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Eran las nueve y media de la mañana. Frin iba con paso tranquilo, sin pensar con que calle tomaba hasta que vio enfrente la casa de su tía.

-Hola tía

-¿Qué hacés, mi amor?

Tenia setenta años, era muy activa, de joven había sido hermosa y quiso ser cantante, pero el papá no se lo había permitido. Se puso de acuerdo con la monja directora de la escuela y la convencieron, a ella y a la mamá (que si la dejaba),para que cambiará de idea. Entonces no fue cantante profesional, y solo cantaba en el patio, para sus plantas. Era dd carácter alegre,siempre llevaba una libretita con un lápiz.

-¿Quieres que te preparé leche con chocolate?
-...(Frin levanto los hombros) Bueno.

Ella estaba arrodillada, se incorporó lentamente y comento enojada:

-Tu sabes que tengo un gato que salta el muro y me come las plantas.
-Los gatos no comen plantas, tía.
-Se ve que el desgraciado espera a que yo me meta, me espía y cuando entró:salta y me hace sonar las plantas.

-Qué no comen platas.

-Dame un beso, tesoro (se inclino)Ven vamos para adentro. Lo que voy hacer es esconderme detrás del limonero con una piedra, y cuando me venga a comer...
-Y dale con eso,no comen plantas, te digo.

-Este desgraciado si, mira como me las dejo.

-Serán los caracoles tía.
-Los caracoles no saltan muros (puso agua a calentar).
-Los caracoles ya están en el patio (se saco ka mochila y se sentó en la mesa)

-¿Sabes quien sabia Prepara bien los caracoles? El tío. Hacia una salsa...

-...(frin puso cara de asco)

-Porque no sabes, era para chuparse los dedos (trajo un tarro con galletas caseras).
-Ni loco como caracoles (tomo una galleta). Qué ricas. ¿las hiciste con naranjas de verdad?

-Aha...(vertió el agua caliente, puso un saquito de te y fue por la leche). No,los caracoles son ricos...este es un gato, que son más desgraciados.

-Tia,no tiene nada que ver que los caracoles sean ricos, igual comen plantas (tomo otra galleta).
-Le voy a quitar el vicio, no te preocupes que a mi no me va a gana(trajo la taza humeante a la mesa).
-Lo único que vas hacer es pegarle un piedrazo a un gato que no tiene nada que ver (revolvió con la cucharita).

-Tia, cuéntame cuando el tío era tu novio y te llamaba a la ventana.

-Veinte veces te lo conté (se sentó a la mesa con frin).

-Están buenísimas, tía(Tomo un sorbo de té y otra galleta).

-Nosotros teníamos una casa con un primer piso, que era donde estaba mi cuarto, y era yna cuadra bien oscura. Entonces, como en esa época no dejaban a los novios visitarse o darse los besos. ¡Ah! ¡pobre de ti si te agarraban de la mano siquiera!

-Estaban locos tía.

-Eran otras costumbres, mi amor.
-Si,locas.

-Entonces con el tío nos poníamos de acuerdo, el tiraba unas piedritas, y yo habría la ventana.
-¿Se subía?

-¡Pero que te crees tu!¿Cómo se iba a subir? (Se acomodó el pelo, coqueta).
-¿Y que hacían?
-Ni podíamos hablar, porque se oía todo, nos habíamos señas con las manos.
-¿No estaba a oscuras?

-Algo se veía, y era la ilusión de saber que estábamos cerca.

-Tia te voy a dejar sin...están buenísimas.

LEJOS DE FRINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora