Capítulo 19: Egoísta

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Capítulo 19:

Ainhoa

No podía parar de dar vueltas en la habitación, Pablo lloraba, pero yo era incapaz de hacer algo por mi bebé, era como si estuviese en un universo paralelo.

Aquella llamada avisando de que Álvaro había tenido un accidente junto a Blas había conseguido cegar mis sentidos.

-Ainhoa... -escuché la voz de mi hermana-. Hermanita, no puedes evadirte de esta manera.

-El amor de mi vida está ingresado en la unidad de cuidados intensivos, no puedo estar cuerda-le reproché.

-Pero tu hijo te necesita, él no entiende lo que ocurre-contratacó-. Nena, debes hacerlo por él.

Suspiré y me acerqué al moisés donde estaba mi bebé llorando mientras agitaba sus manos y sus piernas. Lo levanté y lo acurruqué contra mi pecho.

-Lo siento mi vida-susurré llorando también-. ¿Tienes hambre, pequeño?

Me senté en la cama de la habitación de huéspedes de la casa de Laura y Dani y acomodé a Pablo para poder darle el pecho, pero...

-No puedo-levanté la mirada hacia mi hermana-. Álex, no sale.

-¿Cómo que no sale?-Dio un paso hacia nosotros.

-No tengo leche, Alejandra-sollocé.

Mi pequeño comenzó a llorar de nuevo al no poder succionar leche de mi pecho y yo lloré con él. ¿Qué me estaba pasando?

-Dame un segundo-salió corriendo por la puerta.

A los pocos segundos apareció con una embarazadísima Laura con una mano en sus riñones, ambas me miraron preocupadas, pero Laura traía el teléfono en la oreja.

-Vale, perfecto-asintió y escuchó lo que le dijeron-. Gracias, cariño, avísame si sabes algo más.

-¿Qué te ha dicho?–Preguntó mi hermana.

-Podemos darle la misma leche en polvo que toma Javi, al ser poco mayor que Pablo no pasa nada-respondió y vino a sentarse a mi lado-. ¿Por qué no os acercáis a urgencias en un momento?, yo puedo quedarme con los niños.

-Son tres y tú estás enorme-puse una mueca-. ¿Estás segura?

-No te preocupes, Sara y Javi están dormidos y estoy segura de que Pablo también lo hará después de que le dé el biberón-me sonrió-. Puedo hacerme cargo mientras estén dormidos, Sara despertará dentro de un par de horas o algo más y entonces sí necesitaré ayuda.

-Gracias-susurré.

-No las des, ve a urgencias y quédate tranquila, nosotros estaremos bien-me abrazó de medio lado.

Dejé a Pablo en el moisés haciendo pucheros y salí con mi hermana de la habitación, nos montamos en su coche y pusimos rumbo al hospital. Tardamos media hora en llegar y, tras aparcar, subimos para que me viera un médico.

Tardé casi dos horas en ser atendida y no me dijeron nada que no supiera, se me había cortado la leche por la traumática noticia del accidente de Álvaro, eso me dejaba fuera de combate para poder alimentar a mi bebé y no pude evitar volver a llorar al saber que era incapaz de cuidar de mi propio hijo.

-¿Quieres que subamos a la UCI? –Preguntó mi hermana despacio.

Asentí y fuimos hasta el ascensor. En la sala de esperas de los familiares se encontraban Clara, Carlos, Isa, Raquel, David, Jesús y Dani, que alzaron la mirada cuando nos oyeron llegar.

Can't Break UpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora