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Llego la tardecita. Más fresco el aire, menos luz, más quietud, más silencio. Negrito se había echado al lado de Vera.

-¿Cómo es allá, Alma? (Vera, acariciando a Negrito).

Alma levantó las cejas y frunció los labios. Suspiro. Pero nadie apuró su breve demora. La esperaron. La tarde se movió. El silencio se hizo más hondo, como cuando se corre el telón en un teatro,y hay otro telón más negro y más atrás.

-Es..... no sé. ....Es lindo. ....(Sonrió disimulando).

Nadie la ayudó. No por hacerlo más difícil, sino por dar tiempo.

-Hay una plaza cerca....

-.....(silencio)

-... y a la escuela puedo ir caminando. ........Nos da clase un maestro. ....No es una mujer....

Alma sentía que la oían profundamente, y que esa atención era como un tobogán por el que caía y caía.

-Es raro tener a un maestro varón, ¿no? Sí, Alma.

-Siempre habíamos tenido maestras, digo.........(Alma, ojos húmedos).

Aspiró con la nariz. Nadie se acercó, y no por dejarla sola, sino por dejarla seguir.

-...Siempre tuvimos maestras, y ahora. ........(Sollozando).

"Y ahora" es hora, y es distinto.

-Extraño....(apenas d oyó).

-Extraño mucho (lagrimas) pero no puedo decírselo a mi mamá porque no quiero preocuparla. A mi papá tampoco.... además los dos están tristes porque están solos.

-¿Tu mamá no tiene novio?

Pregunto Arno y los demás lo miraron con firmeza, por hacer una pregunta tan descuidada; pero era verdad, ellos también se habían presentado lo mismo.

-No.

Luego de un breve instante, Arno agrego:

-Yo siempre conocí los novios de mi mamá..... los traía a casa y no me decía nada, pero yo sabía que iba a ser su novio..... pero que no iba a durar.

Pausa. Alma continuo:

-Y a ustedes no les quiero contar, por que no quiero preocuparlos.

-Tu no tienes que cuidarnos así, Alma... nosotros somos tus amigos (Frin).

Alma se aflojó, por primera vez en tantos días pudo desahogarse sin sentir que preocupaba a nadie. Su papá no la veía y no iba a preocuparse, su mamá tampoco.
Cuando llorar es un alivio, cuando es como contar, descargar el peso del corazón con tanto peso, con tan pesada carga por más que sea un corazón pequeño.

La carga nunca tiene que ver con el tamaño del corazón. Hay corazones diminutos que llevan cargas enormes, como las hormigas. El corazón es una hormiga obrera y la carga es una hoja grande y verde. A veces no es verde. A veces si lo es, y se llama "Tarea" la que nos toca en la vida, porque así son las cosas.

LEJOS DE FRINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora