b u l i m i a [TordTom] Terminada.

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Narra Tord (ahora si viene lo chidoxdxd)

A lo lejos logré divisar a quién habíamos estado buscando durante más de un día, pero algo estaba mal, su expresión estaba perdida, su ropa estaba rasgada y sus brazos (lo que se lograba ver) tenía moratones, junto con secas lágrimas que recorrían toda su cara. Los tres quedamos atónitos, pero antes de poder hablar, sentí un peso sobre mí, pero era como un peso muerto, y un escalofrío recorrió mi espalda.

-Saben, yo ya estoy muerto. Estoy muerto en vida.-Lo último con la voz desgastada. Luego, simplemente se desvaneció, aunque logré detenerlo sobre mí.

Aquella escena me dió algo, una punzada en el corazón, ver a alguien que amas destrozado...

Sí, ya no me cuesta admitirlo, amo a Thomas.

Pero ninguno habló, solamente lo cargué como los principes a su bella princesa, y tomamos el camino a casa, que fué reinado por un silencio intimidador.

Solamente era el sonido de nuestros pasos y los autos pasar.

[...]

Al llegar a casa, fué extraño, pues al momento de que Edd cerró la puerta de entrada, habló seco.

-¿Qué mierda pasó con él?-Su mirada expresó seriedad, pero una intimidante. No era el risueño y extravertido chico de siempre.-

-Quizá lo mejor sería esperar a que despierte, no se ve bien.-Habló Matt.

Simplemente los escuché a lo lejos, ya que decidí ir a recostar a Tom a su cuarto.

"realmente pesa mucho menos de lo que creí."

Apenas lo dejé en su cama, noté lo vulnerable que se veía, y como fruncía el ceño en medio de su sueño. Me senté junto a el, observando cada detalle de su perfil, y de forma inconsciente acaricié su mejilla con toda la delicadeza posible, estaba frío.

-¿Qué te han hecho?-susurré, aunque en realidad fué más un pensamiento en voz alta.

Unas ganas de matar a el imbécil que hubiera hecho eso surgieron, junto con una profunda culpa.

No quería aquello otra vez, prometí cambiar, pero el sentimiento y la satisfacción de dañar jamás se van. Es como un asesino, una vez que mata a alguien, no puede parar, gracias a la sensación de conformidad y la obsesión que les da el hacerlo.

Con pasos pesados, me levanté hacia la sala, dónde estaban mis dos amigos, con mirada perdida sentados en el sofá.

Realmente, cuando uno estaba mal, todos estábamos mal.

-No soporto el no haber estado allí, no sé que le habrán hecho, pero aún así la culpa me es inevitable.-Habló Edd, para luego esconder su cara en las mangas de su sudadera.

Querido Edd, siempre poniendo la seguridad de sus amigos antes que la suya, es alguien realmente especial.

-Hey, no te sientas mal, tú hiciste mucho durante su período enfermo, fué solo un descuido, quizá solamente... No, en realidad no lo sé.-Respondió Matt.-Sólo no te heches toda la culpa encima.

Jamás lo había escuchado tan serio, bueno, a ninguno de los dos.

Narra Tom.

Desperté en mi cuarto, mareado y con la mirada algo borrosa, no recordaba nada de lo que había sucedido. Me senté lentamente en la cama, para evitar un dolor más fuerte.

Observé mi ropa, rota, junto con moratones que recorrían desde mis muñecas hasta la altura del codo.

Y como si de un goloe de tratara, recordé todo, como alguien que desconozco invadía mi cuerpo.