Capítulo 9: Papel y Boli

969 40 4
                                    

*Raquel*

Daba gusto ver que Ainhoa y Álvaro volvían a ser los de siempre, ya echaba de menos a mi amiga. David y yo llegamos a casa de mis padres, habíamos aprovechado que el hotel era en Málaga, para que cuando acabase el fin de semana, ir a cenar con mis padres, los de David, mi hermana, mi cuñado y mi sobrina, para hablar de una vez todos juntos sobre la boda. Todos parecíamos tener la fiebre de ''las bodas'' desde que Isa y Lau se casaron con Dani y Blas. Carlos y Clara se casarían en unos meses y David y yo igual. Y la fiebre de las ''mamis'' igual desde que mi hermana había tenido a Sara. ¿Era yo rara por no querer tener hijos aún?. A veces me lo parecía.

-¿Preparado?- le pregunté a David dándole la mano en el coche antes de bajarnos.

-Contigo a mi lado, desde luego que sí.

Nos dimos un beso y nos bajamos del coche, mi hermana y compañía aún no habían llegado, pero los padres de David sí, mis padres y ellos estaban de charla en el salón cuando entramos.

-¡Hola!- me saludó mi madre mientras se acercaba corriendo a darme un abrazo.

-Hola, mamá.

Mi madre le dio un abrazo a David, igual que su madre, y mi padre la mano, todos nos sentamos a hablar. Mi madre preparó café mientras esperábamos a mi cuñado, hermana y sobri.

-Ya verás como está Sara, ha crecido un montón, y ya habla un poco.- Le dije a mi madre.

-Uf, estoy deseando verla, no la veo ni a ella ni a sus padres desde que se casaron- dijo con un poco de pesar. 

-Han tenido bastante lío- dije- la peque se resfrió y los chicos han estado de gira y también hemos estado ayudando a Clara y Carlos con su boda.

-Bueno, pero una visita no habría hecho daño- dijo mi madre poniendo una mueca.

-Cuando se ha podido es cuando hemos venido- dije un poco exasperada.

-La cosa es que estáis aquí y que tu hermana llegará en un rato- se metió mi padre para que no comenzásemos una discusión.

-Sí.- Asentí yo.

Los padres de David no sabían que decir, se llevaron una impresión pésima la primera vez que se vieron, así que no estaban seguros de si era conveniente mencionar nada de los que se les pasaba por la cabeza. Pero el silencio incómodo fue interrumpido por un gritito de niña pequeña, mi sobrina.

-Oh, Sara ya está aquí.- Dije y mi madre me corrigió diciéndome que no solo era Sara la que había llegado.

Isa abrió con su llave de casa y pasó con Sara en brazos, la que venía chillándole algo a Blas.

-¡Hola!- gritó mi hermana al entrar y yo me levanté deprisa a abrazarla a ella, la peque y a Blas.

-¡Ita Raquel!- esta vez fue a mí a quién gritó la peque.

La cogí en brazos y me la llevé al salón mientras Blas e Isa se echaban un café, se sentaban y saludaban al resto.

-Oh, mira que eres bonita.- Le dijo mi madre, aunque a Isa aún no parecía hacerle mucha gracia que mi madre se acercara a la princesa, no le parecía bien que después de lo que dijo en la primera cena sobre el aborto, ahora le pareciese una niña preciosa, aunque ya prácticamente no le prestaba atención, al igual que yo, ambas lo habíamos pasado muy mal y había tenido que tragarme muchas cosas que pensaba, pero las cosas comenzaban a ir mejor.

Can't Break UpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora