b u l i m i a [TordTom] Terminada.

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Narrador omnisciente

-¿Otra vez durmiendo, Tom?-preguntó Edd, con tono de frustración.

Y el británico solo gruñó, ¿Por qué pensó que sería buena idea dejarle una copia de las llaves a su amigo?

-Cállate y déjame morir en paz, Edd.

-Hm, no. ¿Y si vas a saludar?

-A tí te veo todos los dias, porqué te saludaría idiota.-Dijo, con el ceño fruncido, levantando la cabeza lentamente, quería evitar un mareo que seguro duraría hasta que vomitara.-Ahora, déjame dormir, ¿Sí? Estoy cansado. Y mareado, también. Idiota. Otra vez.

-Por un demonio Tom, muévete.

Pero Edd se detuvo,y observó como las manos y algunas partes del brazo de su amigo eran cubiertas por algunas manchas verdosas, o también un púrpura grisaceo, eran como moratones.

-¿Por qué tienes eso, Tom?

-AAAAAAAAAAAHG, no lo sé.-Dijo después de estirarse, para luego levantarse y ponerse la sudadera azul de siempre, que le quedaba más suelta que antes, aunque el mayor no lo notó.- ahora, que querías que hiciera.

-Acompáñame, ya vas a ver.

-¿Tengo que salir de el departamento?

-Si, o sea...-Pero un golpe lo interrumpió, junto con gritos.

-Supuestamente están aquí, espera Tomd.-Escucharon ambos la conocida voz de Matt.-

-Tord.-Corrigió su acompañante.

Edd sabía quién era, ¿Y Tom?

También, lo tenía más que claro, y apenas escuchó su voz, todos pensarían que correría a abrazarle, pero no. Sólo quería morir, desaparecer, o correr, lo que sucediera primero, pero sus piernas no respondían a nada, solo escuchaba a Matt gritar, como si estuviera muy lejos, y a Edd abrir la puerta.

Aunque, al fin, sus piernas reaccionaron y corrió a esconderse bajo su cama.

¿Por qué tenía que volver ahora?

¡Se supone que el no volvería!

Y si lo hacía, debía volver cuando el británico fuera alguien lindo, perfecto.

Cada pensamiento suyo le hacia marearse más.

Pero Edd lo interrumpió.

-Em, Tom... ¿Pasa algo?-Pregunto nervioso.

-No quiero verlo.

-Pero...

-No, Edd.

-Por favor Tom, antes eran unidos, habían logrado una bonita amistad, solo fueron cinco meses, no le tendrás rencor porque se haya ido, ¿Verdad?

-E-El dijo... Que había cambiado, y que no se iría. Y no cumplió.-Dijo lo último algo más bajo que lo demás.

-Yo...-Suspiró- como sea, sólo por esta vez, sal de aquí. Ya ni siquiera salimos los tres, como antes. Vamos, por hoy.

Tom dudó, y tembló por un segundo.

-Déjame ponerme los pantalones entonces.-Hizo un intento de sonrisa.

[...]

Abrió lentamente la puerta, con su mano temblorosa, y como si fuera a vomitar en cualquier momento.

Vamos Tom, contrólate por un día. Haz simplemente como si no estuviera allí, si no terminarás en el baño de todas formas.-Se dijo a sí mismo.