la espalda a nuestro bebé-. Hey campeón, papá está de vuelta.
Ainhoa me lo extendió y acoplé a mi bebé contra mi cuerpo, dejando su cabecita en el hueco de mi cuello. Al principio se quejó un poco y se removió pero varios segundos después, suspiró y se quedó quieto.
-Acaba de reconocerte-me sonrió.
-Me siento eufórico, es como si se me fuera a salir el corazón del pecho-inspiré el dulce olor a bebé que desprendía mi hijo y sonreí emocionado-. Es lo más grande del mundo.
-Lo sé-me acarició la mejilla-. Voy a ir a la ducha.
Asentí antes de darle un beso y me encaminé hacia el salón para sentarme en el sofá con Pablo dormido sobre mí.
Al otro día, hicimos reunión en mi casa, aunque Dani y Laura no aparecieron, pero Raquel sí que traía a Rubén consigo.
-¿Cómo has conseguido robarle el bebé al gruñón de Dani?-Se burló Clara.
-Ha sido él mismo quien me lo ha regalado-se sentó despacio en el sofá mientras los demás la mirábamos sorprendidos-.Es broma, solo me lo ha prestado.
-¿Qué estarán haciendo esta vez?-Rió Isa.
-Quién sabe, Dani solo nos llamó y nos pidió que recogiéramos a Rubén antes de venir, que tenía que hacer algo importante y que luego vendrían ellos-David se encogió de hombros, sentándose junto a su chica.
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Can't Break Up
FanfictionCan break up by mail, by message, Can break up even by letter... I can't find the words to say... -Tengo algo que decir... -¿Qué? -No encuentro las palabras no porque no sepa cómo decirtelo, sino porque no las hay. -No entiendo. -Te amo.