Decisiones

783 40 4
                                    

La siguiente historia es totalmente mía. La serie O11CE no es de mi propiedad. Una historia hecha por fan, para fans.
¹Los diagnósticos médicos en este capítulo son ficticios, usados con el fin de entretenimiento y seguimiento a la historia.

Gabo

—¿Tiene que ser ahora, Zoe? —preguntó con irritación. No quería ser grosero con ella, pero en este momento le interesaba más, hablar con sus amigos. —¿Por qué lo decís, estás ocupado? —dijo a través de la puerta, aún cerrada. —Sí, estoy un poco ocupado. ¿Hablamos mañana, antes de entrar a clases? —No era nada importante, así que despreocupate. Nos vemos luego. —¡Respondió! —gritó el mexicano al escuchar un sonido de notificación. Gracias a su interrupción, ninguno se molestó en despedirse de Zoe, pues su atención estaba dirigida al muchacho. —Perdón, chicos, sólo era la notificación de batería baja. Enojados, le lanzaron todo objeto disponible.

«¿Qué me habrá querido decir?» pensaba mientras el médico hablaba con tecnicismos.

—Gabriel —espetó el médico.

–Lo siento, no lo escuché​. ¿Qué decía?

–Te pregunté si mantuviste el reposo durante las primeras 72 horas.

–Sí, doctor.

–¿Estás seguro?

—Bueno, la verdad es que salí un rato a los vestuarios y a la cafetería... Pero sólo fue una hora —«tal vez dos»—. Aún así estuve aplicando hielo cada dos horas, como usted dijo.

–Es extraño; tu reporte médico y radiografías, muestran todo lo contrario. Debiste haber estado más de dos horas sin reposo; ¿la cafetería está muy alejada del vestuario?

–Un poco, pero no tuve molestias al ir y regresar.

–La distancia recorrida del regreso e ida, pudo afectar a tu lesión. Vos sabés bien que debías reposar.

–Lo sé, doctor; pero la verdad que con los antiinflamatorios y el hielo, no tuve ningún problema en ir.

–Las radiografías y el historial clínico me llevan a opinar diferente; te voy a cambiar el yeso a una férula, así no tenés tanta presión en el tobillo. Vamos a seguir con el plan original, regresá a los ejercicios isométricos y al séptimo día empezá con movilización.

–¿Cuánto tiempo estaré con la férula?

–En estas circunstancias, yo creo que vas a perderte el campeonato. Tu recuperación será de seis semanas, mas o menos. No sé qué habrá pasado, pero tu lesión es de segundo grado. La dosis de antiinflamatorios continuará siendo igual, disminuirá dependiendo de cómo sigas. Te podés ir, Gabo.

Algo decepcionado regresó al IAD, a lado de Vitto; como preparador físico de los Halcones, se estaba haciendo cargo de las consultas de Gabo, llevándolo en su anticuado auto.
    Al llegar no se encontraba ningún alumno; los entrenamientos habían terminado una hora antes. «Que lástima... Quería ir hablar con Zoe.»

Isabel

–Quisiera hacer pruebas para aquero, mediocampista y delantero.

–Entrenar nuevos chicos a mitad de la intercopa... ¿Te parece una buena idea?

–Mas que una buena, me parece la única alternativa. Yo no soy Roberto Di Marco; en estos momentos jugar partidos con un equipo sin suplentes, es un riesgo. Tenemos dos titulares lesionados y por lo que sé, hubo otro expulsado. En el mejor caso, un muchacho puede ser expulsado del partido, y tengo la seguridad que alguien más ingresará en su lugar.

–Lo que vos estás pidiendo no es cualquier cosa, hace poco accedí a un partido amistoso entre un equipo de profesionales, y los Halcones Dorados; tenés que entender que no debo permitir todo. Entiendo perfectamente que necesitamos suplentes, pero aquí no importa solamente su juego, sino también el desempeño académico.

–Es este el tema que te concierne a ti, más que a Diego. Como sé que buscar suplentes en estos momentos no es adecuado​; quisiera proponerte una alternativa, que es sumamente delicada.

—Te escucho. No sabía a dónde quería llegar, sin embargo parecía angustiado por sus próximas palabras.

–Diego me puso al tanto de todo lo que ha ocurrido, incluso antes de la Intercopa. Quisiera traer al número 5, Camilo Montero. Durante el vuelo a Buenos Aires; Diego me envió videos de los Halcones Dorados entrenando. El juego de Camilo en el medio campo es sumamente eficaz. Necesito a un mediocampista como él, así Ricky no tendría tanta dificultad en cubrir al chico de las muletas. Cómo se llamaba; Carlos, Aldo, Napo... ¡Tabo!

—Gabo —corrigió amablemente.

–Sí, él. Ricky no puede hacer el trabajo de Gabo, pero con ayuda de Lorenzo y un gran armador en el​ medio campo como Camilo; tendríamos oportunidad de vencer a los Vikingos.

–No tengo duda del buen juego que tiene Camilo, pero vos sabés el porqué de su expulsión. ¿Te das cuenta de la gravedad?

–Por supuesto, Isabel; únicamente te pido que consideres la propuesta. El regreso de Camilo ayudaría completamente al equipo. Más allá de sus acciones, él es un adolescente, como tú y yo lo fuimos en alguna ocasión; estoy seguro que en todo este tiempo que ha pasado, pudo reflexionar. Al darle otra oportunidad, no sólo sabría lo afortunado que es, sino también, regresaría dispuesto a esforzarse académica y deportivamente, para no arriesgar esta chance. Además, ya le mostraste a todos que la indisciplina y falta de respeto, no es permitido en el IAD.

–No lo sé, Darío...

–Podemos hablar con los padres, les diremos que estará a prueba. Isabel, estoy dispuesto a hacerme responsable del chico; cualquier falta o indisciplina, me haré cargo.

–Lo voy a pensar; no te aseguro nada, pero te daré mi respuesta mañana a primera hora.

–Te lo agradezco. Ahora, estoy algo preocupado por Duarte.

–La mayoría de los profesores lo están, pero pensamos que sólo es por su adolescencia.

–No me refiero a eso. Yo estoy preocupado por su juego; miré un vídeo en el que cubría en su totalidad al goleador de los Átomos, y ese muchacho fue un adversario difícil. En la práctica de hoy fue todo lo contrario; se caía, pedía el balón y en cada pase sacaba la pelota de la cancha. Si sigue así, tomaré medidas drásticas.

–¿Lo mandarás a la banca?

–No, lo voy a sacar del equipo.

Zoe

–Hija, lamentablemente el tiempo se terminó. Hoy debo mandar la respuesta, así que decime qué decidiste.

Había buscado a Gabo por todos los rincones del IAD, y en ninguno estaba. Cuando se encontró a Ricky y Dedé fue un alivio, seguramente ellos sabían dónde estaría el delantero; corrió a preguntarles, mas fue detenida por su padre, quién entró por ella al tardarse demasiado.

–Es una decisión muy difícil, papá.

–Lo sé; pero tenés que decidirte.

Pensó qué decir; aún no tenía la opinión de Gabo, pero tampoco podía seguir haciendo esperar a su papá, «esto es importante para vos —susurró—, no podés seguir esperando.» —Muy bien... Aceptá el trabajo, papi.

Primeramente perdón por publicar hasta ahora; estoy asfixiada entre trabajos y exámenes, sin mencionar que aún no recibo resultados de mi exámen de admisión, por lo que no sé  si pasaré o no. :'v
supongo terminaré este fic cuando estrene la segunda parte. Si ven los capítulos muy reducidos es porque los pongo como en la serie, así cortitos de sólo media hora. xD ❤
Me esforzaré mucho por publicarles dobles capítulos, pero no prometo nada. Díganme, ¿les gustó el cap?7w7~

Lady Corazón de Piedra
fuera. 🔥

O11CE SEGUNDA PARTE • TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora