-Harry en definitiva te tengo que enseñar a cocinar -dijo al reír- Es la... enésima vez y casi vuelves a quemar la cocina aunque en este caso la tuya -le dijo al tiempo que cerraba las ventanas luego de dejar escapar todo el humo a causa del... <<omelett bien cocido>> de Harry
-Prometo que cuando vuelvas yo solito aprenderé -ella volteó percatándose que no estaba al lado de la estufa sino a sus espaldas
-¿Aprenderás a cocinar? -él asintió al tiempo que enrollaba sus brazos en su cintura atrayéndola hacía él
-Quiero darte una sorpresa, y prometo hacer un único plato para ti cuando regreses-ella sonrió enternecida y llevó una de sus manos a su rostro acariciando su mejilla. Pero se percató de algo
-Harry, ¿te pasa algo? -al notar una sonrisa triste y ver algo en sus ojos
-Es...
-Dime -pidió notando que se quedó callado. Lentamente bajó sus brazos de su cintura y bajaba la mirada- .Harry. ¿Qué ocurre? -preguntó a lo que tomó un hondo respiro
-Deseará que... que esto lo supieran, pero sé que no es posible.
-¿De qué hablas? -preguntó sin entender a lo que levantó la mirada
-Es... esto
-Harry yo...
-Esto Steffany, lo que sucede entre nosotros -le dijo a lo que sintió un cosquilleo en el centro del pecho- Lo que hay entre tú y yo -y su pregunta era: ¿qué? Es decir, desde el día en que se conocieron no se han separado más que lapsos cortos de tiempo, cenar juntos, salir, sentir la calidez de su cuerpo en sus brazos, una montaña de emociones con un simple roce de labios pero... ¿qué era lo que había?
-Pues Harry yo...
-Sé que es difícil de entender pero te pido tiempo
-¿Tiempo para qué?
-Para decirle al mundo de mi novia -y juraría que un agujero negro apareció en la boca de su estómago alegando al vacío
-¿Tú... tú novia? -preguntó con la voz en un hilo
-Sí, pero como tú misma me dijiste Harry Styles es sinónimo de Casanova, mujeriego y... y más pero...
-¿Lo recuerdas? -dijo bajando la mirada y en parte sintiéndose avergonzada por haberlo dicho. Hizo que levantará su mirada tomando su barbilla
-Yo era así Steffany
-¿Eras? -él sonrió de medio lado
-Sí, pero como te dije... por ti soy alguien distinto -ella sonrió
-¿En tan poco tiempo?
-Solo si es la indicada -y su sonrisa no podía ser más grande- Por eso sé que ellos no están listos para saber de ti. Sé que es raro, sé que no es algo normal que te lo pidan pero... no quiero que lo sepan
-¿Harry tú...?
-No es que piense que me avergüenzas o que... -a lo que la magia del momento terminó
-¿Qué te avergüence? -preguntó sin creerlo
-No, yo...
-Sabes, yo...
-No Harry -dijo apartándose- Wow, yo... yo pensé que... -negó y se dio la vuelta saliendo de la cocina. ¿Cómo un lindo momento podía terminarse y dar un giro radical de 180° al instante? ¿Y cómo algo como eso puede causar algo tan doliente?- ¿Y desde cuándo eres tan sentimental? -se dijo al sentir las mejillas mojadas, pero al tiempo recordó y una nueva pregunta llegó a su mente: ¿cómo dos personas distintas pueden pensar lo mismo?- Eres tú Steffany -habló sintiendo lo peor mientras se alejaba caminando por el pasillo
