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Lynko y frin,caminaron sigilosamente por el techo de la casa, atentos a no hacer el mas mínimo ruido

-¿Viste esto?(frin señaló los cables)

-Si,yo siempre me imagino que en los techos bo debe haber nada, pero hay cualquier cosa.

-Es como que nosotros anduvieramos con las tripas en la cabeza¿no?

Esa imagen hizo reír a lynko ay a frin también.lynko hizo señas de que no hiciera ruido, frin remedo un gesto burlándose, y fue peor: tuvieron que detenerse porque se cagaban de la risa.

-para, frin, si despertamos a tu padre nos va a matar

-Chamo (levanto la vista)¿viste como se ve todo desde acá arriba?

-Que loco¿no?(lynko asintió)el pueblo parecía todavía más quieto.

-Mira (lynko señaló hacia el campanario de la iglesia)

-Huau... desde acá no parece tan grande¿no?
Lynko asintió callado. A los lejos pasaban dos obreros que iban hacia su turno, en bicicleta.

-Lynko, ¿por qué se enojaron tu y Vera?

-...(solo levanto los hombros, no quería hablar de eso, o no era importante, o ya había pasado)
Quedaron un rato en silencio.

-Imaginate si aparecen Alma y Vera (susurro frin)

-¿Para que? ¿para que nos vean acá arriba?

-No se,o para verlas...así, sin que sepan.
Nuevamente se quedaron callados.

-Asi debe ser volar ¿no?

-Lynko,tu sabes, si viajaste un montón con tus papás.

-Pero siempre son aviones grandes, no es lo mismo. Tu fuiste en una de verdad.

-Los grandes también son de verdad.

-Quiero decir:chico, así, de los primeros que hubo...habras sentido más seguro.

Frin se detuvo, se le hacía raro que lynko pudiera admirar algo en él. Pero enseguida volvió a mirar hacia adelante. Se imagino que no estaba en el techo y estiró sus brazos cono alas.

-¡Sacudelos,frin, vuela!(bromeó lynko)

-¡Para tonto! ...vamos.
Llegaron al borde del techo. Se asomaron

-¿Donde esta la piedra? .

-¡Allí!

-Buenísimo,¿quien empieza primero?

-Yo tengo que juntar saliva

-Yo también...bueno:el que junte antes.
Comenzaron a masticar y a mover sus lenguas.
Frin levanto la mano. Lunko asintió. Se recostaron sobre el borde del techo, asomaron las cabezas:miraron hacia abajo. Frin apunto. Escupió. Salio una llovizna que desapareció.

-¡Uy! Fue el viento ¿no?
Intento lynko y ocirrio lo mismo. Se justificó:

-Es que de acá arriba es más difícil...Ya se: hay que hacerla más espesa..

-¡Ya se!...poniéndola verde (frin)

-¿Como verd...?¡Ah,ya entendí!¡dale!
Volvieron a juntar saliva al tiempo que sonaba sus narices hacia adentro. Lynko levanto la mano. Frim asintió. Lynko escupió y su saliva cayó cerca de la piedra.

-¡Bravo!
Frin pidió turno

-¡Dale!

Escupió y la suya dio todavía más cerca de la piedra.

-¡Buenisimo! Ya estamos mejorando...ya la tenemos, vas a ver.
Efectivamente: aunque juntar saliva tantas veces no era fácil, los disparos ganaron en precisión. Ya no competían:era un equipo.

-Frin, mira,la calle está quedando un asco¿no?

-Si...(levanto los hombros) pero enseguida se seca.

Continuaron escupiendo. Lynko tres aciertos y Frin dos; pero ya no tenía gracia, había perdido la emoción. Se quedaron acostados, callados, mirando hacia la calle. Frin levanto la vista y vio el automóvil, nuevo. Todo ese tiempo había estado estacionado ahi mismo, sólo que no le habían prestado atención.

-Lynko, te juego a apuntar las ruedas.

-¿A cuales?

-A las de atrás... tu primero.

-Listo

Lynko junto más saliva, porque el carro quedaba más lejos. Escupió con más fuerza, y con mala suerte la saliva cayó en la ventanilla trasera. Se agarró la cabeza. Frin se dio vuelta porque no aguantaba las risa, y quedaron los dos,acostados en el techo, panza arriba, partidos de la risa. Cuando se calmaron volvieron a mirar.

-¡Se esta chorreando!

-¡Agh,lynko!

Dijo frin y nuevamente se atacaron de risa.
Regresaron a sus posiciones. Frin pidió turno. Escupió y su saliva dio en el baúl del auto. Nuevo ataque de risa, nueva interrupción. Así siguieron, y aunque la puntería mejoraba, el automóvil quedaba con su parte trasera, la rueda, la ventanilla, parte del techo y la maleta, lleno de escupitajos. Tan distraídos estaban que no vieron a la persona que se acercaba corriendo.

-¡¡¡Que diablos están haciendo!!!.

Era el profesor de gimnasia. Es decir que el auto que estaba estacionado era el del profesor de gimnasia.

LEJOS DE FRINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora