O11CE SEGUNDA PARTE • TERMINADA

El anuncio

La siguiente historia es totalmente mía. La serie O11CE no es de mi propiedad. Una historia hecha por fan, para fans.

Francisco

—Los he reunido aquí para comunicarles una noticia, triste en particular para mí. —¿Qué pasa, profe? —preguntó Mariano. —Pasa que —hizo un largo suspiro—, ya no seré más su director técnico. —¿Cómo? —Dedé continuó incrédulo. —Lo que escucharon. He sido despedido y bueno... Yo quería que se enteraran por mí, es por eso que los cité de último momento. —Pero no puede ser —exclamó Gabo—. ¿Por qué lo están echando? —La razón no importa. —Claro que importa —replicó Vitto—. Francisco, sos un excelente técnico, no hay porqué despedirte. Por favor, decí qué está pasando. —Sí, merecemos saber la verdad —completó Lucas con energía en sus palabras. —Por favor, díganos —pidió Ricky. Todos los chicos comenzaban a hablar al mismo tiempo pidiéndole una explicación.

—Creo que no tiene sentido ocultarlo —declaró al ver las insistencias—. Me están despidiendo gracias a que dejé salir a Gabo, sabiendo​ que su tobillo no estaba del todo recuperado.

—Así que todo es culpa de Gabo —agregó Lorenzo.

–Él no tiene la culpa, fui yo quién arriesgó a un jugador, dejando que jugara lastimado.

–Pero yo decidí ir a la cancha, fue decisión mía, no tienen que despedirlo

—Isabel ya tomó una decisión, lo que debemos hacer es aceptarla y respetarla. Chicos, yo sé que esto es difícil, pero han pasado por situaciones aún peores... Y aquí están, salvaron su lugar en el campeonato y trayendo honor en donde había peleas. Estoy completamente seguro que superarán esto, como más de una vez lo hicieron. Estoy sumamente orgulloso de cada uno de ustedes, ante todo arriba el ánimo. Un partido importante​ ya les está pisando los talones, así que a entrenar, pero mayormente a poner toda su pasión por el fútbol en la cancha. No salgan a ganar para sí mismos, salgan a jugar por y como el equipo que son, que a pesar de todas las caídas se vuelve a levantar. ¡Vamos, Halcones! —¡Vamos! —gritaron todos al mismo tiempo, sin excepción alguna.

Diego

—Te digo la verdad, Isabel acaba de echar a Francisco —dijo con alegría—. Sin él estorbando en el IAD los problemas se terminaron. —Aún no, ¿qué pasa con Vitto y el Pulpo? —preguntó Giovanni. —Ellos no son un problema, de todas formas, ya me encargaré de esos dos con el paso del tiempo. —¿Y ahora qué vas a hacer? —Yo no voy a hacer nada —espetó—, el único que hará algo serás tú. Los Halcones jugarán contra los Vikingos, próximamente. Asegúrate que pierdan. —¿Los Halcones? —Los Vikingos —corrigió obteniendo sorpresa de su cómplice. —Perdón, ¿por qué querés que los Halcones ganen? —Porque así aseguraremos a Félix como nuevo director técnico. —No entiendo —respondió Malefacce. —Ya lo vas a entender... Bueno, te tengo que dejar. Seguimos en contacto —terminó con una sonrisa y finalizando la llamada—. Un viejo amigo que está por la ciudad, y ya sabrás quiere reunirse conmigo de nuevo —explicó a la directora. —Menos mal, pensé que te estaba interrumpiendo. —Para nada, toma asiento. Por suerte la mujer había pensado que hablaba con cualquier otra persona, si se enteraba el plan se le venía abajo.

–¿En qué puedo ayudarte?

–Venía a hablar contigo acerca del nuevo técnico para los Halcones. ¿Tenés algún candidato?

–Sí, de hecho estaba por ir a mostrarte las opciones.

–Bueno, te escucho.

–Llegué a tres único candidatos que además de estar disponibles, son sumamente capacitados para el empleo. Tenemos a Luca Torres que trabajó por quince años como entrenador y técnico, en una escuela de deportes con gran prestigio. Después vemos a Facundo Lima, jugó un tiempo en el extranjero y fue técnico de distintos equipos de jóvenes en México. Por último, Darío Pascuali, él se dedicó a ser entrenador en varias universidades del extranjero, sin mencionar lo experimentado que es, gracias a su trabajo en equipos de fútbol, básquetbol, hockey y rugby. Para mí, es el mejor para ocupar el puesto.

–Sabés, creo que por ahora, lo mejor será que quién ocupe el puesto de Francisco, sea Vitto.

—¿Vitto? —cuestionó incrédulo—. ¿Cómo puedes pensar en poner a Vitto, en vez de Darío?

–Francisco lo viene preparando para el cargo desde hace mucho​ tiempo, sin mencionar que los chicos confían en él y le tienen suficiente afecto para adaptarse a la forma de trabajo que llegue a utilizar.

—Isabel, sabes bien que apoyo tus decisiones, ¿pero poner a Vitto? Sin duda es una mala idea. Ese muchacho aún no tiene la suficiente experiencia y capacitación para guiar a los Halcones a la victoria; Darío es la mejor opción —espetó tratando de manipular a la mujer.

—No me cabe duda que Darío está muy capacitado, sin embargo, buscar alguien nuevo para trabajar con los chicos, no deja de parecerme erróneo. Ellos ya conocían, confiaban y estaban totalmente adaptados a la forma de trabajo que tenía Francisco, conocer a alguien nuevo a mitad de la Intercopa podría afectarlo. Entre vos y yo, sigo pensando que echarlo fue una decisión apresurada ... Y pienso que su despido nos va a costar el campeonato —suspiró—. Vitto será el nuevo técnico de los Halcones, hácete a la idea —terminó y determinada salió de la oficina del director deportivo.

Gabo

—Así que todo fue culpa de Gabo —se burló—. Que extraño —continuó sarcástico—, primero los Halcones casi quedan fuera del campeonato y ahora despiden a nuestro director técnico. —A ver Lorenzo —interfirió Ricky—, Gabo no tiene culpa de nada, ya te lo dijo Francisco, así que ya bajale a tu relajo. —Pero mira quién habla; si no hubieras lastimado a Gabo, para empezar esto no estaría pasando —espetó aún con su tono burlón mientras el número 7 agachaba la cabeza.

Recordó lo mal que se sintió por lastimarle el tobillo, era completamente obvio que los comentarios de Lorenzo no ayudaban a la conciencia de su amigo.

—Ricky no tuvo la culpa, él no lastimó a Gabo a propósito —defendió Dedé. —No Dedé, Lorenzo tiene razón —dijo con tristeza—, todo es mi culpa, si yo no hubiera lastimado a Gabo, nada de esto estaría pasando. —No, el único que tiene la culpa de que Francisco sea despedido... Soy yo, porque​ si... —Ya basta —interrumpió Valentino—. Sí, casi nos quedamos fuera del campeonato, pero no fue gracias a Gabo; es culpa de todos que estemos así, debido a que no supimos trabajar como equipo. Y en cuanto a Francisco... No está en nuestras manos que siga siendo el técnico, sino en las de Isabel y ella ya tomó una decisión, lo único que debemos hacer es seguir adelante y prepararse para el próximo partido, que es contra uno de los equipos más difíciles. —Pero... —Pero nada, Gabo. Mañana veremos qué sucederá y quién será el nuevo técnico, así que por el aprecio que tenemos hacia Francisco debemos hacer lo que nos pidió —sin más que decir, salió de los vestidores.

¡Hola! ¿les está gustando la historia? Debo confesarles que normalmente hago capítulos más largos, en otros fics, por supuesto; ya ustedes dirán si los quieren extendidos o cortos. Por cierto, ¿soy la única que shipea (¿lo escribí bien?) a Francisco con Isabel?

¡Hasta la próxima!

Lady Corazón de Piedra
fuera.🔥