Starlight (RETOMANDO...)

Capítulo 11

« Conexión» «Véalo por usted mismo» «Starlight» «La primera conexión» «Recordaras todo» «El mundo de los sueños» «Maya» «la vida no será la misma» «Chris» «todos los recuerdos pasarán rápidamente» «Christopher» « ¡Christopher! »

— ¡Christopher!

Luego de una gran luz blanca, no he vuelto a ver nada más que esta infinita oscuridad. Mi pesado cuerpo se negaba a moverse, sentía como si tuviera un elefante sobre mí. Además, desde hace ratos escucho susurros. Susurros que dicen cosas extrañas sobre conexiones, recuerdos, sueños. Quizás todo esto solamente sea uno más de esos sueños extraños.

— ¡Christopher! —Un leve dolor en mi mejilla me hace sentir que no estoy soñando. De nuevo, otro dolor mucho más fuerte que el anterior, deja sentirse en mi otra mejilla. Mis ojos empiezan a luchar por abrirse y mis brazos y piernas por moverse. Por fin. Un pequeño destello de luz entre tanta oscuridad. Otro golpe muy fuerte enciende la chispa que faltaba en mi cuerpo, llevando mis manos rápidamente a mi rostro. Una fuerte luz pasa a través de mis manos y lastiman mis ojos que se abrieron sin darme cuenta. El dolor se hizo mucho más fuerte en mi rostro.

— Rayos —grité al sentir completamente el dolor, era mucho más fuerte que antes.

— Ves Star, te dije que esto nunca falla.

— ¿Qué...? ¿Qué está pasando? —descubrí mi rostro y con un poco de dificultad vi a la chica de la puerta, Isa si bien recuerdo, sentada sobre mi cuerpo.

— Siento mucho haberte abofeteado muchas veces, pero parecía que nunca despertarías —dijo sonriente. Se levantó haciendo que mi cuerpo se liberara de la presión que sentía. No pesaba demasiado, pero de igual forma restringía la fluidez de mi respiración. Lo húmedo del lugar me hizo sentarme rápidamente.

— ¿Dónde estamos? —pregunte mentalmente haciendo un gesto de sorpresa. Lo último que recuerdo es la bodega abandonada, luego la explosión de luz, la oscuridad y ahora estamos en... ¿Un bosque?

— ¿Todo bien? —dijo Maya acercándose a mí con esa hermosa sonrisa que la caracterizaba.

— Además de despertarme en un lugar extraño, con una chica sobre mí obstruyendo mi respiración y abofeteándome, pues todo bien —respondí.

— Lo siento, así es Isa —sonrió tendiéndome la mano para ayudarme a ponerme de pie— Bienvenido a mi mundo.

Todo el bosque estaba repleto de árboles de hojas rojas. El suelo estaba cubierto completamente por una roja alfombra de hojas que habían caído de los mismos. Un chirrido desvió mi mirada hacia el cielo, un ciento de aves surcaban el firmamento, que estaba teñido de un color púrpura.

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— ¡Vamos que llegaremos tarde! —grita Isa desde lejos.

— Vamos, no querrá perderse el acto de bienvenida —Maya halo de mi mano y se echó a correr.

— De nuevo de último Chris —gruño John al acercarnos a ellos. Solamente lo vi y fingí no haber escuchado su comentario.

— Okey, daré un resumen de lo que sucederá esta tarde y noche —dijo isa aclarando su voz— Primero: Nos dirigiremos al centro del bosque de sangre.

— ¿Bosque de sangre? —pregunto el otro chico que nos acompañaba, el chico que gusta correr.

— Si, bosque de sangre, este mismo bosque en el que caminamos. Cada vez que alguien muere en este mundo, la sangre derramada es tomada por la tierra y conducida hasta este lugar y al llegar acá, esa sangre da vida a un nuevo árbol. He allí el color de las hojas —explicó Isa.