Capítulo 8: And I still need you

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*Ainhoa*

Me desperté algo desorientada, miré hacia los lados y me di cuenta de que estaba en una habitación de un hotel en Alicante, los chicos y yo habíamos ido con Clara y Carlos a que vieran dos opciones de hoteles donde quedarse tras la boda. Lo andaban preparando todo desde ya y estaban muy nerviosos, por lo que nadie les negó ayuda.

Me llevé la mano a mi barriga al sentir un pequeño pinchazo, llevaba días sin comer bien aunque sabía que eso no era bueno, pero es que simplemente no me entraba nada. Un nuevo pinchazo me hizo levantarme de la cama corriendo para ir al baño. Los primeros meses del embarazo son los más difíciles y yo no tenía apoyo ninguno por parte de una pareja. Las chicas, sobre todo Isa, me lo habían dicho, pero sentía miedo de hablar con Álvaro, Silvia seguía ahí y la aparición sorpresiva de Diana me daba mala espina, no había razón, pero algo en mí me decía que mi bebé podía llegar a correr peligro si yo hablaba, aunque eso no me justificaba, Álvaro iba a ser padre y debía saberlo.

Salí del baño después de haberme lavado los dientes y la cara, me recogí el pelo en una coleta alta y despeinada y me senté en la cama. Necesitaba un momento en el que hablar con Álvaro, uno en el que estuviésemos solos y sin interrupciones. No miento cuando digo que llegué a pensar en aprovechar el viaje, pero ya llevábamos dos días en Alicante y aún no me había atrevido, era idiota y me avergonzaba por ello.

Durante el viaje a Málaga, fui en el coche con Raquel y David, y mi amiga me estuvo dando ideas de cómo poder decirle a Álvaro que estaba embarazada y el moreno me pidió que intentara contárselo lo antes posible, no era algo que debiera ser ocultado por mucho más tiempo. Es verdad, estaba casi de mes y medio y lo más probable era que pronto se me empezaría a notar la tripa y ahí sí que sería más difícil.

El hotel malagueño era increíble y las vistas impresionantes, de ensueño y yo me sentí más nostálgica que nunca, necesitaba a Álvaro junto a mí.

Bajé a la piscina, pero no quise ir a la playa después del almuerzo, no me sentía bien y no quise hacerles pasar un mal rato, por eso me fui a mi habitación y me quedé encerrada. Cogí una hoja de papel y un bolígrafo y comencé a apuntar ideas sobre cómo decirle a Álvaro que iba a ser papá, pero nada me convencía ni resultaba ser lo bastante bueno, así que la hoja terminó en la basura. Me eché en la cama de espaldas y terminé por quedarme dormida.

-Mamá-me llamó un niño pequeño moreno y de ojos verdes.

-Dime, cariño-me acuclillé para quedar a su altura.

-¿Por qué yo no tengo un papá?-preguntó cabizbajo-Todos mis amigos tienen uno con ellos y yo no, ¿por qué?

-Sí tienes un papá, cielo-respondí dulcemente acariciándole la mejilla.

-¿Y por qué no está conmigo?-en sus ojos apareció un brillo de curiosidad y de tristeza.

-Porque yo... Yo nunca me atreví a decirle que te iba a tener-le confesé con dolor.

-No eres buena...-se apartó de mí con los ojos acuosos-No me quieres.

-No digas eso, yo te adoro...

-¡Mentira!-me interrumpió-Por tu culpa no tengo papá, por tu culpa y por tu culpa...-empezó a llorar-¡TE ODIO!

-¡NO!-me desperté de golpe llevándome las manos a la tripa-Bebé, yo te quiero más que a mi vida desde ya sin siquiera haberte visto y no voy a permitir que llegues a odiarme un día por no haber sido lo suficientemente valiente para contarle a tu padre que estoy embarazada y voy a hablar con él cuanto antes-dije segura y firme-.Aunque él después no quiera saber nada de ti o incluso conviviendo con que se quede cerca de mí solo por ti. Te lo prometo.

Can't Break UpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora