Alone ©

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Aria's POV

Me quedo casi petrificada cuando veo volar a Steven por los aires recorriendo el techo del coche y cayendo al suelo poco después. Lo único que ahora puedo hacer es correr casi inconscientemente al igual que el resto de personas que me rodean. Al llegar puedo ver a un Steven inconsciente que está tumbado en el suelo, inmóvil. Veo cómo muchos de los que están observando han sacado ya su teléfono móvil, y están avisando a urgencias, por lo que yo me arrodillo junto a él y coloco su cabeza sobre mi regazo, mientras ya no puedo retener las lágrimas y comienzan a caer.

—Por favor no me dejes, tú no Steven; aguanta por lo que más quieras. —suplico mientras la gente me da palabras de ánimo.

Escucho a la lejanía como el ruido de una ambulancia se va acercando hasta que finalmente llega a donde estamos, y obligan a que la gente se disperse para poder llegar al cuerpo inmóvil de Steven que está pegado al mío. Intentan separarme de él, pero estoy tan fuertemente agarrada a su cintura que finalmente desisten, y únicamente me despego un poco para que lo puedan subir a la camilla.

Cuando está tumbado en esa pequeña cama metálica lo suben junto conmigo a la ambulancia y ponen rumbo hacia el hospital, mientras que por las dos pequeñas ventanillas que tiene el enorme vehículo en la parte trasera, puedo ver como la preocupada masa de gente, que minutos antes nos rodeaba, se queda unos instantes mirando como nos alejamos hasta que por fin se dispersan.

—¿Has podido ver la matricula del coche? —me pregunta uno de los dos paramédicos.

Niego con la cabeza, ya que, ahora mismo no encuentro mi voz, solo puedo observar a un inconsciente Steven que parece que se está debatiendo entre la vida y la muerte.

—Supongo que la policía irá al hospital a hacerte un par de preguntas. —escucho decir al otro.

¿Policía? Al instante pienso en el Sr. Marson, se supone que iba a vigilar a Jack, quizás alguno de sus agentes lo hayan visto conduciendo el coche que ha atropellado a Steven, porque estoy casi segura, de que era él o Sam quien conducía, ojalá después de esto se comiencen a tomar medidas serias.

Cuando llegamos al enorme edificio de fachada blanca y numerosas ventanas, por suerte ya han reanimado a Steven, y aunque no está aún consciente, vuelve a tener un pulso regular. Bajo de la ambulancia junto con el equipo médico y a las puertas del hospital, una cuadrilla de enfermeras y cirujanos nos están esperando para agarrar la camilla y introducirla rápidamente en la sala de quirófano.

—Tiene pulso, pero me preocupa que pueda haber sufrido una conmoción cerebral. Solo espero que no entre en coma. —es lo último que le escucho decir a una de las enfermeras, antes de que se alejen y desaparezcan de mi campo de visión.

Al poco tiempo llega el Sr. Stinson que nada más cruzar la puerta se dirige corriendo al mostrador de recepción, para poder averiguar más información de lo sucedido. Ya que me presupongo que lo han avisado los recepcionistas, debido a que aparte de que no tengo su número de teléfono, no encuentro mi móvil por ninguna parte.

—Le han atropellado. —exclamo mientras me levanto de uno de los grandes sofás de cuero negro que componen la sala de espera—. Supongo que la policía estará investigando lo sucedido, para dar con la matricula del coche que se ha llevado por delante a Steven.

—¿Tú has podido ver algo? —me pregunta y en su voz puedo notar un deje de tristeza.

Niego con la cabeza mientras vuelvo de donde he venido junto con él, y nos sentamos de nuevo en el sofá.

—Ha pasado todo tan rápido que casi no me ha dado tiempo a reaccionar.

—Tranquila, seguro que Steven saldrá de esta, él es fuerte, como su madre.