×

10.2K 814 1K
                                    

Narra Tom

Dormía, como ya era más costumbre que antes, pero Edd intentó hacer que me levantara, ¿Hace cuanto no como? ¿Dos días? Es nada, pero creo que Edd y Matt se preocupan por eso, como si fuera gran cosa. Sentí como el de la chamarra verde se sostuvo en el umbral de la puerta.

-Tom... Deberías bajar de ahí y desayunar, no es lo mejor que solamemte bebas...-Gruñí- Por favor, solo déjame ir tranquilo de comprar al saber que al menos comiste una tostada, o yo que sé.

Pero solo ignoré.

-Sabes que quejándote, bebiendo y llorando todo el día no lograrás que vuelva, sabías que no duraría, no se para qué te gastas en pas...-

-¡CÁLLATE LA PUTA BOCA, SI?-grité, fue casi instantáneo, pero por la rápida reacción solamente recibí un mareo insoportable, que me revolvió el estómago, aunque no tuviera nada más que alcohol.- Solo déjame sólo, nadie te obligó a preocuparte, n-no te necesito.

Sin nada mas que decir, se retiró de mi cuarto, escuché como le habló a Matt, y luego la puerta cerrarse. Otra vez estaba solo, así que me senté sobre las frías sábanas. Sería perfecto si no tuviera el estómago revuelto y unas náuseas horribles, y enseguida sentí como el amargo sabor se aproximaba a mi boca, por lo que corrí al váter, y dejé que mi estómago se descargara.

-Es sólo líquido, que sorpresa.-pensé.

Cuando me levanté, sentí que todo me giraba, y mis piernas temblaban, no sólo mis piernas, todo mi cuerpo temblaba, sentía que iba a desvanecerme, sería mejor si comía algo, Edd tenía razón, él no iba a volver por más que lloráse o gritáse, lo habían llamado, y no estaba seguro si regresara tal y como yo espero. Hice que el váter se llevara todo lo que alguna vez estuvo dentro mío, y caminé como pude a la cocina, habian dejado tostadas hechas. Quise tomar una, pero... Por alguna razón tenía asco, no quería comer, sabía que luego lo vomitaría, un nudo en la garganta hacía que devolviera todo, o ni siquiera dejaba pasar las cosas, su ausencia me estaba matando.

Aunque si como Edd me dejaría en paz de una vez, así que decidí morder el pan, que... No le sentía sabor a nada.

Pero comí, comí no sólo uno, si no los cuatro que habían, y no sabía como, pero había logrado comer sin vomitar antes de meterme la comida a la boca.

Así que decidí ir a dormir.

[...]

Cuando desperté, no abrí los ojos, solo me quedé ahí, pero... Sentí una voz, era su voz, ¿¡T-Tord habia vuelto!? Me levanté tan rápido como pude, y corrí a la sala de estar, cuándo lo ví, estaba de espaldas, así que corrí y grité su nombre, a lo que se giró.

-Eh, ¿Quién eres?-me miró con incógnita, ¿porqué no me reconocía?

-Vamos T-Tord, soy yo, Tom, Tommy, tu nov-vio...-comencé a sollozar, no entendía que sucedía.

-¿Mi novio?-Rió- Pero, ¡Yo no tengo novio! Que asco, eres un mariquita, ¿No? Si fueras mi novio, al menos estarías en forma, eres una puta foca.

-¡TORD!

Fue solo un sueño. Un horrible sueño, que parecía tan... Real. Pero, ¿En realidad ese Tord tenía razón?

¿Tan feo era físicamente? ¿Tan gordo estaba?

Decidí ir a mi armario, allí tenia un espejo bastante grande, donde podría ver todo mi cuerpo, y... Tenía tanta razón... Estaba horriblemente gordo, era feo, ¿Me quería sólo por pena?

Me dió asco mi cuerpo, Edd estaría decepcionado, ¿Cuando a Tom le afectó tanto lo que pensaban los demás?

Desde que se enamoró.

Me daba asco yo y mi cuerpo, solo quería ser perfecto para él, para mi idiota favorito, aunque ni siquiera sabía si volvería a probar sus labios de nuevo, o si volvería a dejarme las marcas que tanto amaba.

Y comencé a llorar, de poco fue a más, no pude controlarme.

¿Donde demonios están chicos?

Me dirigí al baño, y me quedé observando mi reflejo, que pronto comenzó a darme asco, y ganas de vomitar, otra vez.

Por eso Tord se fué, se asqueó de mí.

De a poco mis piernas comenzaron a temblar, y empecé a sudar frío.

-¿Tom? Dice Edd si puedes abrir la puerta, no llevó llaves...-Habló Matt.-

Pero lo ignoré y seguí mirandome, frente al espejo se hallaba un inútil y débil Tom, con la mirada fría y sin sentimientos, llorando, y ahogandose sólo, deseando que Tord aparezca ahora y le calme como la madre a un bebé.

Pero decidí hacerlo, con mi mano temblorosa metí dos dedos a mi garganta, y dejé que mi cuerpo botara todo lo que comí, ya no quiero que Tord se disguste al verme, no quiero queme vuelva a dejar sólo, no.

Quedé con un hilo de baba y las mangas manchadas, era asquerso, pero se sentía satisfactorio. Me agradaba poder comer y simplemente devolver, así Tord no pensaría que soy una foca, y volvería a donde sea que se haya ido.

-¿Tooom?-Escuché otra vez al pelirrojo.-

-Debe estar durmiendo... Gritale.

Tiré del váter, mi cuerpo se sentía sin fuerzas, comi si en cualquier momento fuera a decaer, pero tomé una botella de Whisky y la escondí bajo mi almohada, quería olvidarme de Tord, o ahogar mi soledad en alcohol, como él siempre ha intentado evitar que haga.

-Ah, encontré las llaves Matt, ten, abre.

Antes de que entraran los chicos, quise subirme a mi cama, aunque todo me diera vueltas, cuando logré subirme, me recosté y enseguida concilié el sueño, creo que... Mi cuerpo se forzó demasiado hoy.

Mañana quizá lo haré otra vez, ahora, mi garganta duele.

Te amo, Tord. Esto es por tí.

b u l i m i a [TordTom] Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora