Aria's POV
Me despego temblorosa y confundida de Jack que me está mirando sonriente. Aún no me puedo creer que me haya besado, pero ¿Por que le he correspondido? ¿Acaso me gusta Jack?, ¿incluso más que Steven?
—¿Que te ha parecido? —escucho preguntarme a Jack, haciéndome salir de mi trance.
Intento buscar las palabras adecuadas para responderle, pero al abrir la boca, siento un nudo en el estómago que me impide pronunciar palabra por lo que tan sólo sonrío e intento asentir.
—Bueno nos vemos el Lunes, buenas noches. —vuelve a decir y se inclina para volver a besarme pero esta vez soy más rápida y me alejo.
—Sí, el Lunes, buenas noches Jack. —susurro y le beso en la mejilla
Se gira y poco a poco se va a alejando de mí en dirección a su coche.
Una vez está ya dentro y se aleja desapareciendo en la noche, me giro para entrar en casa pero justo antes de hacerlo, me percato de algo, hay un chico en una moto parado en la acera contigua a la de mi casa.
Me quedo unos instantes mirándole, intentando averiguar quién es. Y entonces hace algo que me ayuda a reconocerlo, se levanta la visera del casco dejando al descubierto sus ojos, unos ojos ya conocidos, los ojos de Steven.
Es en ese momento cuándo siento una punzada de dolor en el pecho y una sensación de culpabilidad me invade todo el cuerpo. Echo andar hacia él pensando en mi mente lo que le voy a decir, pero cuando pongo un pie en el asfalto él enciende el motor de la moto y acelera.
—¡Steven! —grito con toda la fuerza que puedo—. Por favor vuelve.
Pero es inútil, antes de que pueda acabar la frase él ya ha girado la esquina, desapareciendo de mi campo de visión.
Genial, absolutamente perfecto, Steven lo ha visto todo y ahora seguro que no me va a volver a hablar en mi vida. Porque he tenido que ser tan estúpida de haber besado a Jack sin ni siquiera tener nada claro sobre lo que siento por él.
Regreso a mi casa despacio, pensando en la noche anterior y en lo estúpida que me siento ahora mismo. Entro en casa y lo primero que escucho es la voz de mi madre procedente de la cocina, supongo que debe de estar preparando la cena, cena que no voy a probar porque después de esto, creo que se me ha quitado el apetito para un mes.
Comienzo a subir las escaleras en dirección a mi habitación pero antes de que quite el pie del último escalón noto la mirada punzante de mi madre en mi espalda.
—Aria te estaba llamando, la cena está casi lista.
—Hoy no voy a cenar, no tengo hambre.
—¿Cómo que no vas a cenar? —exclama haciendo que mis oídos se resientan—. Baja ahora mismo las escaleras y sienta tu culo en la mesa.
—¡Mamá no! —grito cabreada con las lágrimas apunto de brotar de mis ojos—. Ya te he dicho que no tengo hambre.
Mi madre por fin reacciona y se queda callada ante mis palabras, creo que al fin me va a dejar librarme de la cena.
—Está bien. —dice finalmente—, pero de tener una charla conmigo ahora después si que no te libras.
Le dedico una sonrisa sarcástica no queriendo discutir más y me dirijo por fin hacia mi habitación. Entro y cierro la puerta para quedarme unos instantes apoyada junto a ella. La mirada de Steven me viene a la mente haciendo que mi corazón se encoja y sienta un dolor punzante en el estómago, el mismo de antes.
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Alone ©
Teen FictionLIBRO 1 - Felix Guillen © 2014 Cuando Aria Hamilton, víctima de otra mudanza llega a Idaho junto a sus padres y a su hermano Ian, cree que sus días serán igual de monótonos que en sus institutos anteriores. Pero todo cambia cuando, por casualidades...