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Hola Frin: no sabes que feo llegar y tener que ir a un hotel porque se demoran en entregarnos el departamento (los pintores no sé qué cosa ¡ y no tienen instalada la cocina, falta de todo! ). Mi mamá se puso furiosa porque le habían asegurado que ya estaba. Ya van tres días así y ni se sabe. Para colmo te escribo y no sé ni cómo mandarte esta carta.

                                      Alma.

Frin levantó la vista. Miró a través de la ventana, pasaba una señora por la vereda, regresaba del almacén, se balanceaba con sus bolsas cargadas en cada mano. Veía a Alma en el hotel. Bajó la mirada, releyo la carta. La imaginó sentada en una mesa pequeña. ¿Cómo sería la mesa de un hotel?  Nunca había estado en uno, los únicos que habían visto en películas eran lujosos; pero no creía que fuera así el de Alma. Pasó a la siguiente, eran cartas breves.

Frin: parece que el lunes estará listo el departamento,pero no sabes que lio. Llegaron las cajas y no teníamos donde meterlas, hubo que alquilar un deposito. Mi mamá se peleó con los de inmobiliaria que dicen que ellos no eran responsables de la mudanza, entonces no quieren pagas el deposito ¡Son unos vivos!
Llevo todo estos días casi con la misma ropa, no nos imaginábamos esto ¡No veo la  hora de que salgamos de ese hotel! (Frin las toallas huelen a humedad¡ Me dan asco, aunque estén limpias! ).

                             Alma

Posdata: no debería contarte problemas.

El no quería estar tranquilo en casa,  como si no le importara que le ocurría a ella. Estuvo a punto de tomar su cuaderno y escribirle, pero eran cartas viejas.

Frin: ya estamos en el departamento y tendría que estar contenta, pero no sabes que chico es. Yo trate de disimular, pero mi mamá vio mi cara y dijo: "Alma está casa va a ser nuestra casa de muñecas", porque parece eso, de juguete. Nada que ver con nuestra casa. Anoche fue la primera vez que dormimos acá, no sabes, di tres mil vueltas en la cama. Me desperté y era de noche todavía. Ya no pude dormirme. No quise encender la lámpara para no preocupar a mi mamá. Al rato empezó a entrar la luz del sol. Me imagine que hubieras dicho tú, que te gusta escribir: " hasta el sol se demoró en encontrar un departamento tan pequeño". Bo sabes cómo lamento contarte estas historias.  Me hacen bien compartirlas, pero no quiero preocuparte, ni a los chicos. Creo que no mandare las cartas.

                                                Alma

Y sólo porque Frin las reclamó,  las hizo llegar.  O sea que así habían sido los días de Alma ¡y el se había enojado porque ella no le escribía! . Sintió deseos de ayudar  a Alma, aunque ahora no se le ocurría nada. Se sentó en su escritorio, corrió los papeles, encendió la lámpara. Abrió su cuaderno y contestó esas cartas, por más que fueran viejas escribió:

No importa lo lejos que quede tu departamento, Alma el sol llega.

  Era eso,pero no era exactamente así lo que quería expresar.  Intentó de nuevo:

Alma
Hasta el sol  te encuentra.

Y decidió que no agregaría ni una sola línea más, sólo su firma. La carta la escribiría aparte.

LEJOS DE FRINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora