Veinte (✔️)

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Aviso: Nota muy importante al final del capítulo, no lo olviden de leer.

Finalmente familia

Wendell

Cindy.

Connor.

Noelle.

Cruz

Mariah

Eran los cinco nombres que agregaba a la lista del mes la cual por el momento constaban de diecinueve personas.

―Tratas a tus amantes como si fueran ganado, ―indicó Channel entrando a mi cuarto sin tocar o avisar mientras observaba con mucho detenimiento mi libreta de notas. ―Eso no es nada lindo o agradable, lagartija.

Alcé una ceja divertido por su comentario.

¿Ella dándome clases de moralidad?

¿Es en serio?

¿A qué punto hemos llegado?

―No es lo que parece.

―Entonces intenta explicármelo.

Di un fuerte respiro y deje de lado tanto mi libreta como mis gafas de lectura.

―Siempre he sido un chico de estudio, me gusta, me siento satisfecho cuando lo hago, y precisamente esta es mi propia investigación personal, ―murmuré sin despegar su mirada de mis ojos. ―Quiero conocerme en el sexo, quiero conocer de la experiencia de otros. Lo que gusta, o lo que me gusta. Nuestras diferencias. Todo. ―Aseguré considerablemente pensativo. ―Además, aunque no lo creas no todos los que se encierran dentro de mi habitación me desnudan o se desnudan, muy por el contrario, a veces hablamos, y en otras ocasiones sólo vemos una película.

― ¿Me estás hablando en serio?

―Te sorprendería la cantidad de personas necesitadas de cariño y atenciones.

―No te creo.

―Pues deberías.

La vi rodar los ojos al tiempo que tomaba asiento a mi costado.

―Siempre tuve celos de tu cerebro, ¿sabes?

― ¿Es en serio?

― ¡Claro! ¡Yo solo aprobaba de año por todos las donaciones que hacía papá! ―se burló entre pequeñas risas.

―Siempre lo supuse, ―me burlé dándome un suave golpe en el hombro.

―Era la hueca, tonta, perra y bulímica chica popular de las series de televisión, ¿qué esperabas?

Me mantuve en silencio.

Esa era información nueva y desconocida.

Inevitablemente me le quede mirando.

― ¿No lo sabías?

―Ni siquiera se me ocurrió, siempre tuviste una figura envidiable.

―Era puro teatro, comía y vomitaba todo el tiempo durante años enteros. Papá me descubrió en un descuido y por eso me mando aquí. Estuve en centro de rehabilitación por así decirlo alrededor de un año, ahí habían otros prospectos de modelos y logré generar conexiones, ―reveló sorprendiéndome cada vez más.

―En verdad lo lamento, Channel.

―No deberías, en verdad me merecía pasar por ese infierno, después de todo, fui una auténtica perra contigo y con muchas otras personas.

― ¿Ahora estás estable, cierto?

Ella asintió con la cabeza.

―No hay algo así como una cura cuando tienes un problema alimenticio, ―indicó generándome curiosidad al respecto. ―Mi relación con la comida sigue siendo difícil pero lo intento todos los días, y hasta ahora me ha ido bien.

Medité un poco al respecto.

Siempre que la veía comer ella era casi la última en terminar, y generalmente era Philip quien la acompañaba hasta que terminara todo lo que se encontraba en su plato.

¿Por qué no vi las señales?

―Philip lo sabe.

―Él me encontró con papá.

― ¿Por qué pelean tanto si ustedes en verdad se aman? ―cuestioné algo cansado de no entender su dinámica.

Siempre era lo mismo.

Siempre se la jugaban entre ellos.

Siempre se "odiaban" para posteriormente protegerse.

¿Por qué?

― ¿Recuerdas la golpiza que tu padre le dio al verlo con un chico?

―Sí.

―Yo le dije dónde buscar.

― ¿Por qué?

―Venganza.

― ¿De qué?

―Yo la arruine, ―soltó de repente la voz de mi hermano mayor llenando toda la habitación. ―El inicio de sus problemas alimenticios fueron mi culpa, antes de que tú llegaras, Channel era la víctima de todas mis bromas y desprecios, ―comentó acercándose lentamente hacia nosotros.

―Nos llevábamos pésimo, ―siguió la rubia encogiéndose de hombros.

―Éramos básicamente enemigos, ―continuó Philip avergonzado. ―Y tú llegada significó una alianza.

―Lo hablamos ayer y en verdad lamentamos haber sido unos hijos de puta contigo. Eres nuestra sangre, nuestra familia, fuimos muy egoístas contigo, ―indicó la rubia limpiando rápidamente los pequeños rastros de lágrimas en su rostro.

―Ya lo hemos mencionado de forma superficial, Wendell, pero nosotros en verdad queremos iniciar una relación contigo y ser familia de verdad, ―propuso Philip dejándome mudo.

¿Acaso estaba soñando?

¿O alguien me drogo por accidente?

¿Los extraterrestres abducieron a los familiares y los cambiaron o qué?

― ¿Ustedes... por qué ahora?

Ambos sonrieron mirándose mutuamente con una complicidad digna de gemelos.

―Nunca es tarde para pedir perdón o para arrepentirse, ―indicó Philip pensativo.

¿De qué estaba hablando?

― ¿Ah?

―Estamos cansados de ser los malos de la historia, ―optó por decir Channel acercándose hacia mí.

―Y también estamos hartos de pelear y luchar contra alguien que no merece los castigos, ―agregó mi hermano desviando la mirada de un lado a otro.

― ¿Están seguros?

Ambos rodaron los ojos junto a la par.

―Sí, ―pronunciaron al unísono.

―Entonces, los perdonaré con una condición.

― ¿Cuál?

―Díganme las palabras mágicas.

• • •

Habrá epílogo.

No se preocupen.

Pero quizá no de la forma que ustedes deseen.

Espero que hayan disfrutado de esta historia llena altos y bajos.

De emociones exploradas y palabras mágicas.

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raysa

Palabras MágicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora