White, The Honest.

23. Gris.

No había hablado de esto, M, pero sin dudas cuando sucedió, me impresionaste más que nunca. Pensé realmente, que tu eras la única persona que realmente me conocía, aquella persona, aquel ser que lo sabía todo sobre mi, sobre todo; sigo pensandolo.
No tuve la necesidad de escribir un capítulo al respecto, pero realmente es necesario (para mi, para quien lea esto, porque se perdería por completo) Un gran cambio, M, uno gigante.
Como ya había nombrado anteriormente, como ya había dado por sentado, el comienzo del segundo libro se acerca, siento una gran emoción. 2018 y el comienzo del segundo libro, quien lo diría, yo sacando una secuela. Pero como no, para el final de este (y confio en el destino que será épico) tu, mi queridisima, te me adelantaste y sacaste a la luz aquello.
Puedo jurar que al recordar aquello tengo dos sensaciones latentes, profundisimo asco, y emoción, mucha emoción.
Asco, por mi persona, además de sentirme acorralada y desesperada, además de el miedo, además del ritmo de mi corazón (desde cuando paso a ser tan importante para mi aquello?) emoción, luego, cuando me di cuenta de lo divertido que fue todo ese juego maniático que habíamos creado.
El gato y el ratón, M, quien era quien? Fue divertido para tí desvelar las pistas, fue divertido para mi, verte buscándolas; buscando por mi parte pistas tuyas, realmente lo sabias, siempre lo supiste.
Serás infeliz M, siempre pensé que yo era la actriz. Fuiste tú, siempre, sabiendo todo desde el principio.
Siempre seras tu M, tu y tus misteriosos saberes.
¿Que eres M? No pareces humana. ¿Como lo supiste M? Siempre estas un paso adelante, siempre sabes más ¿quien eres realmente M? ¿Que es lo que quieres de mi?
No, no es lo que quieres, es lo que queremos. Ambas.
Un propósito.
Bienvenida al segundo libro M.
Nunca fue blanco, nunca fue negro, siempre fue gris.
Las dos lo somos.
Aunque ahora no estoy tan segura de esto. No de mi.

-A