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Frin se fue a dormir sintiendo que le había llegado un hermano por correo. No pudo cerrar cerrar los ojos por un buen rato. En su casa se escuchaba todos los ruidos y ahora resulta que se oía cada vez que Arno cambiaba de lado en el sofá, porque si Arno durante el día era alguien que estaba en la luna, durante la noche era una especie de topo trabajando en una mina. Frin se bajó de la cama, sintió el piso frío en los pies, camino con cuidado hasta el comedor, tampoco quería despertarlo y asustarlo. Error. Imposible despertarlo, dormía como un cerdo. Frin regreso a du cama, se cuido de no sentarse encima de Negrito. Arno comenzó a resoplar con fuerza. Frin se dejó caer hacia atrás, tomándose la cabeza con las manos. Arno empezó a roncar. No se trataba de un gran ronquido, tampoco lo llevaría preso por roncar así. Era un ronquido suave, elegante, no un "solo" de ronquido como hay aveces, igual  a los solos de violín o al solo de trompeta en una orquesta de jazz. Efectivamente, antes de contar hasta tres, se oyó que otro ronquido venia al amoroso encuentro del ronquido de Arno. Era su papá, desde su cuarto. Frin no lo podía creer. Dos almas gemelas. Negrito hizo uno de sus ladridos de dormido. Tres, tres almas gemelas. Sencillamente era una de esas malditas noches que se extendía como un siglo enfrente de uno.

Frin se levantó por un vaso de agua, trato de caminar sin hacer ruido, pero hubiera dado lo mismo. En un descuido chocó una silla. Tremendo ruido. El papá dejo de roncar, Arno dio otra vuelta en el sofá y también se calló . Estupendo,  hay que publicar este descubrimiento. Frin se durmió.
Se despertó con olor del desayuno, fue a la sala, el papá le dio un lepe y le hizo una señal de silencio.

-Que tranquilo duerme ¿no?

Susurró el padre señalando al farsante. Lo despertaron y desayunarom. Antes de ir a la escuela debían pasar por casa de Arno. Convenía salir cuanto antes. Caminaron rápido, la puerta seguía cerrada, tocaron timbre.

-¿Todavía no habrá regresado?  (Preguntó Frin).

-...(Arno miró por una ventana) si, porque esta su cartera encima de la mesa.
Incómodo,  el padre volvió a tocar el timbre. Luego en un rato se oyó un ruido en el interior. El papá sonrió y miró a Arno. Sin embargo transcurrió otro rato hasta que se entreabrio la puerta y una mujer despeinada, cerrando los ojos por la luz de la calle, preguntó:

-¡¿Quién? !

-Soy el papá de Frin, señora, el amigo de su hijo Arno.

-Aha...

-Cómo no la encontramos anoche su hijo se quedó en nuestra casa.
-...¿Y?
-No,bueno...(el padre sorprendido).
-Si es tan hombrecito para escaparse ¿para que vuelve?

El papá de Frin se molestó con esa respuesta pero, pensando con rapidez,  se le ocurrió que tal vez la madre dd Arno se sentía avergonzada por esta escena y por eso reaccionaba así,  pues el hijo la exponía públicamente. Trató de componer la situación:

-Si usted me permite le explicamos que no fue a ningún lugar inseguro...
-Yo no me meto en la vida de nadie y no me gusta que se metan en la mía.

-¡Mire, señora! Ir a buscar a su hijo ( es algo que usted debería haber hecho,  pensó el papá de frin, pero no podía decir eso sin herir a Arno) no significa que nos metemos en sus cosas...

-Ahora que se arregle solo (Y cerró la puerta).
Frin y su papá se quedaron en una pieza. Era como para habrirle la puerta a patadas.  Pero esa clase de reacciones solo ocurren em esas películas que se hacen para que la gente se sienta contenta con que alguien hizo justicia y barrio a los malos a patadas. ¿Cómo seguía esta película real?

LEJOS DE FRINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora