2. M

24 3 0
                                    

Oh si M, continuaré contigo, porque se que necesito decirte tantas cosas que jamás diré. Porque se que te he fallado tantas veces que aveces de da asco ser tu amiga.

M, simplemente te admiro como nunca lo hice con alguien, y siento que no necesitaría hacer esto si no es que realmente quiero plasmar un millón de cosas en esta ridícula historia antes de que yo muera, que sencillamente puede ser mañana, u hoy, o incluso en este momento. Y si pensaste que hago esto por miedo a la muerte, te equivocas, M. Lo hago por miedo a perderte.

Siempre fui así, y tu lo sabes, siempre completo mi lista de enfermedades mentales con mi característico miedo al abandono. Y es que, M, yo sufrí tanto cuando lo supe, cuando supe que te estaba lastimando, cuando supe que yo era como ellas.

No, M, jamás seré como ellas.

Por un momento me sentí superior a ti, una sensación que se me había hecho imposible desde que te conocí. Porque dime, M, dime una sola persona que sea superior a ti. Simple, querida, no existe. Y cuando empesaste a mandar aquellos desgarradores mensajes supe que esa única vez yo lo había sido. Suena horrible, pero fue cierto. Y no se sintió bien. Imaginarte llorando a ti por mi me pareció ilógico, me pareció demasiado. Porque yo no valgo tanto, M, seamos sinceros. Y tu reputación de maldita vengativa me dio mucho a que pensar. Pensé que tal vez te vengarías, o me odiarías por siempre como lo hicimos con la asquerosa suripanta. Pero no lo hiciste, M, me perdonaste.

Aún siento esa horrible sensación temblorosa y desagradable cuando lloré esa vez. Nunca fue tan fuerte mi llanto, puedo asegurarlo. Pero precisamente eso es lo que me vengo a plantear aquí, si realmente me perdonaste, si realmente vale la pena. ¿yo valgo la pena para ti, M? porque tu para mi vales mas que mi absurda familia. No quiero que se malinterprete, yo los amo, pero a ti, M, a ti te admiro. Y es increíble que tu me ames a mi. Vos, la reina del sarcasmo. Vos, la rencorosa. Vos, la vengativa. Vos siendo vos, y seguís amando a esta idiota. Porque yo soy tan simple, M. Porque no digo que no la pasemos bien, que no te ame o lo que sea, pero vos sos tanto y yo tan poco. Es simplemente tan, pero tan gratificante, y todavía no sé que pasaba por mi cabeza cuando te traicioné de ese modo. Porque siempre estuviste ahí, M, siempre, y siempre fuiste maravillosa conmigo, siempre me diste mas, mas de lo que yo merezco. 

Porque mereces tanto, M. Y a la vez no quiero alejarme jamás de ti.

Porque sos tanto que si vos no estuvieras, creo que ni siquiera en este momento yo sería yo. Es curioso, M, es curioso como me admiras a pesar de no ser un personaje impresionante de tu alocada vida. Oh, M, como desearía ser tan fuerte como vos. Como desearía ser capas de dejarlo todo. Como desearía poder despegarme de mis traumas. Como desearía ser mejor.

Como desearía ser como tu.

-A

White, The Honest. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora