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Sábado por la tarde encuentro en la casa de Lynko. Patio. Enorme patio de la casa de Lynko. Había llevado a Negrito porque Alma quería verlo. Sandwiches,agua con limon y sombra de árbol. Se suponía que debería de preguntar por su otra vida, su nueva escuela, como es el departamento, como es la ciudad. Pero no sólo salia esto:

-El de gimnasia ganó con el equipo en voleibol (Arno).

-¡¿Y que nos importa eso, Arno, por favor?! (Lynko agarrándose la cabeza). Escucha Alma......

-¡No!  ¡pero deja que cuente! (Vera)

-¡Y que nos importa!  Si el tipo solo piensa ganar campeonatos con su equipito y a los demás ni nos mira (Frin).

-Escucha Alma (Lynko con una flauta dulce).

-¡Arno! ¡CUENTAle a Alma lo del trapecio! (Frin).

-¡Esperen,chicos! ¡Dejen que le muestre! ¡Mira Alma! (Lynko con su flauta).

-¡Ay, casi me olvido! ALMA ¿Sabes quienes se pusieron de novios? (Vera).

-No (risa de Alma).

-¡Que ploma Vera! ¡¿A quien le importa eso?! ¡No pierdan tiempo en esos chismes! Dale, Arno cuéntale del trapecio (Frin).

-...(Alma se reía del entusiasmo atropellado).

-¡Callense todos, nenes! ¡Yo pedi hablar! (Lynko).

-Si es para hablar si; si es para tocar la flauta ¡Huyamos, Alma! (Frin).

-...(Risas de todos).

-Chicos dejen que Lynko muestre lo que aprendió. (ALMA).

-¡Es que no aprendió, Alma,te juro que no aprendió!

-Callate,Frin. Escucha,Alma, el de música nos enseñó el Himno de la alegría ....(Lynko).

-...(Frin se llevó su mano a la boca como si vomitara).

-¡Espera que tocamos juntos! (Arno busco su flauta en la mochila).

- ¡No! ¡Que tortura, por favor! (Frin).
Y Alma reía

Alma reía, feliz, con una sonrisa que el sol sacaba fotocopias. El himno continuaba taladrando, las notas chiflaban desinfladas o demasiado fuertes
; ahí donde debería haber música, había esa tarea escolar.

-¡Lynko! ¡Tu deja d tocar!  ¡Recién hubo una parte que dejaste pasar!  (Alma).

-¡Soy un genio, ¿viste? (Presumiendo).

-...(todos pararon).

-No, lo que pasa es que para el  fa hay que poner los dedos así,  ¿ves? Es un moño, no s puede....(Lynko).

-Yo puedo (Arno).

-Tu eres medio contorsionista; entonces lo que hago es que a esa nota la deja pasar. ¡Y nadie se da cuenta!

-¡Tu que tienes un camión en la oreja no te das cuenta, Lynko! (Frin).

-¡Nadie me descubrió! (Lynko).

-¡Qué nadie! Yo ya me había rodado cuenta. Y para colmo, Alma, cuando llega esa parte , el siempre pone cara así, de: "Je je, los estoy engañando, je je". ¡Es más Salame! (Frin).

-¡Soy un genio, Alma! Tu t diste cuenta por que mirabas muy de cerquita (Lynko).

-No, porque te oía (Alma puso los ojos en blanco).

Todos soltaron una carcajada y la tarde avanzó otro paso.

LEJOS DE FRINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora