White, The Honest.

10. Quiero olvidar que paso esto, pero lo escribí.

si tuviera que describir ese día, lo describiría como el peor de todos lo que he vivido hasta ahora, pero se que mentiría. Se perfectamente que aquel día fue el peor, pero no solo para mi, no, ese día nuestro circulo se vio desfigurado nuevamente. Nunca había sentido tanta humillación, tanta frustración. Pasaron tantas cosas este año, con nosotras y el resto del mundo, con todo, con nada, que no estaría segura si el detonante de nuestra frustración solo era aquello. Habían tantas cosas que nos habían llevado a lo que había pasado, tantas cosas que eran tantas en si mismo, que el hecho que cuento, "aquello que había sucedido" era tan poco como un millón de cosas a la vez. No, lo peor de aquel día, de estos días, no había sido el poco tiempo que teníamos, no había sido la Isa, no había sido el trabajo, incluso no había sido J, quien generó todo aquello, eramos nosotras, siempre nos encontramos siéndolo, pero ¿que culpa teníamos? acaso aquello iba a detonar de alguna forma u otra? ¿acaso estaba todo planeado para explotar como nunca, acaso ella lo planeó todo? que era aquello, que era aquella broma imparable a la cual eramos sometidas aquel día? No, aquel día no lloré por la frustración, no lloré por la impotencia, lloré porque estaban ellas allí. Y en aquel momento, en el que las vi llorar, sufrir y gritar, pensé que realmente aquel día había sido el detonante para todas nosotras, como si estuviera planeado que todo saliera como salió, que todo fuera un desastre, un perfecto desastre.

Tal vez ese día no paré de pensar "lo que faltaba" como esperando que el temporal acabara de una vez por todas con nosotras y nuestra autoestima. Esperé lo peor a consecuencia de algo bueno, esperé lo peor a consecuencia de todo. Todo lo que había derivado en lo que pasó. Aquello, aquello de lo que tanto sufrimos, todo. No puedo negar que muy dentro de mi, mi ser desea mas aun, como esperando que la novela siga, como esperando que el hombre moribundo muera de una vez por todas, que la herida termine de sangrar, que el loco termine de enloquecer, y lamentablemente, aquella serie de hechos, era irreversible. Simplemente lo que esta muriendo, va a morir. Estamos muriendo, tan lento que cuando los síntomas se presentan, culpamos a nuestra demencia de ello, culpamos a todo de ello. Culpamos a tantas cosas de lo que pasó, lo que terminó por ser lo que ahora era, que simplemente nos quedamos ciegas ante la obra maestra que era aquella tortura que habíamos vivido. Era el dolor mas planeado y perfecto que había experimentado, y era sencillamente de mal en peor. Aquel día era el mejor peor que yo había experimentado. Y seguiremos experimentado, porque aún está a punto de estallar, porque aún estábamos vivas. Podemos culpar a tantos factores, podemos gritar y sufrir, podemos replantearnos de quien era la culpa, de quienes o de que, de por qué. ¿Acaso tenía que tener sentido? ¿acaso había que haber algún culpable, algún error? ¿acaso tenía que haber pistas? ¿acaso estamos tan seguras de quienes son la victimas? ¿de quien es el culpable?

No es un crimen si aún no ha muerto nadie. No es un crimen si ya estamos muriendo.

-A