b u l i m i a [TordTom] Terminada.

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Narrador omnisciente

-Déjame ayudarte.-Dijo de la nada Tord, que estaba confundido, y triste.

-¿A qué te refieres?

-Quiero verte sonreír otra vez, pero que no sea falso. Quiero que vuelvas a tener una razón para seguir que no sea por un esteriotipo, que no te odies por no ser como los demás. Eres especial, para Matt, para Edd, para mí, aunque no lo acepto.-Se sonrojó levemente.

Y Tom notó que podría observar por milenios la mirada de su contrario, cada minuto sentía como si se enamorara más.

Pero volvió a la realidad.

-No es fácil. Es como el cigarrilo -hizo una pausa- podrías ser capaz de dejarlo, pero al mismo tiempo te vuelves adicto a la sensación de dañarte, por más que quieras, no puedes parar, es un tema de autocontrol, y es algo que no tengo.

Miró sus manos, se sentía triste.

-Por eso quiero estar ahí para tí.

-¡Pero es que no lo entiendes! C-Cuando pasa, simplemente no soy yo. Déjame tranquilo con esto.

[...] después de dos semanas.>>

Tom había salido de ese irritante sitio, sentía que si estaba un día más iba a explotar. Recibía visitas diarias de sus amigos, aunque el noruego se negó a salir de ahí, terminó siendo convencido por el pecoso y el castaño, aparte que necesitaba descansar.

Cuando pisó fuera, sus piernas temblaron, y la luz del sol le cegó levemente, aunque enseguida pasó. Extrañaba su cama, y la independencia que tenía en su hogar.

Maldecia el día en que Tord había vuelto. Y también lo maldecía a él.

A pesar de no tener idea de qué o porqué había estado tanto tiempo siendo que sus heridas tardaron 5 días en cicatrizar decentemente, no se revolvió más los pensamientos.

-¿Te sientes mejor ahora, Tom?-dijo Matt, con preocupación e inocencia.

-Supongo.

Aquello hizo sonreír a el narcisista, y también un poco a el británico.

Tord se mantenía en silencio. Observaba por la ventana del auto el camino, no sabía que hacer ni que decir, tenía miedode acercarse al de sudadera azul y dañarlo.

Así se quedó todo lo que duró el corto viaje, hacer más ruido que su respiración.

Narra Tord

Tal vez Tom tenía razón, tal vez nunca debí haber vuelto, y quizá haber muerto en batalla o algo parecido, por donde paso, daño gente. Aún no entiendo como con tan solo 20 años he dañado más gente que cualquier persona a 200 metros a la redonda.

Tengo miedo de volver a sentir, tengo miedo de tener compasión por alguien, que me haga sonreír, y que otra vez salga dañado, no quiero eso otra vez.

¿Y si sólo regreso por donde vine, pero esta vez desaparezco definitivamente?

Quiero dejar de hacer llorar a la gente, y ya ni siquiera sé si soy yo el que está pensando esto, o el amor. Sí, aquello que pensé que jamás iba a volver a sentir, está volviendo, y me persigue día y noche, si no, ¿Por qué habría de volver?

Por él.

Por aquella persona que cuando conocí jamás pensé que lograría caerme bien, ni siquiera enamorarme.

No sé ya siquiera si siento amor o compasión.

O tremendas ganas de desaparecer y borrarme de las mentes de todos.