Mi verdadero amor.

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Minho se había quedado estático, podía sentir los latidos desenfrenados del chico que se aferraba a él y cómo evitar escuchar el nervioso llanto, que se extendía cada vez más por el pasillo de hospital; los compañeros del alto, miraban extrañados al pequeño castaño.

- Taemin... ¿qué sucedió?- preguntó suavemente el azabache, rodeándolo con sus brazos, el nombrado sólo atinó a negar.

Jungmo veía con preocupación cómo la blanca bata de uno de los alumnos de medicina se iba tornando roja, por la sangre de su hijo que lloraba sin parar, Jinki tardó tan sólo unos segundos en llegar hasta donde estaban sus familiares y detrás de él venía un médico al que reconoció como el psiquiatra.

- ¿Qué sucedió?- preguntó el mayor de los Lee a su sobrino.

- Taemin... s-se...- el castaño se apartó de Minho con violencia.

- ¡Y-yo no hice nada!- dijo intentando bajar las mangas de su playera.

- Tae...- trató de hablar su padre.

- ¡No estoy loco!- gritó llorando aún más- ¡es que no lo puedo controlar!- ocultó su rostro entre sus manos.

- ¿Qué sucedió?- preguntó de nueva cuenta el progenitor del joven.

- Doctor Lee, su hijo comenzó a lastimarse y luego huyó.

- ¡Yo no estoy loco!- repitió en un sollozo.

Minho se acercó lentamente al tembloroso castaño, con cuidado posó sus manos sobre los delgados hombros del menor, haciendo que diera un respingo y tratara de alejarse unos pasos más, cosa que fue impedida por el muchacho alto.

- Por favor mírame...- una vez que el niño obedeció, continuó- Taemin, nadie te va a hacer daño, no te gritaremos, necesitamos hablar, pero sólo lo haremos si tú quieres... Tae... ¿recuerdas el día de tu departamento?, estabas muy estresado y te heriste... me permitiste limpiar tus heridas y no te hice daño... tampoco te llamé loco... ¿lo recuerdas?- el joven por fin asintió- es lo que tenemos que hacer ahora, tenemos que limpiar esas cortadas y luego nos centraremos aquí- terminó diciendo con una sonrisa al apuntar hacia su pecho- ¿nos dejaras ayudarte?- el menor asintió- perfecto, entonces vamos al consultorio... pero primero hay que limpiar todas esas lágrimas- susurró retirando gentilmente aquellas perlas saladas- ¿ves?, así estás mejor.

- Muchachos, por favor esperen en la sala de juntas, donde pronto enviaré a otro médico; Minho-shii, puedes usar mi consultorio- indicó gentilmente Jungmo- sígueme, por favor.

- Con gusto, doctor Lee- asintió Minho- Taem, vamos- el menor lo siguió de cerca buscando la mano del mayor, que con gusto lo aceptó.

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Tío y sobrino estaban en el consultorio del psicólogo que había hecho la entrevista a Taemin, en el mismo sitio también se encontraban el médico que atendió al menor aquella catastrófica tarde del sábado y por supuesto, el psiquiatra al que sería derivado.

- Lo que voy a mostrarles es el vídeo del examen rutinario que se les hace a todos y cada uno de los pacientes que pasan por algún cuadro de estrés, ansiedad o depresión... esto mismo se cataloga cuando el médico encargado en urgencias lo cree necesario... en este caso fue así- comenzó el psicólogo, Chang Eunji, un hombre de unos cincuenta años.

- ¿Ustedes... ya lo vieron?- preguntó Jinki, un poco cohibido.

- Sólo lo hemos hecho, el doctor Kim y yo- indicó el hombre mayor, señalando a un joven de oscuros cabellos y piel blanca, bastante joven, a decir verdad.

- Soy Kim Heechul, yo me haré cargo de su hijo, doctor Lee.

- Un placer conocerlo- susurraron al mismo tiempo.