Alone ©

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Steven's POV

—¿Cómo que Sam es una mujer? —Pregunto casi riendo—. Tiene que ser una broma.

—Al principio nosotros también lo pensamos. —Comienza a decir el Sr. Marson—. Pero al investigar a Jack, descubrimos que se trata de una mujer.

—¿Insinúa que hay una chica que se está haciendo pasar por Sam, para atormentar a Aria

Asiente casi de inmediato y me deja sobre el regazo una carpeta que contiene un par de foto

—Le hemos hecho un par de fotos para ver si tú puedes reconocerla.

Abro con cuidado la carpeta y de su interior saco las escasas fotografías, desvelando así a la chica que sale junto a Jack en ellas.

—Creemos que era ella también la que conducía el coche que te atropelló. —Escucho decir a otro de los policías.

—Pero, si que la conozco, recuerdo que ella era la chica que vi en Italia, creo que me dijo que se llamaba Emily...Emily Sanz creo.

—¿Estás seguro de que ese era su apellido? —me pregunta el Sr. Marson a lo que asiento—. Llama a la central y diles que investiguen ese nombre y rápido.

—Tengo que ir a ver a Sophie. —exclamo mientras me quito las sábanas que me cubren—. Seguro que ella tiene más información.

—¿Estás loco? —escucho gritarme a mi padre cuando pongo un pie fuera de la cama y un dolor agudo se hace notable en mi rodilla—. No pienso dejar que te vayas en estas condiciones, además ¿Por que estás tan seguro de que Sophie va a saber algo sobre tu accidente?

—Papa por favor, es urgente, la vida de Aria está en juego, y por cierto ¿Cómo es que aun no ha vuelto del baño?

Casi de inmediato los agentes junto con el Sr. Marson salen de la habitación, y obligandolo a que vaya con ellos, mi padre también sale en busca de Aria. Y es entonces, en el momento en el que ya estoy completamente solo en la habitación, cuando mi móvil suena y puedo ver que se trata de un nuevo mensaje de... ¿Aria?

De Aria:

¿No echas en falta a nadie? Tu preciosa princesita está a punto de encontrarse conmigo, y créeme cuando te digo que no le espera nada bueno.

Yo de ti saldría corriendo a hablar con Sophie, quizás ella te ayude más que el mugroso del Sr. Marson.

Date prisa, el tiempo se os a acaba.

—¿Sam?

Dejo el móvil casi de inmediato en la pequeña mesita que hay junto a la cama, y haciendo un esfuerzo descomunal salgo de la cama lo más rápido que puedo y me despoja del camisón del hospital para ponerme unos vaqueros y una camiseta que por suerte me padre ha traído junto con el teléfono. Acto seguido abro la puerta de la habitación y andando lo más rápido que me permite mi rodilla, llego hasta el ascensor justo cuando los agentes y mi padre salen del baňo hablando de lo que parece ser la desaparición de Aria.

Una vez estoy por fin en el vestíbulo, intento salir por la puerta principal esquivando la penetrante mirada de la mujer ya entrada en años que se encuentra detrás del mostrador de recepción, y cuando he conseguido sortear todos los obstáculos que me impedían salir, me doy cuenta de que me hace falta los más importante; las llaves del coche.