LEJOS DE FRIN

♡24♥

Frin regreso la mirada a la ventanilla. No faltaba tanto para San Francisco.  ¿Ya habría llegado Arno? En rl auto iban callados.

Aún no habían armado la carpa. Había quien le daba de comer a los animales. Todos vestían ropa de calle, eso les llamó la atención: la magia del circo tenían que ver con la carpa (ahora guardada), con la iluminación y la pista.

Estacionaron el coche en la vereda de enfrente. La mamá de lynko y el papá de Frin se adelantaron avanzando por el terreno en el que montarian la carpa. Ya advertidos por los chicos,  directamente preguntaron por Pavel. Les señalaron a su esposa Irina. Frin no la hubiera reconocido con su cabello suelto cayendo libre sobre sus hombros.

Cuando terminaron,  su semblante cambio: Pavel y ella habían hablado con Arno para explicarle que no podía escaparse con el circo. Arno les prometía que no sería una carga, podía trabajar y ganar su comida. Pero,  sencillamente un niño no deja su familia y se va con un circo, ni los circos pueden recoger personas, menos cuando son niños.

-Mire, somos un circo, somos extranjeros, li menos que podríamos hacer es ponernos en un problema así; no tenemos hijos, hubiera sido un buen hijo Arno; pero no, no... es buen chico, y tiene pasta para ser un buen trapecista. A Pavel le gusta el silencio de las iglesias y lo invitó a que lo acompañará. Arno no quería llamar a su madre, parece que la señora no es buena (Irina).
-No no lo es (el papá de frin).

-Entonces Pavel quiso darle un tiempo a que comprendiera que no podía huir con nosotros, fue a la iglesia que está a diez cuadras de acá. Vamos.

   
            ♥

Entraron al silencio del templo. Los encontraron sentados en uno de los bancos de atrás. Pavel se dio vuelta, Irina señaló a sus acompañantes, Pavel asintió con la cabeza e hizo una señal de silencio con su mano en la boca

Ahí estaba Arno.
Ahí estaba.
Sin dar vuelta a su cabeza de luna en la cabeza que esta en la luna, bebiendo el silencio de este espacio. Alimentándose de Hondura,para los días en que lo hondo hace falta.

No avanzaron ni dijeron nada. Hubo un breve momento que fue una pausa en la pausa. Luego la mamá de lynko se adelantó hacia los últimos bancos y se sentó. Rl papá de frin y los demás hicieron lo mismo.

Se sentó el papá de frin al lado de la mamá de lynko, vera a su lado,luego lynko, luego alma y luego frin. Irina fue hasta donde Pavel. Se sentó casi sin correr el aire de ese lugar. Con tanto cuidado lo hizo. Nadie dejo de mirar enfrente, solo ellos cuatro, como no sabían bien que había que esperar, volteaban hacia donde estaba el trío de Pavel. A frin le pareció observar un breve movimiento de la cabeza de Arno, que no dejaba de mirar hacia delante.

Pavel puso una mano sobre el hombro de Arno,  y se inclinó dando a entender que era momento de levantarse. Arno se incorporó, con mansa aceptación. Todos se levantaron y no cruzaron palabras sino hasta salir del templo. Sólo inclinaban la cabeza para saludarse. Sonreían como si fueran viejos conocidos. Vera saludo a Arno con la mano. Arno devolvió el saludo levantando la suya, como un breve: "Si Hola, ya sé".

Caminaron hasta la calle y ahí se saludaron por los nombres y se presentaron.

-Arno tiene pasta para  ser un buen hombre de circo,un acróbata, trapecista, payaso, lo que el quiera. Eso no es fácil: es una gran responsabilidad tener tantos talentos; pero también es una suerte: puede elegir (Pavel, serio).

Anotó  el número de su celular en un papel y se lo entregó a Arno.

-Puedes llamarnos cuando quieras, querido amigo ¿sabes?

-...(Arno asintió).

-Siempre puedes contar con nosotros (enfatizó Pavel, asegurándose que no sonará como un mero cumplido).

Um instante después regresaban al pueblo, con la misma sensación de extrañamiento de cuando se sale a la calle luego de una película. Y como aveces ocurre: cuando la realidad parece más extraña que una película.

-Hola (vera).

-...(Arno respondió levantando la cabeza).

-¿Qué hacés, Arno?  (Frin).

-Hola (avergonzado).

-¿Que haces, tarado?  (Lynko).
-No le digas "tarado" (alma).

-Uy,ahora resulta que no se puede decir "tarado" (se quejo Lynko mirando hacia la ventanilla).
-No dejalo (Arno a alma).

-...(Lynko pasó el brazo por el hombro de Arno).